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'Querido imbécil' da la vuelta a la violencia de género e impacta en el Alfil de Madrid

  • Una mujer déspota y su inofensivo marido protagonizan esta dramedia
  • La obra es una sátira de la violencia en la pareja más allá del machismo
  • El director, Norberto Ramos: “Habrá quien se divierta y quien se ofenda y se incomode”

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Imagen promocional de 'Querido imbécil'
Imagen promocional de 'Querido imbécil'

Lo llama imbécil, mamarracho, cobarde, poco hombre y critica todo aquello que hace y tiene: su creatividad, su trabajo y sus ilusiones. Desi, la ejecutiva agresiva, mina la identidad de Romeo maltratándolo verbal y físicamente y él no es capaz de decir que no a sus excéntricos y humillantes caprichos mientras busca desesperadamente una solución para alejarse de ella.

Querido imbécil es el último montaje del director Norberto Ramos de Val que se representa en el Teatro Alfil de Madrid, con un guión de Pablo Vázquez que la convierte en la sátira de un drama social, una tragicomedia donde los roles más extendidos en la violencia de género se invierten.

El público se ríe. Aplaude con los insultos de la dominatrix, con sus agresiones físicas y con la debilidad de Romeo. Quizá si fuera al revés esto sería impensable, pero ese es justo el objetivo de esta obra, impactar al espectador mostrándole algo a lo que no está acostumbrado, algo que no sale en las noticias y que se presenta con momentos verdaderamente hilarantes porque el guión así lo prevé. ¿Cómo se vería la violencia de género al revés?

“Habrá quien se divierta, pero también quien se ofenda y se incomode”, explica el director, reconociendo que ante lo complejo de su montaje “habrá quien no entienda nada y habrá quien entienda demasiado bien”.

Nada es tan importante ni tan sagrado que no pueda ser abordado con humor

Porque si algo precisamente tiene el teatro es la libertad de experimentar con todo tipo de temática, con más libertad incluso de lo que lo haría el cine o la publicidad. “No se me ocurre nada mejor para hacer una sátira que un problema que realmente nos preocupa y nos importa; la sátira es una de las herramientas más eficaces para abordar y afrontar un problema concreto. Nada es tan importante ni tan sagrado que no pueda ser abordado con humor”, reconoce Ramos.

Por su parte, Pablo Vázquez reflexiona sobre la evolución de los tabúes en el arte. “No tenemos los mismos tabúes que hace diez o veinte años, cuando curiosamente ni la pederastia ni la violencia de género eran temas tabú y se estrenaban con éxito películas con el título de Las que empiezan a los quince años o las Hurtado cantaban por televisión aquello del Quiero que me pegues), sino todo lo contrario”.

No todo es blanco o negro

En esta situación que se representa no es todo tan simple como verdugo o víctima. Ambos tienen parte de culpa porque sus creadores dejan “que los personajes hablen, se contradigan y se metan en jardines ellos solitos; están metiendo la pata y equivocándose constantemente”. Son personajes muy extremos, lejanos, un tanto irreales y por ello no surge la empatía al otro lado de la cuarta pared.

Quizá sea en parte porque lo que se busca no es enviar un mensaje, explicar al público qué es lo bueno y qué es lo malo o cómo deberían hacerse las cosas de forma correcta.

Una de las imágenes promocionales de la obra

Una de las imágenes promocionales de la obra noticias

“Sería muy estúpido por nuestra parte tratar de encontrar una solución en hora y media a un problema tan grave y complejo. No queremos dar respuestas, sino representar, a través del humor, un estado de las cosas, cómo han cambiado las relaciones, cómo seguimos asumiendo unos ciertos roles y unas jerarquías en ellas y cómo cada vez, justo en el momento en el que parece que tenemos más libertad de acción y de elección, estamos consiguiendo hacernos cada vez más daño y sentirnos cada vez más solos”, concluye Vázquez.

Para representar esta situación, el reparto lo conforman Álvaro Lafora, una extensión en sí misma de la comedia y miembro actual de la compañía de improvisación Improclán; y Belén Riquelme, actriz y cantante con más de 15 años de experiencia. La sorpresa y el giro argumental vienen de la mano de Mariu Bárcena, la joven que romperá la monotonía tóxica de esta pareja. La obra lleva desde el 4 de noviembre de 2015 y no tiene prevista una fecha de cierre.