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Ingresan en prisión los dos detenidos por la muerte del bebé en Almería

  • Jonathan Moya González y Raúl R.F. han prestado declaración ante el juez
  • Cientos de personas despiden a la pequeña en La Palma del Condado

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La titular del Juzgado de Instrucción numero 3 de Almería ha ordenado este sábado el ingreso en prisión de los dos detenidos por el secuestro y la muerte de un bebé de 16 meses en Almería, han informado a Efe fuentes judiciales.

A las 15.40 horas han salido de la Ciudad de la Justicia de Almería, camino de la prisión de El Acebuche, los dos detenidos: Jonathan Moya González, de 25 años, autor confeso del secuestro y el crimen; y su amigo Raúl R.F., también de 25 años, que podría haberle encubierto.

Los detenidos habían llegado a los juzgados almerienses en sendos coches de la Guardia Civil sobre las 10.00 horas, aunque no comenzaron a prestar declaración ante la juez hasta las 13.50 horas, según las citadas fuentes.

Jonathan Moya González, quien había iniciado una relación con la madre de la bebé asesinada, fue detenido a primera hora de la tarde del jueves, una semana después del secuestro, en un cortijo de su familia en el paraje de Camino Real de Abrucena, en el límite con el municipio de Fiñana, donde trataba de ocultarse.

El joven, que cuenta con varios antecedentes por otros hechos delictivos y llegó a estar en prisión, confesó ante los agentes que había matado a la niña, lo que permitió la localización del cadáver de la bebé, así como la detención de un amigo suyo, Raúl R.F., vecino de Fiñana, quien podría haber actuado como encubridor.

Murió de un golpe en la cabeza

El cadáver de la niña fue encontrado el jueves por la noche en una balsa de agua situada cerca de una vía de servicio de la A-92, en la comarca de Nacimiento, donde se había producido el secuestro una semana antes cuando la niña se encontraba con su madre, una mujer natural de La Palma del Condado (Huelva) que denunció los hechos ante el instituto armado.

La autopsia preliminar realizada ayer por los forenses en el Instituto de Medicina Legal reveló que la pequeña murió de un golpe en la cabeza, y no ahogada, según fuentes cercanas a la investigación, que permanece bajo secreto por orden judicial.

Aún quedan pendientes otros análisis de tejidos para establecer el momento en que se produjo la muerte de la menor.

Entierran a la pequeña en Huelva

Cientos de personas han dado este sábado su último adiós a Miriam, la bebé de 16 meses asesinada, que ha sido enterrada en La Palma del Condado, la localidad onubense en la que residía con su familia y que vive su segunda y última jornada de luto oficial.

A las diez de la mañana llegaba a la iglesia parroquial de San Juan Bautista el coche fúnebre con los restos mortales de la niña procedentes del tanatorio de Bollullos Par del Condado (Huelva), donde se encontraban desde que hacia las dos de la madrugada llegaran de Almería.

Junto al féretro estaban su madre, Gema María Cuerda, y su abuela materna, Concha Rodríguez, dos mujeres que están recibiendo ayuda psicológica para afrontar lo sucedido y que llegaron a La Palma en la tarde de ayer procedentes del Centro de Atención Inmediata (CAI) de la Diputación de Almería, donde han estado acogidas durante esta semana.

También han estado presentes los alcaldes de La Palma, Juan Carlos Lagares, y de Fiñana (Almería), Rafael Montes, quien ha querido viajar hasta Huelva y acompañar a la familia para expresarle el pésame de todos los pueblos de la comarca almeriense en la que se han desarrollado los acontecimientos.

La consternación del pueblo se ha hecho evidente a lo largo de la eucaristía oficiada por el párroco, Francisco Jesús Martín, en la que las lágrimas y los comentarios de dolor, repulsa y justicia se han sucedido.

Un crímen incomprensible

Durante la homilía, Martín ha indicado que no se entiende "que se pueda llegar a cometer un atentado de tal magnitud, no tiene lógica un acto de violencia tan agresiva de quitar la vida alguien y menos en este caso, a un inocente".

Asimismo, ha dicho que actos como este ponen de manifiesto que el hombre, en el devenir de la vida, "es capaz de lo mejor y de lo peor" y ha deseado que "la muerte de Miriam sea palabra viva en contra de toda realidad que oprima la vida del ser humano y atente contra su dignidad".

Al término de la eucaristía, cientos de vecinos se han acercado a la familia de la pequeña para trasladarle personalmente su pésame.

Sobre las 11.10 salió de la parroquia el féretro de la pequeña, que ha sido trasladado hasta el cementerio municipal Nuestra Señora de La Soledad de La Palma para ser enterrado.