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Más de 200 muertos en el peor temporal de nieve en Afganistán en 30 años

  • La mayoría de las víctimas han muerto en aludes
  • La región más afectada es la de Panjshir, al noroeste
  • Las autoridades advierten de una posible crisis humanitaria

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Familiares de los fallecidos en una avalancha en Bazarak, provincia de Panjshir, Afganistán
Familiares de los fallecidos en una avalancha en Bazarak, provincia de Panjshir, Afganistán

Más de 200 personas han muerto hasta el momento en Afganistán en el peor temporal de nieve que vive el país en los últimos 30 años.

Solo en las últimas 48 horas han muerto 208 personas, según fuentes oficiales, la mayoría de ellas en la provincia nororiental de Panjshir, la más afectada, donde ha habido 190 muertos.

Las últimas víctimas mortales se produjeron este miércoles cuando varias casas fueron sepultadas por la nieve, según ha declarado a Efe el gobernador provincial, Abdul Rahman Kabiri. Las operaciones de rescate prosiguen con la ayuda de las fuerzas de seguridad y se teme que el número de muertos aumente.

Además, al menos 15 personas continúan atrapadas en una zona remota de la región y las autoridades desconocen si continúan con vida.

Nunca había visto tanta nieve en mis sesenta años de vida

"La nieve era tan fuerte y pesada, nunca había visto tanta nieve en mis sesenta años de vida. Durante varias horas, ni siquiera pudimos llegar hasta nuestros vecinos", ha declarado a Reuters Joda Dad, vecino de una de las aldeas afectadas.

Otras 10 personas han muerto en la provincia central de Parwan a causa de las avalanchas y el frío, y ocho han fallecido en las regiones orientales de Nangarhar y Laghman. El domingo, en la provincia de Badajshan, murieron doce personas en otro alud.

Las autoridades afganas han advertido de que el temporal puede desencadenar una crisis humanitaria ya que muchas poblaciones han quedado incomunicadas.

A pesar del peligro que supone, la nieve es vital para Afganistán. El país tiene un clima semi-árido y una deficiente red de irrigación, por lo que muchos agricultores dependen del agua del deshielo para regar sus plantaciones en primavera y verano.