Enlaces accesibilidad
Accidente de avión en Francia

El copiloto que estrelló el avión en Francia estaba de baja médica y lo había ocultado

Por
El copiloto estaba de baja médica y lo había ocultado a la aerolínea

La fiscalía de Düsseldorf ha informado este viernes de que Andreas Lubitz, el copiloto que presuntamente estrelló deliberadamente el avión de Germanwings tenía un certificado médico de baja por enfermedad, que había roto y ocultado a la empresa, así como otros documentos que demuestran que estaba en tratamiento. Germanwing ha dicho que no recibió ninguna notificación.

La fiscalía de Düsseldorf no ha querido especificar la naturaleza de la enfermedad, pero este viernes ya adelantaba el diario alemán Bild, que Lubitz había recibido tratamiento psiquiátrico por un "grave episodio depresivo" hace seis años. Otros medios alemanes también lo confirman.

El hecho de que entre los documentos encontrados en el registro de su domicilio hubiera "bajas médicas rotas, actuales e incluso vigentes para el día de los hechos" indica que el afectado "ocultó a su empleador y a su entorno profesional" su enfermedad, señala la fiscalía.

El diario Süddeutsche Zeitung asegura que esa baja médica hallada fue emitida por un neurólogo y psiquiatra.

Por su parte el periódico berlinés Der Tagesspiegel informa, por su parte, de que el copiloto había seguido un tratamiento por depresión en la Clínica Universitaria de Düsseldorf. En un comunicado, ese centro médico ha aclarado que efectivamente Lubitz había sido atendido ahí y que su última visita de produjo el día 10 de marzo. Ha calificado no obstante de "incorrecto" que fuera para un tratamiento por depresión y ha indicado que había sido para contrastar diagnósticos, sin dar más detalles. La clínica se ha amparado en el precepto de la confidencialidad médica, que impide concretar esos extremos, aunque trasladado la información pertinente a la Fiscalía de Düsseldorf.

Fuentes de la fiscalía han negado que se hubiera encontrado en su casa una carta de despedida. Señalan además que no hay evidencias políticas o religiosas detrás de su actuación.

Tanto las autoridades francesas como las alemanas han descartado la hipótesis del terrorismo, pero los investigadores no han podido todavía esclarecer el motivo que ha llevado a Andreas Lubitz, de 27 años, a estrellar deliberadamente el avión. La policía alemana registró este jueves durante horas las dos viviendas del copiloto -la de sus padres y la propia, en Düsseldorf-.

La prensa alemana se refiere a una depresión

Una de las lagunas a las que se aferra la investigación es un período de seis meses en el que el copiloto interrumpió voluntariamente su formación.

Bild: sufrió ataques de pánico y una depresión de profunda

Sin embargo, el periódico Bild asegura haber tenido acceso a un informe de la escuela de aviación de Phoenix (Arizona), donde se encuentra la sede de Lufthansa y en la que se forma a los pilotos, que declara a Lubitz no aptó para volar y recomienda un seguimiento médico especial. Además, en 2008 tuvo que abandonar un curso de formación por ataques de pánico y en 2009 pasó, señala, por un episodio depresivo profundo.

Bild, citando documentos internos y fuentes de Lufthansa, indica que Lubitz pasó un año y medio recibiendo tratamiento psiquiátrico. El "grave episodio depresivo" a que se refiere el periódico quedó constatado, según el rotativo, en el acta sobre el copiloto del departamento de tráfico aéreo alemán bajo el código "SIC", que se refiere a la necesidad de que el afectado se someta a "controles médicos periódicos".

La compañía confirmó este jueves la interrupción de su formación, pero sin confirmar la causa por confidencialidad médica. Sí dejó claro que a su regreso aprobó satisfactoriamente las pruebas físicas y psicológicas y destacó los "reconocidos test" de selección del personal de vuelo de Germanwings que ha calificado de "muy concienzudos".

Un profesional "impecable"

Lubitz se incorporó a la aerolínea en 2013 y acumulaba 630 horas de vuelo. Personas próximas al copiloto lo describen como un tipo afable que no había manifestado nunca intención o deseo de hacer daño a los demás. El presidente de la aerolínea Lufthansa, Carsten Spohr, le calificó como un profesional "impecable" y "apto 100% para el vuelo, sin ningún tipo de peculiaridad"

El copiloto del avión de Germanwings accidentado en los Alpes franceses, Andreas Lubitz, vivía en un piso en Düsseldorf, aunque iba los fines de semana a Montabaur, a unos 150 kilómetros de Colonia. Desde la compañía aérea del avión de Germanwings, venían repitiendo que el accidente era inexplicable, y descartaban fallos técnicos, antes de conocerse que segúnu laa grabación de la caja negra Lubitz tenía la "voluntad de destruir el avión".

En el audio de la caja negra del avión hallada el martes puede escucharse cómo, desde el despegue en Barcelona y durante los primeros 20 minutos, los pilotos hablan en alemán de forma tranquila. Después, el comandante hace un resumen del aterrizaje previsto en Düsseldorf a las 11.55.

Las respuesta del copiloto son "lacónicas, breves", según el fiscal. A las 10.30 el comandante pide al copiloto que asuma el mando. Se oye el sonido de una silla que se arrastra, abre la puerta, y sale de la cabina de control de mando, presumiblemente para ir a hacer sus necesidades.

Poco después, se percibe cómo el comandante primero llama suavemente para volver a entrar, luego lo hace con fuerza, y por último intenta derribar la puerta sin obtener en ningún momento respuesta de su compañero, que no hace ninguna comunicación de auxilio hasta el momento en el que el avión se estrella.

Justo antes del impacto final, en el audio se oye el ruido de un primer impacto con un talud antes de estrellarse definitivamente en la montaña.