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La Agencia Espacial Europea desconoce si Schiaparelli se ha estrellado en Marte

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La Agencia Espacial Europea no sabe qué ha ocurrido con la nave de la misión Exomars que debía posarse en Marte

La Agencia Espacial Europea (ESA) desconoce si el módulo de aterrizaje Schiaparelli ha logrado su objetivo de aterrizar en Marte o, por el contrario, se ha estrellado. Los responsables de la agencia admiten que este no se comportó como esperaban en la parte final de la secuencia de descenso hacia el planeta rojo, y tienen que analizar durante más tiempo los datos de los que disponen para obtener una respuesta. Sin embargo, estos invitan por ahora al pesimismo.

Schiaparelli debía haber aterrizado en Marte el miércoles 19 de octubre, pero se perdió toda señal con el módulo durante el descenso y no se ha podido recuperar. La ESA ha confirmado que la sonda TGO entró en la órbita de Marte con éxito, pero ante la ausencia de señales no pueden confirmar que el módulo "esté de una pieza".

Parece que el desprendimiento del escudo térmico se produjo antes de lo previsto.

La entrada en la parte alta de la atmósfera se produjo como estaba previsto, con el despliegue del paracaídas para reducir su velocidad hasta 1.650 kilómetros por hora, tras lo que, mientras seguía frenando se separaba el escudo frontal.

A los cinco minutos del descenso a cerca de 1,3 kilómetros de la superficie y con una velocidad de 240 km/h, se debería haber desprendido del paracaídas, pero no ocurrió como se esperaba.

Además los motores que iban a frenar el módulo hasta los 10 kilómetros por hora solo funcionaron unos segundos, por lo que es posible que no se desacelerara lo suficiente para aterrizar sobre la superficie de Marte de forma suave.

Según explica la Agencia Europea, los primeros indicadores de las señales de radio sugieren que el módulo habría completado con éxito la mayoría de los pasos de su descenso de seis minutos a través de la atmósfera marciana: por ejemplo, la deceleración mientras atravesaba la atmósfera y el despliegue del paracaídas y el escudo térmico.

Sin embargo, se dejó de recibir señales poco antes del momento previsto para el contacto del módulo con la superficie del planeta. Las discrepancias entre los dos conjuntos de datos están siendo analizadas por expertos de la ESA en el Centro de Operaciones Espaciales de Darmstadt, Alemania.

Desprendimiento del escudo térmico

Tras su análisis parcial, estos datos confirman que las fases de entrada y descenso se llevaron a cabo según lo programado, y que los acontecimientos empezaron a desviarse de lo previsto tras el desprendimiento posterior del escudo térmico y el paracaídas. Parece que tal desprendimiento se produjo antes de lo previsto, aunque el análisis aún no ha concluido.

"Todavía no se puede decir si la nave ha sobrevivido o no y en este momento se intenta restablecer la comunicación con ella", ha dicho a Efe el director del departamento de ingeniería de sistemas de tierra, Juan Miró."A raíz de los acontecimientos del miércoles tenemos un impresionante vehículo orbital alrededor de Marte listo para la ciencia y para la compatibilidad de relé para la misión ExoMars en 2020", ha explicado en un comunicado Jan Wörner, director general de la ESA, en referencia al éxito obtenido con la inserción orbital de la sonda TGO.

"La función principal de Schiaparelli fue probar tecnologías de aterrizaje europeas. El registro de los datos durante el descenso era parte de eso, y es importante que podamos aprender lo que pasó, con el fin de prepararnos para el futuro", ha indicado, satisfecho con los resultados obtenidos hasta ahora por la misión.

"Tenemos datos que están llegando a la Tierra que nos permiten comprender plenamente lo que ocurrió, y por qué no se produjo el aterrizaje suave", ha señalado el director de Vuelos Tripulados y Exploración Robótica de la ESA, David Parker.

"Desde el punto de vista de la ingeniería, que es lo que queremos de una prueba, tenemos datos muy valiosos para trabajar. Tendremos una comisión de investigación para profundizar en los datos y no podemos especular más en este momento", ha concluido.

El proyecto Exomars

ExoMars es un proyecto de la ESA y la agencia rusa Roscosmos para buscar vida de tipo bacteriano en la superficie de Marte. Se quiere comprobar si hay o hubo vida en el planeta, que en su origen tenía condiciones similares a la Tierra y favorables a la vida. Para ello es fundamental el análisis del gas metano y del agua, elementos que en la Tierra están relacionados con la aparición de la vida.

El proyecto tiene dos misiones: la primera fue el lanzamiento de ExoMars en marzo con el Orbitador de Gases Traza y Schiaparelli y la segunda será el lanzamiento de un rover en 2020, que deberá aterrizar sobre el planeta, se moverá por él y taladrará hasta dos metros su superficie para sacar pruebas.

La ESA colocó el miércoles el Orbitador de Gases Traza en la órbita adecuada de Marte desde la que hará las mediciones del metano y servirá de comunicación con el rover a partir de 2020.

La función fundamental de Schiaparelli era demostrar nuevas tecnologías europeas para descenso y aterrizaje, concretamente el control de la orientación y velocidad en el contacto con la superficie.

El coste de las dos misiones es de unos 1.300 millones de euros, a los que España contribuye en un 6,7%, pero la ESA necesita más fondos y solicitará unos 300 millones de euros adicionales en la próxima conferencia ministerial, que se celebra en diciembre en Suiza