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Rusia retira los cargos de piratería a los activistas de Greenpeace detenidos en el Ártico

  • En su lugar rebaja la acusación a delitos de vandalismo
  • Holanda había pedido un arbitraje internacional para su liberación

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La Justicia rusa ha retirado los cargos de piratería contra los activistas de Greenpeace que protestaron en el Ártico. En su lugar, ha rebajado la acusación a delitos de vandalismo, según el portavoz del comité de investigación citado por la agencia Itar-Tass.

Los 30 activistas fueron detenidos a bordo del Artic Sunrise el 18 de septiembre cuando intentaban asaltar una plataforma petrolera propiedad de la empresa rusa Gazprom en el golfo de Pechora para protestar por el riesgo ecológico de la explotación de crudo en el Artico.

Desde hace un mes se encuentran encarcelados en el puerto septentrional de Múrmansk, donde permanecerán en prisión preventiva hasta el 24 de noviembre.Su liberación ha sido demandada insistentemente por sus países de origen.

El cargo de piratería, que había sido calificado de absurdo por Greenpeace, es castigado en Rusia con 15 años de cárcel, mientras que el de gamberrismo puede suponer una pena de prisión de hasta 7 años.

Como ejemplo, las dos integrantes del grupo punk ruso Pussy Riot fueron condenadas en 2012 a dos años de cárcel por el cargo de gamberrismo motivado por odio religioso.

Holanda pidió arbitraje internacional

Pocos días después del apresamiento del Arctic Sunrise, el presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró que sus tripulantes "por supuesto, no son piratas, pero, de hecho, intentaban asaltar la plataforma" Prirazlómnaya del gigante energético ruso Gazprom.

No obstante, el Comité de Instrucción de Rusia insistió en presentar cargos de piratería contra todos los tripulantes del buque, capturado en el mar de Bárents el pasado 19 de septiembre y remolcado hasta el puerto de Múrmansk.

Los tripulantes proceden de Rusia, EE.UU., Argentina, Reino Unido, Canadá, Italia, Ucrania, Nueva Zelanda, Holanda, Dinamarca, Australia, Brasil, República Checa, Polonia, Turquía, Finlandia, Suecia y Francia.

El Gobierno holandés había iniciado un procedimiento de arbitraje ante el Tribunal Internacional del Derecho del Mar para tratar de liberarlos que, precisamente, había sido rechazado este miércoles por Rusia.

"La parte rusa comunicó a Holanda y al Tribunal Internacional del Derecho del Mar que no acepta el procedimiento de arbitraje sobre el caso del barco 'Arctic Sunrise' y no tiene intención de participar en su vista", informó el Ministerio de Asuntos Exteriores.

Holanda ha declarado que presentó el recurso de arbitraje ante el Tribunal Internacional de Derecho del Mar, con sede en Hamburgo (Alemania), por considerar que la liberación de los detenidos en Rusia es un caso de "urgencia".

Este enfrentamiento entre Holanda y Rusia ha sido el último capítulo de las tensiones diplomáticas entre ambos países. Hace una semana era detenido en La Haya un consejero de la embajada rusa acusado de maltratar a sus hijos, lo que motivó la protesta oficial de Moscú. Después, en la capital rusa, el número dos de la Embajada holandesa fue objeto de una agresión por desconocidos en su domicilio particular.

Extracción de crudo en el Ártico

El pasado 18 de septiembre el barco en el que viajaban 28 activistas de Greenpeace, un cámara y un fotógrafo independientes, fue abordado por guardacostas rusos en aguas del mar de Bárents.

Poco antes, dos de ellos habían conseguido subir a la plataforma petrolera de Gazprom, donde tenían el propósito de denunciar el daño ecológico que supone para el Ártico la extracción de hidrocarburos.

Gazprom asegura que la protesta de Greenpeace no impedirá que las labores de extracción en la plataforma flotante comiencen a finales de este año, tras lo cual espera convertirse en la primera compañía que comercializa crudo extraído del Ártico.