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La ONU pide 6.700 millones de euros para paliar la crisis humanitaria siria

  • En un fondo para refugiados, desplazados y otros damnificados de la guerra
  • El Consejo de Seguridad prolonga un año la autorización de ayuda humanitaria

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Ciudadanos sirios aisten a un concierto en Damasco una actividad promovida por la ONU en favor de los damnificados por la guerra en Siria.
Ciudadanos sirios aisten a un concierto en Damasco una actividad promovida por la ONU en favor de los damnificados por la guerra en Siria.

Naciones Unidas ha lanzado dos grandes iniciativas para recabar hasta 8.400 millones de dólares (6.740 millones de euros) para proveer de ayuda humanitaria a los 18 millones de personas afectados por el conflicto en Siria. Esta medida se une a la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU de prolongar un año su autorización a la entrada de ayuda humanitaria en el país, decisión unánime que no cuenta con el consentimiento del gobierno de Bashar al Assad.

Estos dos grandes planes, presentados en Berlín, persiguen obtener de la comunidad internacional los fondos precisos para paliar las necesidades básicas durante este invierno de refugiados, desplazados y otros damnificados por la guerra civil de Siria, que avanza hacia su quinto año.

El primer mecanismo de la ONU, denominado el Plan de Respuesta Estratégico para Siria 2015 (SRP), busca atender las "necesidades humanitarias agudas dentro de Siria" y espera recabar 2.900 millones de dólares (2.327 millones de euros) para dotar a 12,2 millones de personas de "protección, asistencia para la supervivencia y medios de vida".

Un fondo específico para refugiados y acogidos

El segundo mecanismo, llamado Plan Regional para Refugiados y Recuperación (3RP), aspira a obtener hasta 5.500 millones de dólares (4.413 millones de euros) para sostener económicamente a los seis millones de personas que habrán tenido que abandonar Siria para finales de 2015, según estimaciones de la ONU, y ayudar a otro millón de "vulnerables" en los lugares de acogida.

La iniciativa 3RP significa, en palabras de Naciones Unidas, un "giro estratégico" en la forma en la que se estaba hasta ahora administrando la ayuda humanitaria en la región.

El nuevo plan opta por programas a largo plazo para mejorar las condiciones generales de los refugiados y de las personas en las regiones de acogida.

El 3RP distingue entre la ayuda directa a refugiados, que incluye alimentación, refugio y efectivo para quienes han abandonado su hogar a causa de la guerra, y el "componente recuperación" para quienes acogen a los refugiados con programas de asistencia de carácter económico.

Cinco años de guerra civil

El lanzamiento de estos dos mecanismos de Naciones Unidas tuvo lugar poco después de que, este mismo mes, el Programa Mundial de Alimentos de la ONU tuviese que amenazar con cerrar su actividad en Siria por falta de apoyo financiero para obtener nueva financiación.

Los problemas económicos en gran parte de Occidente y la ralentización en las economías emergentes han llevado a muchos gobiernos a recortar sus aportaciones a proyectos globales de ayuda humanitaria y, en algunos casos, a no cumplir con sus compromisos de financiación.

La guerra civil siria, que enfrenta a los fieles del dictador Bashar al Asad, los yihadistas del Estado Islámico (EI) y la oposición moderada, avanza hacia su quinto año sin un fin predecible a la vista y, según datos de la ONU, ha causado más de 200.000 muertos y unos 12 millones de refugiados, de los que la mitad son menores de edad.

Un año más de ayuda humanitaria

Este miércoles, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad prolongar un año la entrada de ayuda humanitaria a Siria, donde, según sus datos, 12,2 millones de personas necesitan ayuda con urgencia, lo que supone un incremento de casi tres millones de personas en los últimos diez meses.

Para poner en perspectiva estas cifras, el embajador australiano en Naciones Unidas ha recordado que la quinta parte de los desplazados de todo el mundo se encuentra en Siria.

El nuevo texto, respaldado por Australia, Jordania y Luxemburgo, renueva hasta el 10 de enero de 2016 las disposiciones de la resolución 2165, adoptada por el Consejo el pasado 14 de julio y que marcaba la primera vez en que las necesidades humanitarias se imponían a la soberanía de una nación.