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La OMS aclara que no se ha pedido al público dejar de consumir carne

  • Limitar el consumo de carne roja y procesada disminuye el riesgo de cáncer colorrectal
  • La Organización ya recomendó en 2002 reducir la ingesta de carne procesada

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Una mujer pasa por delante de una carnicería
Una mujer pasa por delante de una carnicería.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) aclara que el informe de una de sus entidades independientes, que confirma que la carne procesada es cancerígena, no pide al público que deje de consumir este producto, sino que indica que su consumo limitado conlleva un menor riesgo de sufrir cáncer colorrectal. "Comer carne tiene beneficios conocidos para la salud", recuerda la organización que remite a las recomendaciones de los organismos sanitarios nacionales de limitar el consumo de estos productos ya que también están vinculados "al incremento del riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares, diabetes y otras afecciones".

En respuesta a la polémica desatada, y avalando los 50 años de experiencia de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC, en inglés), la OMS ha emitido un comunicado recordando que, ya en 2002, la organización recomendaba moderar el consumo de las carnes preservadas para reducir el riesgo de cáncer. Esa recomendación figuraba en un informe sobre "Dieta, nutrición y prevención de enfermedades crónicas".

Por otra parte, la organización ha anunciado que su grupo de expertos encargado de evaluar de forma regular la relación entre alimentación y enfermedades se reunirá a comienzos del próximo año para establecer las implicaciones para la salud pública de la más reciente información sobre la carne y determinará cuál debe ser "el lugar de la carne procesada y de la carne roja en una dieta sana".

El riesgo aumenta con la cantidad

Al tiempo que hacía esta declaración, la organización ha publicado también un documento con 27 preguntas y respuestas sobre el asunto en el que explica que, según los estudios analizados, "el riesgo generalmente aumenta cuando aumenta la cantidad de carne consumida" aunque considera imposible establecer un nivel seguro de consumo porque los datos analizados "no permiten extraer una conclusión".

De acuerdo con los datos de 10 de los trabajos estudiados, "el riesgo de padecer cáncer colorrectal aumenta entorno a un 18% por cada porción de 50 gramos de carne procesada consumida de forma diaria".

Asimismo, reconoce que el riesgo de la carne roja es más dificil de estimar porque las pruebas de que este tipo de carne provoque cáncer son "menos sólidas". Sin embargo, si este se comrpobase, datos de los mismos estudios sugieren que el riesgo podría aumentar "un 17% por cada porción de 100 gramos consumida diariamente".

En cuanto al modo de preparación y conserva de la carne, la OMS no emite ningún tipo de recomencación. Al tiempo que asegura que -a pesar de no haberlos analizado a fondo- los efectos del cocinado a alta temperatura "generan compuestos que podrían contribuir al riesgo gancerígeno", tampoco cree tener bastantes datos para emitir un juicio sobre su consumo en crudo, aunque remite a sus recomendaciones sobre el riesgo de infección.

La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer hizo público el lunes un informe que clasifica en la escala de "cancerígena" la carne procesada y en la de "probablemente cancerígena" la carne roja, lo que ha causado una ola de preocupación entre los consumidores y el rechazo de la industria más directamente relacionada con este sector.