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Cameron anuncia una investigación de toda la banca británica tras el escándalo de Barclays

  • La comisión podrá tomar declaración bajo juramento pero no será judicial
  • Osborne adelanta que cambiará la ley y que la investigación estará a final de año
  • El caso puede salpicar a otros bancos e incluso al Banco de Inglaterra

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El primer ministro británico, David Cameron, ha anunciado que una comisión parlamentaria investigará las prácticas de todo el sector bancario del país tras el escándalo de la manipulación del tipo de interés interbancario por parte de Barclays, una de las principales instituciones financieras del país.

En una comparecencia en la Cámara de los Comunes, Cameron ha calificado la manipulación del Libor, el tipo de interés que usan los bancos británicos para prestarse dinero entre sí,  como un "escándalo".

"Sobre el escándalo bancario que se está desvelando aquí en Reino Unido necesitamos tomar acciones en todos los niveles", ha declarado el primer ministro, que ha desvelado que la comisión parlamentaria implicará a ambas cámaras y estará presidida por el presidente del comité de los Comunes para el Tesoro, el conservador Andrew Tyrie.

"Este comité podrá tomar declaración bajo juramento y tendrá un acceso completo a documentos y altos cargos,  incluyendo ministros y asesores especiales desde el último gobierno", ha asegurado. La mayoría de las sesiones serán abiertas al público.

Cameron ha detallado que la investigación parlamentaria se asegurará que Reino Unido tiene "las reglas más duras y transparentes de todos los grandes centros financieros" y ha recalcado que los banqueros que hayan actuado de manera impropia "serán castigados".

Cambios legales

Posteriormente, y también en la Cámara de los Comunes, el ministro de Economía británico, George Osborne, ha detallado que los trabajos de la comisión deberán estar listos a finales de año y que el gobierno cambiará las leyes para evitar que se repita un escándalo como el de Barclays.

Osborne ha anunciado una revisión específica del método actualmente para fijar el Libor -el tipo de interés interbancario en Londres- con vistas a enmendar la ley de servicios financieros, en trámite parlamentario.

En la actualidad, el Libor, referencia para multitud de productos financieros en todo el mundo, se calcula a diario con la aportación de diversos bancos en el Reino Unido, bajo la supervisión de la Asociación de banqueros británicos.

Al anunciar la revisión del Libor, Osborne ha asegurado que uno de los cambios respecto a la situación actual será que las multas impuestas a los bancos infractores irán directamente a la Hacienda pública, en lugar de ser gestionadas por los reguladores financieros.

Esto incluirá la multa de 290 millones de libras (unos 360 millones de euros al cambio de hoy) impuesta la semana pasada a Barclays por intentar manipular el Libor y su equivalente europeo Euribor entre 2005 y 2009.

Además, Osborne ha adelantado que el gobierno está considerando hacer responsables por ley a los directivos de los bancos de las acciones de sus empleados.

Comisión parlamentaria

Sin embargo, en ese caso será una investigación no dirigida por un juez, como en la Comisión Leveson sobre las prácticas de los medios de comunicación tras el escándalo de las escuchas del 'News of the World', sino por un comité, con parlamentarios y miembros de la Cámara de los Lores.

"Será una investigación separada y mucho más amplia de la ya anunciada por los abusos del Libor en Barclays y otros bancos", ha defendido Cameron.

En este sentido, la oposición laborista ha amenazado con pedir la votación en el parlamento sobre si debe ser una comisión presidida por un juez y que se dedique a los excesos del sector bancario.

Pese al descontento popular con el sector financiero, el gobierno británico teme que una investigación muy amplia ponga en evidencia su propia reforma del actual régimen regulatorio del sector financiero.

Críticas de la oposición

Además, pese a los réditos políticos de perseguir a los banqueros, los conservadores británicos temen que los ataques contra la City, un sector crucial de la economía, frene su recuperación tras la crisis financiera de 2008.

El líder laborista, Ed Miliband, ha pedido al director ejecutivo de Barclays, Bob Diamond, que dimita después de que este lunes se haya materializado la dimisión del presidente del banco, Marcus Aigus, por el escándalo.

"Quiero un nuevo código de conducta para los banqueros...Pese a todo lo que sabemos, algunos de los que forman parte de este escándalo podrían estar trabajando en otros bancos", ha denunciado a la emisora ITV.

Mientras, la oficina antifraude británico (FSA) anunciaba que estaba planteándose si presentar cargos criminales contra Barclays, que ha prometido una "revisión radical" de sus prácticas.

Para la FSA, la multa muestra que la industria financiera en su conjunto necesita un replanteamiento.

Más bancos y el Banco de Inglaterra

"Quizá la reacción por la multa impuesta a Barclays la pasada semana será un hito, el punto en el que la industria perciba que también tiene que estar a la altura de las circunstancias y reconocer que las cosas tienen que cambiar", ha declarado Tracey McDermott, de la FSA.

El caso coincide en un momento en el que los bancos de la City londinense -ya en la picota por su papel en la crisis financiera- tienen que hacer frente a una nueva ola de rechazo popular después de que hayan salido a la luz nuevas pruebas de ventas de productos financieros de rentabilidad dudosa.

De hecho, Barclays puede ser el primero de la lista en la manipulación del Libor, ya que las autoridades están investigando también a Citigroup, HSBC, UBS y RBS.

El próximo en el punto de mira puede ser el Banco de Inglaterra, ya que los parlamentarios podrían cuestionar su papel a la hora de perseguir la manipulación de los tipos de interés.

Según fuentesde Reuters, en una conversación de octubre de 2008 citada por los documentos hechos públicos por las autoridades estadounidenses la pasada semana, Diamond y el vicegobernador del Banco de Inglaterra, Paul Tucker, hablaron del asunto.

Barclays por equivocación pensó que tenía permiso del regulador para tener tipos de interés artificialmente bajos en el Libor tras esa conversación, según esos documentos.

"No tiene sentido sugerir que el Banco de Inglaterra conocía cualquier comportamiento impropio en la manipulación del Libor. Si hubiésemos conocido los intentos de manipular el Libor los habríamos tratado muy seriamente", ha declarado un portavoz del Banco de Inglaterra.