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El juez Castro concede la libertad condicional al histórico exetarra Txelis

  • Álvarez Santacristina, Txelis, fue expulsado de ETA en 1998
  • Estaba condenado a 30 años de cárcel por asesinato terrorista
  • Sólo acudirá a prisión una vez al mes para firmar, hasta diciembre de 2019

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Foto de archivo de 'Txelis' en su extraditación de Francia a España en 1999
Foto de archivo de 'Txelis' en su extraditación de Francia a España en 1999.

La Audiencia Nacional ha concedido la libertad condicional al histórico exetarra José Luis Álvarez Santacristina, Txelis, que en los últimos años se encontraba acogido a la vía Nanclares y que fue expulsado de la banda después de cumplir las tres cuarta partes de su condena, pedir perdón a las víctimas y reconocer el daño causado cuando estaba en ETA.

El juez central de vigilancia penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, ha adoptado esta decisión a propuesta de la Junta de Tratamiento del centro penitenciario de San Sebastián y con el visto bueno de la Fiscalía. Su condena finaliza en diciembre de 2019 y, tras la decisión del juez, sólo tendrá que ir a la cárcel una vez al mes para firmar.

En su auto, Castro recuerda que Txelis ha manifestado "de forma expresa" su renuncia a la violencia y el abandono de la banda terrorista ETA, de la que fue expulsado, además de haber pedido "de forma pública y privada" perdón a las víctimas "directas e indirectas de su actividad delictiva".

Pronóstico "favorable y de reinserción social"

En el auto, al que ha tenido acceso Europa Press, el magistrado José Luis Castro argumenta que Txelis "ha cumplido las tres cuartas partes de su condena (el 25 de diciembre de 2014), está clasificado en tercer grado, observa buena conducta y existe un pronóstico individualizado y favorable de reinserción social".

Estos motivos han llevado al juez a concluir que "concurren los requisitos objetivos y subjetivos mínimos y necesarios para la obtención del último grado de cumplimiento de la pena privativa de libertad".

El etarra fue detenido en 1992 en la histórica operación policial de Bidart (Francia) que hizo caer a la entonces cúpula de ETA, de la que también formaban parte Francisco Múgica Garmendia, alias Pakito, y Joseba Arregi Erostarbe, alias Fitipaldi. El operativo se llevó a cabo tan sólo unos días antes del inicio de la Expo de Sevilla y meses antes de los Juegos Olímpicos de Barcelona.

Tras pasar los primeros años de condena en el país vecino, en 1999 fue trasladado a España. Considerado el ideólogo de aquel directorio, Álvarez Santacristina cumplía condena por un asesinato terrorista en grado de inducción y multitud de delitos de amenazas de las cuales muchas terminaron en atentados mortales de la banda terrorista.

En concreto, fue condenado a 30 años de cárcel por ordenar al "comando Ekaitz" el asesinato del ex secretario de Estado Manuel Broseta a principios de 1992. Además había redactado un listado con decenas de objetivos de la banda.

Desvinculado de ETA desde 1998

Según han informado a Europa Press fuentes conocedoras de la situación de este interno, Álvarez Santacristina llevaba años desvinculado de ETA y gozaba del tercer grado penitenciario con la prisión vasca de Martutene como centro de referencia. Su situación le permitía ejercer de profesor de euskera en un centro educativo de Álava, concretamente en el "Txema Finez" (nombre del ex número dos de la Consejería de Justicia del Gobierno vasco durante el mandato del socialista Patxi López, ya fallecido).

Con la libertad condicional, Txelis ya no volverá a la cárcel más que para firmar una vez al mes, aunque no acabará de cumplir condena hasta el 21 de diciembre de 2019. Otra de las condiciones que le impone el juez para mantener esta situación es la de que siga pagando las indemnizaciones a sus víctimas. En concreto aporta 150 euros mensuales. "Un impago injustificado puede ser causa de revocación de libertad condicional", advierte el auto.

Tras ingresar en prisión, Txelis -ex seminarista- abrazó la religión y protagonizó uno de los distanciamientos más rápidos de sus ex compañeros. La dirección de la banda decidió su expulsión definitiva el verano de 1998. Le acusaban de promocionar un "claro intento de escisión".

El detonante fue otro documento suscrito por él y otros cinco presos etarras en el que mostraban su rechazo al asesinato del concejal del PP de Ermua, Miguel Ángel Blanco. En la misiva sostenían que "la lucha armada de ETA está conociendo como nunca el desprestigio político y social".

"He asumido ante Dios, ante mi pueblo y ante ustedes que h trabajado en ETA para bien y para mal, también de mi conciencia", dijo en 2001 un juicio contra sus ex compañeros Pakito y Fitipaldi. En el auto del juez dictado este viernes se añade que "en alguna ocasión a raíz de algún atentado terrorista, se ha dirigido a los funcionarios manifestando su pesar y disculpándose".