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Avalancha mortal en Colombia

Colombia celebra el primer entierro colectivo de las víctimas de la tragedia de Mocoa

  • Una decena de víctimas de la avalancha en Colombia han recibido sepultura
  • Aumenta a 279 el número de fallecidos, según el gobierno del país
  • Continúan con las labores de identificación de los cuerpos encontrados

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Los equipos de rescate siguen trabajando en Mocoa sin descanso, aunque con pocas esperanzas

Decenas de personas empiezan a ser enterradas en la ciudad colombiana de Mocoa, la primera sepultura colectiva de víctimas de la avalancha que asoló la localidad. El número de fallecidos asciende, por el momento, a 279, de los que 144 son menores.

El entierro colectivo ha tenido lugar en el Parque Cementerio Normandía, el más moderno de la ciudad. Ese cementerio se ha convertido también en una morgue improvisada puesto que la del hospital de Mocoa se había saturado el mismo día del suceso y muchos cadáveres fueron trasladados allí.

Precisamente por su labor improvisada como tanatorio, a las puertas de ese cementerio se han concentrado centenares de personas desde el pasado sábado para localizar a sus familiares desaparecidos.

Algunos de los cadáveres han sido colocados en el ataúd apenas antes de ser entregados para su entierro y sellados de manera precaria con plástico o cinta debido al avanzado estado de descomposición en que se encuentran.

Familiares y amigos de las víctimas lloran durante el entierro colectivo, tras la avalancha en Colombia

Familiares y amigos de las víctimas lloran durante el entierro colectivo, tras la avalancha en Colombia REUTERS

Continúan las tareas de identificación

Cerca del punto donde fueron cavadas las fosas, y bajo carpas improvisadas, se encuentran algunos de los cuerpos que todavía están siendo sometidos a necropsias. Hasta el momento se han realizado 193 necropsias en las cuales han sido identificadas 60 personas.

Entre los sepultados había varios niños, y han suscitado algunas de las escenas de dolor más desgarradoras.

En algunos de los casos, los familiares han ayudado a cavar los huecos en un cementerio desbordado por la tragedia, al igual que buena parte de la ciudad.