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'Goya en Madrid', verdades de un maestro escritas en el cartón de un tapiz

  • El Prado ofrece un novedoso acercamiento a los cartones para tapices de Goya
  • Dispone comparándolas más de 140 obras de Goya y otros autores coetáneos
  • La exposición puede visitarse entre los días 28 de noviembre y 5 de mayo

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Los cartones de Goya en el Museo del Prado

Tras la pérdida de los territorios españoles de Flandes y la interrupción de los envíos desde los talleres de Bruselas a la Corona de España, Felipe V creó en 1720 la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara para proveer a la Corte. Según la Universidad de Zaragoza, Francisco de Goya pintó para la Fábrica desde 1775 hasta 1800, aunque su último trabajo fue en 1794 y tampoco pintó entre 1780 y 1786. Durante doce años creó no menos de 63 bocetos y cartones como modelos para tapices de la Real Casa.

El trabajo para la fábrica trae a Goya a la corte y determina su establecimiento definitivo en la capital. "En Madrid, Goya conoce la colección real y se inspira en algunas obras, como el tema de La riña de los gatos, pero rompe con la tradición y la transforma en las escenas contemporáneas de su tiempo", explica a RTVE.es Gudrun Maurer, conservadora del Museo del Prado y una de las comisarias de la exposición Goya en Madrid. Cartones para tapices 1775-1794 ofrecida por la institución y presentada este jueves.

La muestra puede visitarse entre el 28 de noviembre y 3 de mayo y, aunque los tapices son una parte de la obra del pintor bien conocida, el Prado organiza de manera novedosa los trabajos del maestro aragonés junto a los de otros autores, más de 140 obras en total, para plantear una visión diferente al visitante descifrando claves fundamentales en la evolución del pensamiento del artista.

Pasos de maestro en grupos temáticos

"Hemos organizado la exposición por temas, de los que hemos elegido nueve que aparecen en los cartones Goya como son la música y el baile, los sueños, las clases sociales o las cuatro estaciones, y cierra con el aire y el vuelo, donde puede verse La cometa" describe Maurer. Compartiendo sala, obras de sus predecesores como Tiziano, Velázquez o Rubens, pero también pinturas, esculturas y dibujos de otros artistas que trabajaron para las decoraciones reales en la segunda mitad del siglo XVIII como Francisco y Ramón Bayeu, José del Castillo y Mariano Salvador Maella.

"Esto permite comparar los cartones con otras obras, por ejemplo algunos de sus contemporaneos que presentan otros conceptos, ideas adoptadas en el siglo XVIII porque la visión del mundo cambia. El modo en que Goya trata estas temáticas revela su evolución", señala la comisaria, y añade como ejemplo que "este es el siglo de la sentimentalidad. Es un concepto que sigue Ramón Bayeu pero vemos claramente como Goya va por otro camino".

Maurer apunta los pasos que sitúan la calidad del aragonés: "Cuando el pintor llega a Madrid se incorpora a la primera serie de un proyecto dirigido por Ramón y Francisco Bayeu. En la segunda serie, donde pinta La Merienda, Goya sabe perfectamente quién es. Son cartones realizados bajo la dirección de Mengs, primer pintor de cámara del Rey que conocía muy bien la calidad del recién llegado. Posteriormente Mengs deja dicho que Goya podrá trabajar por si mismo, sin dirección ajena".

Estampas de su tiempo

Como trabajo accesorio en su tiempo -la obra final era el tapiz producido por la fábrica-, "los cartones se perdieron de vista inmediatamente después que fueran realizados", comenta la responsable, que continúa dando cuenta de un periplo incierto con un final feliz, afortunadamente. "Los pintores los entregaban a la Real Fábrica donde se quedaban, y tras varias series de tapices, al cabo de 20 años, desaparecieron. A mediados de siglo, en 1857 fueron trasladados a los sotanos del Palacio Real donde quedaron enrollados sin haber sido vistos por nadie, y en 1869 los encontró allí el historiador Gregorio Cruzada Villaamil, que escribió el primer catálogo de estas pinturas".

La presentación habitual de esta serie de obras consiste en organizarlas cronológicamente, vinculadas a su función como cartones para tapices en los sitios reales del Escorial y el palacio del Pardo. Ahora la muestra compara y enfrenta entre sí los cartones conectándolos a su vez con la obra de otros artistas coetáneos y del pasado para revelar las conexiones del artista con la tradición, su inspiración en el mundo clásico y sus variadas fuentes contemporáneas.

Goya en Madrid mostrará tanto el mundo de su tiempo como los intereses del artista a través de las clases sociales, el mundo infantil, el baile y la música, o la crítica de asuntos contemporáneos, como el matrimonio desigual. Goya recrea la sociedad y la vida de su tiempo según su propia visión de la realidad y de modelos que han quedado cristalizados en el imaginario colectivo de lo español y, sobre todo, de lo madrileño: los majos y las majas, que en composiciones como La merienda, La riña en la venta nueva, El cacharrero, La vendimia, o La nevada Goya dota de un carácter universal.

Esta exposición coincide con el proceso de renovación, inscrito en el Programa de Reordenación de Colecciones, que se llevará a cabo en las salas de la planta segunda de la zona sur del Museo que albergan las colecciones de tapices de Goya y de pintura española del siglo XVIII.