Enlaces accesibilidad

La ONU cifra en más de 3.000 las víctimas mortales en Siria, que se dirige a una "guerra civil total"

  • Advierte que el país se dirige a una "guerra civil total"
  • Entre los muertos hay 187 niños

Ver además:Ver además: Especial sobre las revueltas árabes

Por

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha asegurados que los muertos en las protestas pro-democracia en Siria, incluyendo al menos a 187 niños.

Solo en los últimos 10 días ha habido un centenar de víctimas mortales, mientras se siguen produciendo detenciones arbitrarias, desapariciones y torturas, afirma el Alto Comisariado.

La responsable de este organismo de la ONU, Navi Pillay, ha advertido que la "brutal represión" del régimen puede conducir al país a una "guerra civil total".

Emergencia inmediata

"Toda la comunidad internacional está obligada a llevar a cabo alguna acción de protección de manera colectiva, antes de que la represión brutal y continua y los asesinatos lleven al país a una guerra civil", ha subrayado Pillay.

La alta comisaria cree que "como más militares se están negando a atacar a los civiles y están desertando, la crisis muestra signos de caer en la lucha armada".

Preguntado sobre el tipo de acción que la comunidad internacional debiera tomar, el portavoz de Pillay, Rupert Colville, ha respondido que eso depende "de los estados". "Lo que se ha hecho no ha producido resultados por el momento, y la gente continúa muriendo cada día".

Sobre si la respuesta debiera ser una intervención como en Libia, Colville ha recordado que eso "depende del Consejo de Seguridad".

Precisamente este viernes se ha sabido que al menos 36 personas han muerto el pasado jueves en enfrentamientos entre las fuerzas leales al presidente Bachar al Asad y opositores en distintos puntos de Siria, según ha informado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

El director de esa organización opositora, Rami Abdelrrahman, ha explicado a Efe por teléfono que la mayor parte de las víctimas se registró en la aldea de Binish, en la provincia septentrional de Idleb, donde fallecieron quince soldados y diez civiles.