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Llega a puerto italiano el Ezadeen, el barco mercante con 450 inmigrantes a bordo

  • La embarcación fue localizada este jueves a la deriva y sin tripulación
  • El desembarco de los inmigrantes se ha complicado por problemas técnicos
  • La Guardia Costera ve el abandono de barcos como nueva estrategia de mafias

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Un nuevo carguero lleno de inmigrantes llega a las costas italianas

El mercante "Ezadeen", con cientos de inmigrantes a bordo y cuyo control asumieron las autoridades italianas tras ser descubierto este jueves abandonado en alta mar, ha llegado en la noche de este viernes puerto de Corigliano Calabro, en el sur del país.

El desembarco de los inmigrantes, 450 personas según el servicio italiano de guardacostas, se ha producido con mayor lentitud de lo normal debido a unos problemas técnicos.

Numerosos efectivos de protección civil y de servicios de asistencia esperan en el muelle el desembarco de los inmigrantes, al parecer en su mayoría de origen sirio y que podrían haber embarcado en algún puerto de Turquía.

Por segunda vez en apenas tres días, después de que el pasado 31 de diciembre se interviniese un carguero que transportaba a unos mil clandestinos, la Guardia Costera ha evitado una posible catástrofe, ya que estos barcos podrían haber chocado con rocas al encontrarse a la deriva, causando un naufragio fatal.

La Guardia Costera italiana advierte de que este tipo de abandono de embarcaciones en alta mar puede tratarse de una nueva estrategia de las mafias.

Abandonado y averiado

Las operaciones de desembarco se han visto complicadas por el hecho de que la maquinaria del barco, que al parecer carece de electricidad, ha podido resultar dañada, según ha explicado a la prensa Francesco Perrotti, comandante de la Capitanía del puerto.

El carguero había sido abandonado en aguas del mar Jónico e intervenido esta mañana por la Guardia Costiera (guardacostas), seis de cuyos miembros tomaron el control del buque.

La nave, al parecer matriculada en Sierra Leona, fue hallada abandonada por su tripulación a 40 millas (70 kilómetros) del Cabo de Leuca (Lecce, sur de Italia).

Los guardacostas la dirigieron a la velocidad de 3 nudos (6 kilómetros por hora) hacia el puerto calabrés de Crotona, aunque luego se decidió llevarlo al de Corigliano Calabro, en una zona protegida del Golfo de Taranto.