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La Policía y el Ejército sudafricanos toman el centro de la violencia xenófoba en Johannesburgo

  • Han detenido a cuatro personas, han tomado huellas y han requisado pruebas
  • Las redadas continuarán en los próximos días en los alrededores de la capital
  • Sudáfrica vive la peor ola de violencia xenófoba desde el pasado marzo

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Un agente de la policía sudafricana apunta con su pistola a dos de los habitantes del albergue de trabajadores de Jeppestown, en Johanseburgo.
Un agente de la policía sudafricana apunta con su pistola a dos de los habitantes del albergue de trabajadores de Jeppestown, en Johannesburgo.

La Policía de Sudáfrica ha tomado en la madrugada del martes, con el apoyo del Ejército, un albergue de trabajadores exclusivamente masculino y de mayoría zulú del barrio de Jeppestown, en el corazón de Johannesburgo, considerado uno de los epicentros de la violencia xenófoba que ha provocado siete muertos y miles de desplazados en el país.

La Policía ha detenido a cuatro personas y ha requisado grandes cantidades de alcohol y marihuana y equipos de música, ordenadores, impresoras y otros bienes que podrían ser robados. Además, durante el registro se han tomado huellas dactilares, para compararlas con las almacenadas en sus bases de datos y un helicóptero ha sobrevolado la zona durante la redada.

En una operación que ha llenado de soldados el centro de Johannesburgo, decenas de policías fuertemente armados han irrumpido al filo de la pasada medianoche cubiertos por los militares en la instalación cuyos moradores son los supuestos responsables de algunos de los peores ataques contra inmigrantes que ha vivido Sudáfrica desde marzo, además de haber cortado el tráfico, quemado coches y edificios y levantado barricadas en la calzada.

La violencia xenófoba se intensificó en Sudáfrica a finales de marzo, después de que el rey del pueblo zulú pidiera a los inmigrantes africanos que se marcharan de Sudáfrica. Los actos contra extranjeros comenzaron en la región oriental de KwaZulu-Natal y se extendieron después a Johannesburgo, especialmente entre jóvenes zulúes.

Vecinos sudafricanos y extranjeros contactados por Efe en Alexandra, un suburbio de la provincia de Gauteng (al norte de Johanesburgo) que podría ser el próximo destino de la misión tras los altercados xenófobos del fin de semana, se han mostrado favorables a la intervención del ejército, que esperan que devuelva la calma a las calles del barrio.

La presencia del ejército, clave en los registros

En Jeppestown, la policía ha obligado a los residentes del albergue a echarse al suelo en los estrechos pasillos, de paredes desconchadas y sucias para inspeccionar los dormitorios uno por uno y sin dejar de apuntarles con sus armas, les han hecho levantarse y responder de cualquier hallazgo sospechoso.

Aunque los habitantes de la residencia han seguido las órdenes de la policía y no han opuesto resistencia durante el registro, tras la retirada del ejército han vuelto a mostrarse desafiantes, profiriendo gritos hacia la policía y los periodistas.

Según fuentes policiales, las redadas de edificios sospechosos de alojar a delincuentes, no necesariamente relacionados con los ataques a inmigrantes, y puntos calientes de la oleada de xenofobia continuarán este martes y en los próximos días en Johannesburgo y otros puntos del país.

Objetivo: "recuperar las calles"

Presente en las inmediaciones del albergue de Jeppestown, la comisaria nacional de policía, Riah Phiyega, ha asegurado que la acción conjunta del cuerpo que dirige y el ejército tiene como objetivo "recuperar las calles".

En el mismo sentido se pronunció el lunes la ministra de Defensa, Nosiviwe Mapisa-Nqakula, que aseguró que el Gobierno desplegaría el ejército en el township de Alexandra (norte de Johannesburgo) y otros puntos del país para atajar la violencia xenófoba.

El anuncio de la ministra hizo pensar en un primer momento que los soldados patrullarían por Alexandra, y la operación en Jeppestown ha pillado por sorpresa a los medios y a la opinión pública.

Mapisa-Nqakula ha explicado que estas misiones tienen como objetivo "recuperar la autoridad" de un Estado que en las últimas semanas se ha visto desbordado por los actos de pillaje contra comercios extranjeros y agresiones a inmigrantes.