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Enrique González Macho: "Los que han hecho películas este año son héroes"

  • El presidente de la Academia termina mandato en abril
  • Espera que sus terceros y últimos Goyas no se politicen y sean amenos
  • Afirma que las entradas de precio reducido "no dejan un duro"
  • Cree que Montoro "no tiene ni idea de cine español"

Por
GONZÁLEZ MACHO AFRONTA SUS ÚLTIMOS GOYA SIN DISCURSO, PENDIENTE DEL GOBIERNO
El presidente de la Academia de Cine, Enrique González Macho, en su despacho de la Academia de cine junto al busto de Pilar Miró.

El presidente de la Academia de Cine apura su mandato (finaliza en abril de este año) con su tercera gala de premios Goya en el horizonte. Tres años marcados por el descenso en picado de la taquilla y caída de actividad general en el sector audiovisual. “La época más jodida que le ha tocado a alguien: cambio político, crisis económica… me falta una guerra civil”, lamenta.

El miércoles pasado quiso ir al cine para ver El lobo de Wall Street pero no quedaban entradas debido a los precios reducidos que están llenando los cines ese día. No le consuela porque “no deja un duro”, dice.

Antes de cerrar la puerta de la Academia y volver a su despacho de los cines Renoir, González Macho culpa al Gobierno de dejar morir al cine de inanición y espera una gala de Los Goya ligera, amena y centrada exclusivamente en la entrega de las estatuillas. Será difícil para los académicos encontrar un sustituto que represente como él los tres sectores de la actividad cinematográfica: producción, distribución y exhibición.

PREGUNTA.: ¿Está sobredimensionada la figura de presidente de la Academia?

RESPUESTA.: Sí, incluso dentro de la Academia. Gente que la confunde con sindicato, gente que la confunde con una patronal pero, sobre todo, la gente piensa que nosotros legislamos, que somos el Ejecutivo. ¡Qué más quisiéramos! Dicen: “La Academia no ha hecho no sé qué”. La Academia no se sienta en el Consejo de Ministros.

P.: ¿Y tú mismo te has encontrado muros que pensabas que no existían?

R.: Indudablemente. En el fondo es como una película, piensas que puedes hacer algo y te das cuenta que no. Si necesitas cuadrigas y no tienes dinero para las cuadrigas no puedes hacer una película con cuadrigas.

P.: Cuando en mayo cerraste tu distribuidora Alta Films ¿se te pasó por la cabeza dimitir como presidente de la Academia?

R.: No, son cosas diferentes. La Academia tiene un mandato, yo lo cumplo y no hay más.

P.: Me refiero a la impotencia de remontar la situación mientras otras distribuidoras continúan.

R.: No, lo único que ahora le dedico más tiempo que antes. Lo cual es bueno, o malo, no lo sé. Pero son cosas completamente diferentes. Es jodido, pero es como es.

P.: ¿Te faltaba tiempo antes en la Academia?

R.: He estado un poquito agobiado estos años y sigo estándolo porque son muchas cosas. Todo el mundo se fija en Los Goya, que es importante, pero la Academia es todo el año, a diferencia de las europeas. La francesa lo que hace es una fiesta todos los años y se acabó. No hacen más que eso. Esto es una fábrica que está continuamente funcionando: ciclos, seminarios, másters…

P.: Te has mojado en Internet con el apoyo a Filmin, pero hace dos años, en tu primer discurso, te opusiste al discurso de Álex de la Iglesia de tu primer discurso“Internet es la salvación del cine

R.: Me he mojado hasta las pestañas pero, mira por donde, lo único que personalmente me contenta, e industrialmente me apena, es que tenía razón. Han pasado tres años del discurso de Álex y decían que era para ya, que esto se acababa porque llegaba Internet. Pero no. Me llamaron dinosaurio, antiguo. Alex escribió un artículo de la hostia. Y yo lo único que hacía era constatar la realidad, no he aventurado nunca nada. La realidad la puedo constatar: estamos peor que antes. Y han pasado tres años.

P.: ¿Cuál es tu relación con Álex?

R.: Con Álex de la Iglesia tengo la misma relación que tiene España con Álex: un día te ama y al día siguiente te odia. Es bipolar. En San Sebastián no me dijo ni hola y el otro día vino a darme abrazos y decirme cuánto me quiere. Tiene una personalidad muy fuerte.

P.: Si resumimos la situación de la industria cultural como una lucha de intereses en la que están, por un lado las empresas tecnológicas y de telecomunicaciones  presionando al Ministerio de Industria, y, por otro, las empresas culturales presionando al Ministerio de Cultura, y como resultado gana el más poderoso…

R.: Siempre.

P.: ¿Hay que matizar mucho ese cuadro?

R.: No. Cada uno está en un terreno y defiende lo que considera que tiene que defender. Yo creo que acabaremos conviviendo bien porque no hay otra salida. Internet no tendría sentido sin contenidos y los contenidos no tendían sentido sin difusión, por lo cual espero que las cosas se vayan asentando.

Internet no tendría sentido sin contenidos y los contenidos no tendían sentido sin difusión

Me parece maravilloso y magnífico que el Gobierno proteja a las grandes empresas de telecomunicaciones, las navieras, las aeronáuticas y las náuticas. Es su obligación. Ahora bien, lo que se debe buscar es la cooperación entre todos los sectores para que el desarrollo de unas no hunda a otras que pueden ser no igualmente importantes económicamente, pero sí igual o más importantes que las otras desde el punto de vista de difusión cultural. El único cambio es que Internet está afectando a otros sectores a los que antes no les afectaba, como el editorial o el vuestro. Y se han dado cuenta de que habrá que hacer algo que en el fondo se reduce a que cada cosa tenga su justo precio.

P.: ¿Piensas que hay comprensión de esa situación en la sociedad?

R.: Es difícil porque competir con el todo gratis es muy difícil, sobre todo cuando les has educado e incitado a eso. Pero lo sería hasta para respirar. Si llega un momento en que hay una polución terrible y hubiera que pagar un impuesto para hacer la depuración del  aire y poder respirar sanamente, también habría una oposición. Dirían: “No, es que el aire es gratis”, pero, cuidado, a lo mejor el aire gratis que estás inhalando te mata.

P: Cuando llegó a la Academia, impulsó una serie de reuniones con los medios de comunicación para combatir la imagen de que el cine español no se financia solo de ayudas y otros supuestos mitos. ¿Ha servido de algo? 

R: Hay un sector ahí que sigue más o menos irredento, qué le vamos a hacer. Es muy difícil de cambiar. Pero, por lo demás no tengo mayores quejas de la prensa en general.

P.: Llegan Los Goya. ¿Crees que será una gala politizada?

R.: No sé lo que pasará. Que sea lo más ligera y amena posible. Y, sobre todo, que es la entrega de 29 goyas y ese es el eje. Todo lo demás es accesorio.

La gala es la entrega de 29 goyas. Todo lo demás es accesorio

P.: En julio, los productores anunciaron aquí en la Academia un acuerdo para impedir que el cine español se viera de manera ilegal en Youtube

R.: Sinceramente, no lo sé. Es un avance porque Youtube, por lo visto, ahora quita las películas que están sin derechos. Aunque es un avance traicionero: ¿Es necesario que las naranjas estén una tienda para que sepas que no tienes que cogerlas del árbol del agricultor? Lo que se ha conseguido es que las naranjas que estén en el campo no estén al alcance de la mano, pero nada más.

P.: Sobre una futura Ley del cine y su llegada…

R.: Eso quisiera saber yo. Nosotros hemos hecho los deberes y  hemos presentado las propuestas. El que ha incumplido es el Gobierno, que puso unos plazos y no los ha cumplido. No acaban de contestar, no acaban de definir un modelo. No hay reglas del juego.

P. Berlanga decía que no se necesitaba un legislador, sino un traductor del modelo francés.

R.: Eso lo decimos muchos desde hace muchos años.

P.: La Academia no legisla, pero si tuvieras carta blanca ¿tirarías más por un modelo francés financiado con un impuesto que grava cada entrada de cine o por el modelo de desgravación anglosajón?

R.: No lo sé. Es muy difícil trasponer el modelo de un país a otro porque luego cada país tiene un sistema administrativo parecido, pero nunca igual. El impuesto sobre entradas sería muy complejo porque España  tiene un sistema fiscal de caja única. Pero no sería tan complejo adecuar una ley del cine siempre cuando haya una voluntad política. De hecho, ha habido épocas conlegislaciones bastante positivas aunque todo naturalmente tiene sus perversiones con el paso de tiempo y hay que cambiarlo. En Francia son muy ágiles, se adelantan a los acontecimientos en la legislación: veían que bajaba la taquilla y reducen el IVA. Aquí no, aquí te hunden, te destrozan  y a lo mejor lo bajan cuando no quede nada de nada. No es tan complejo. La ley de 2007, que inició Carmen Calvo en 2005 y luego la pervirtieron bastante, era una buena ley. Ahí está el busto de Pilar Miró: cambió toda la estructura del cine con la creación del ICAA en 6 meses porque tenía un apoyo político.

P.: Almodóvar habló de plan de exterminio programado por el Gobierno. ¿También lo piensa?

R.: Hombre, no quiero pensar eso porque sería muy jodido, pero a veces tienes tus dudas.

P.: ¿Se ha tenido que morder mucho la lengua?

R.: Sí, sí. Ten en cuenta que tengo que tener una cierta prudencia, aunque no la suelo tener demasiado, porque hay 40.000 personas que viven de esto. Hay unos cuantos que puede decir lo que quieran porque se van a trabajar fuera y ya está. Pero eso son 10 de 40.000. Yo tengo que intentar que esos 40.000 puedan ejercer su profesión lo mejor posible.

P.: ¿No ha encontrado un mínimo de compresión en Susana de la Sierra (directora del ICAA), José María Lassalle (secretario de Estado de Cultura), o José Ignacio Wert?

R.: Sí, por ejemplo en el tema del IVA. Ninguno me ha dicho que esté bien pero nadie lo dice luego en público. Lo ha dicho Monago (presidente de Extremadura) y creo que es el cargo más alto en España que ha dicho que es una salvajada. ¿Comprensión? Sí. Piden paciencia. Yo les digo que los años pasan muy rápido y los días muy lentos. Y se vive el día a día. No se puede vivir pensando: ahora no hago nada, no vivo, no desayuno, no como y me quedo en casa porque dentro de tres años estaré muy bien.

P.: ¿Qué espera de la Ley de mecenazgo?

R.: Ya entraron mal con el pie cambiado. Quisieron cambiar el modelo. Muy bien: vamos a cambiarlo, nadie tiene miedo a los cambios, pero ¿tienes un plan? No lo tienen. Tienen unas ideas de desgravación fiscal. Bueno, pues hablemos de desgravación fiscal de una vez, pero, mientras, no hay donde apoyar el pie.

P.: ¿No ven la manera de compatibilizar mecenazgo e industria?

R.: El mecenazgo está muy bien en los países que tienen tradición de mecenazgo. Aunque esas raíces se puedan cambiar, el mecenazgo para una industria no vale. Es para actividades sin ánimo de lucro, y una industria tiene ánimo de lucro. Otra cosa es que luego no lo tenga. Introducir el mecenazgo como fuente de financiación de la industria me parece muy peligroso. Puede valer para actos muy puntuales como hizo Juan Huarte, por ejemplo, hace muchos años con X Films. Yo empecé a trabajar allí: hacía películas y también era mecenas de Chillida y más pintores. O como la mujer del dueño de Zara (Rosalía Mera), que creó en A Coruña un estudio de sonorización y hacía muchas cosas porque le gustaba. Pues mira qué bien, pero no es la base.

P.: ¿Qué pensó cuando se anuncio la rebaja del IVA para la compraventa de arte

R.: Que se ha demostrado lo que se tenía que demostrar. Que venía Arco y no vendían una puta obra y que tenían que bajarlo. Y con lo de las Fallas ya me he descojonado de la risa. Me alegro mucho por los falleros pero, claro, que digan que quitan el IVA a las Fallas… Pero es que son el 19 de marzo, dentro de media hora. Me imagino que este año en lugar de hacer fallas iba a haber monigotes. Tengo un amigo que es galerista y estaba desesperado de la vida. Si había un cuadro de Barceló que costaba 200.000 euros y le interesaba a alguien, el comprador llamaba a la gente de Barceló en Frankfurt y la compraba al 4%. El galerista no vendía un carajo.

P.: En los premios Forqué, José Ignacio Wert anunció que habría buenas noticias las próximas semanas. ¿Sabe a qué se refería? (La entrevista se realizó antes de que el ministerio de Cultura anunciará que trabaja en reducir el IVA cultural).

R.: Que las dé. Yo no lo sé. Son capaces, y ojalá que ocurriera, de hacer algo el día antes de Los Goya para joderme. Cambio rápidamente el discurso, en dos minutos. O hacen algo al día siguiente, para joderme todavía más. Ojalá fuera así.

P.: ¿Qué hagan algo como qué?

R.: No lo sé. El otro día estuve dos horas y cuarto con Montoro y no saqué nada en claro. «Quiero ser el ministro que pase a la historia como el que ha hecho las desgravaciones fiscales más grandes del cine», me dijo. Estupendo, cuando usted lo haga, así será, mientras tanto no.

P.: ¿Cómo es su trato con Montoro? (La Academia y el ministro de Hacienda tuvieron un rifirrafe a raíz de que Montoro afirmara que "los problemas del cine tienen que ver también con su calidad").

R.: Tiene un ego que te cagas. Habla como una locomotora y tenía que cortarle todas las veces. Muy bien: en el trato personal es una persona normal, como todo el mundo. Dice que ama el cine español. Yo le decía: “Usted no tiene por qué amar el cine español, no es delito. Hay mucha gente a la que no le gusta. Incluso a mí hay mucho cine español que no me gusta”. “Es que a mí me encanta el cine español”. ¡Y dale molino con el cine español! Si no le gusta montar en avión, lo que no puede usted es cargarse la industria aeronáutica. Yo no entiendo nada de ópera, pero quiero que haya ópera.

Creo que Montorono tiene ni idea de cine

P.: Porque no cree que le guste el cine español.

R.: Yo creo que no tiene ni idea. Dice que ahora va mucho al cine, que le gusta el cine francés, que había visto Los chicos del coro Intocable. Muy bien, ha visto dos en cincos años. También dice que le gustan las series españolas, que le encantan, como se metió con las series en su día. Pero es que no me tiene que contar eso; me trae sin cuidado que le guste o no. Ya te digo, como la ópera: no me la voy a cargar porque a mí no me gusta.

P.: ¿Cómo valoras el éxito de la fiesta del cine y los precios reducidos de los miércoles?

R.: La fiesta del cine está muy bien. Lo de los miércoles está muy bien. Ahora, no se puede mantener en el día a día porque no deja un duro. Es así de claro. Cualquiera lo puede entender, sobre todo con el 25 % de impuestos que tenemos. Tú pagas 10 y ya 2,5 se va en impuestos. No queda mucho. El precio medio de la localidad en España es de 6,3 euros.

P.: ¿Cree que las empresas tecnológicas relevarán a la industria cultural tradicional en la creación de los contenidos?

R.: No, porque no saben hacerlo.

P.:¿No cree que habrá una reconversión en ese sentido?

R.: Algo harán para que sea así.

P.: Si a las empresas tecnológicas les interesa que haya contenidos, quizá creen divisiones de contenidos que acojan a las productoras tradicionales como hace Netflix. 

R.: Pues no lo sé, pero yo creo que sí. Pasa un poco como las televisiones en España. Los productores son ya como productores ejecutivos de las televisiones, hacen el cine que ellos quieren. Sí, está todo un poco puteado.

P.: Una película autoproducida, Stockholm, fue premiada por los informadores cinematográficos como la mejor de año

R.: El otro día salió un informe que decía que el 70 % de los actores no cobran el salario mínimo interprofesional. Pero en cine parece que todos ganamos como Bardem. No, hay quien considera que Bardem es el mejor, nadie se lo ha regalado y ojalá que gane mucho más, servirá de incentivo para otros. Pero no te lo dicen de Gasol o Nadal. No te dicen que todos los tenistas ganan como Nadal.

P.: Lo decía porque las películas que reciben más ayudas son las que tienen más taquilla. ¿Tiene sentido?

R.: Me trae sin cuidado como sea el sistema siempre que sea un sistema estable, perdurable en el tiempo, ya sea por la vía de desgravación fiscal, ayudas directas o San Pedro bendito. Para hacer una película tienes que tener una perspectiva de futuro. Cuesta dos, tres o cuatro años. Y pasado mañana cambian todo y te han jodido vivo, que es lo que ha pasado. O no han cambiado nada, que es peor todavía. Los que han hecho películas este año son héroes, te lo aseguro. Tú ves ahora en la revista de la Academia el presupuesto de las películas de este año y lees “20.000 euros”. Está muy bien que se hagan pero, ostras, eso no es.

Los que han hecho películas este año son héroes

P.: El cine español se consume más fuera que dentro de nuestras fronteras. ¿Es la internacionalización la única salida?

R.: Espero que haya otras, si no vamos apañados.

P.: Si tuvieras que escribir un epitafio para tu etapa en la Academia.

R.: Hice lo que pude.

P.: Un consejo para el sucesor.

R.: Que haga lo mismo. Y que tiene que dedicar mucho tiempo y mucha vocación, si no no funciona.

P.: ¿En qué emplearás la energía que has puesto en la Academia cuando dejes de presidirla?

R.: No sé qué coño voy a hacer. No tengo ni idea. Lo pienso en frío y no lo sé. No sé hacer nada.

P.: ¿Sigues disfrutando viendo películas?

R.: Sí.