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La farmacéutica Pfizer prohíbe usar sus productos en ejecuciones en EE.UU.

  • La compañía se opone a que sus productos se usen en inyecciones letales
  • Es la última farmacéutica de Estados Unidos y Europa en dar este paso
  • Supone un varapalo para los estados que aún aplican la pena de muerte

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El logo de la farmacéutica Pfizer en una calle de Nueva York en una imagen de archivo.
El logo de la farmacéutica Pfizer en una calle de Nueva York en una imagen de archivo.

El gigante farmacéutico Pfizer ha anunciado este viernes que tomará medidas para evitar que sus productos se usen en las ejecuciones a presos condenados a muerte en Estados Unidos. Para ello, ha publicado una lista

"Estamos restringiendo la distribución de determinados productos que han formado parte de los protocolos de ejecución de determinados estados. Pfizer se opone firmemente al uso de estos productos en inyecciones letales", ha explicado la compañía en un comunicado.

La empresa ha publicado una lista con siete productos como el propofol, el bromuro de pancuronio o el cloruro de potasio, que a partir de ahora se distribuirán de forma restringida a un selecto grupo de mayoristas bajo la condición que no los vendan para inyecciones letales.

La última compañía en dar este paso

La decisión de Pfizer supone un varapalo para los estados que aún aplican la pena de muerte ya que, según The New York Times, era la última compañía farmacéutica de Estados Unidos y Europa que aún no había dado ese paso.

En los últimos cinco años, cerca de 20 farmacéuticas europeas y estadounidenses han bloqueado sus productos para tal propósito.

Ante la escasez de inyecciones letales, algunos estados como Arizona o Texas intentaron comprar los fármacos en la India, perola mercancía fue requisada por las autoridades federales a su llegada al país.

Otros han aprobado el uso de métodos alternativos como el escuadrón de fusilamiento (Utah)la silla eléctrica (Tennessee) o la asfixia con hidrógeno (Oklahoma), aunque ninguno lo ha puesto aún en práctica en los años recientes.

Finalmente, algunos estados, como la propia Texas, han obtenido los fármacos en pequeños laboratorios que mantienen en rigurosa confidencialidad para evitar que reciban amenazas de los opositores a la pena de muerte. Otros, como Ohio, se han visto forzados a suspender indefinidamente las ejecuciones.