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'Selfie', la fotografía cómica de la vida política española refresca el Festival de Málaga

  • "Es una alegoría subnormal de la vida política en España", dice su director, García León
  • Rodada cámara en mano en mitines de PP y Podemos compite por la Biznaga de Oro
  • Maniac Tales se presenta en Sección Oficial fuera de concurso

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XX FESTIVAL DE MÿLAGA CINE EN ESPAÃ'OL
El equipo de 'Selfie' posa en la presentación de la película en el Festival de Málaga.

"La idea era hacer una alegoría subnormal de la vida política en España: es un idiota de izquierdas y un idiota de derechas que luchan por una chica ciega que no sabe ni lo que quiere ni dónde va". Así resume su director, Víctor García León, Selfie, una pequeña película rodada prácticamente sin presupuesto en la vida real de la calle que ha llenado de frescura la Sección Oficial del XX Festival de Málaga, que ha podido verse este sábado en la primera jornada a competición del certamen, en la que también se ha presentado Nieve negra, con Leonardo Sbaraglia.

Selfie, rodada cámara en mano y durante casi todo el año 2016, nos presenta a Bosco (Santiago Alverú), un pijo hijo de un ministro que resulta imputado por corrupción, malversación de fondos públicos, blanqueo de capitales y varias decenas de delitos económicos. La película cuenta su historia desde que embargan su lujoso chalet en la Moraleja de Madrid y lo expulsan hasta que entra a pedir trabajo en la sede de Podemos y tiene que empezar a relacionarse con otras clases sociales más bajas y acaba compartiendo piso en el barrio multirracial de Lavapiés.

"La idea no es ser críticos con la derecha, sino ser críticos con nuestro entorno. Es hacer una fotografía, no sacar una conclusión política. En nuestro país hay muchas cosas que mejorar que no son estrictamente el espectro ideológico, sino probablemente la educación básica. Creo que somos tan lamentables los de izquierdas como los de derechas. No es ser amable con unos y críticos con otros, sino hacer una foto de lo que vemos y eso siempre es crítico con todo", aclara García León sobre su tercer largometraje en 16 años (Más que gloria, 2001; Vete de mí, 2006).

La cinta mezcla una primera parte más documental y una segunda más de ficción y pasea a su protagonista por los mítines políticos reales del electoralmente convulso 2016 de los dos partidos antagónicos: Partido Popular y Podemos. Así, en Selfie hacen cameos involuntarios Pablo Iglesias, Ada Colau y la mismísima Esperanza Aguirre para hacer una radiografía de la política española.

El director madrileño revela que consiguieron colarse en todos esos mítines "gracias a que el cine español no le importa a nadie", ya que mandaron el guion tanto al PP como a Podemos pero está convencido que ninguno se lo leyó y les dijeron que "sí" al poder rodar la película.

Tan espontáneo como su personaje Bosco, se ha desenvuelto en la rueda de prensa Santiago Alverú, que fue elegido para el papel porque "el director buscaba a alguien que no fuese actor y que fuese pijo, algo que por suerte, o por desgracia, yo comparto".

"Lo más divertido de esta película es poner en Lavapiés de pronto a este tío que no sirve para nada, que ha tenido una vida de lujos y lo han convertido en un ingenuo y en una persona asocial que no sirve fuera de ese universo", cuenta Alverú, que no ha parado de hacerse selfies durante toda la jornada.

Maniac Tales, terror fuera de concurso

En la jornada de este sábado también se ha presentado Maniac Tales, en Sección Oficial fuera de concurso, una película colectiva de cinco directores que cuenta otras tantas historias de terror rodadas por Denise Castro, Enrique García, Abdelatif Hwidar, Rodrigo Sancho y Kike Mesa y que pone la nota de producción malagueña en la sección principal del festival de cine.

La película está rodada en inglés con actores anglosajones y españoles para "correr menos riesgos y abrirle el mercado internacional a una película de género", según ha explicado Mesa, que recuerda que esto lo ha aprendió de su admirado Jess Franco, director de culto reconocido internacionalmente con el que el director malagueño trabajó.

Maniac Tales es una especie de "menú degustación" con cuatro historias de terror independientes -Skull of Desire, The Perfect Moment, The Visit y Zimbelin- unidas por una troncal.