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Los vecinos de Tottenham, divididos sobre las causas de los disturbios

  • La tensión entre los vecinos y la policía se remonta a los años 70
  • La policía despliega más refuerzos, aunque no hay nuevos altercados
  • Los destrozos afectan a tiendas, vehículos y mobiliario urbano

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Scotland Yard ha defendido su actuación en los disturbios de Tottenham

La situación en el humilde barrio de Tottenham sigue siendo tensa durante la madrugada de este lunes y la policía ha desplegado más refuerzos tras los graves disturbios vividos la pasada madrugada, aunque por el momento no se han registrado altercados, según AFP.

La policía tomaba el control de Tottenham este domingo, mientras el barrio se preguntaba por las causas de los graves disturbios, que algunos achacan a la crisis, la violencia de elementos radicales o a un viejo enfrentamiento con la policía.

El aspecto de este diverso y racial vecindario era este domingo desolador, con su calle principal acordonada y repleta de basura, restos de vehículos y viviendas quemadas y algunas de sus tiendas saqueadas.

A primera hora de la tarde, los bomberos todavía luchaban contra las llamas de una de las casas incendiadas durante los disturbios y el barrio seguía tomado y acordonado por la policía.

Bajo el ensordecedor ruido de los helicópteros, los vecinos se  agrupaban el domingo por la tarde en corrillos, observando todo con curiosidad e  incluso haciendo fotos, y discutiendo sobre lo sucedido.

Aunque condenan la violencia contra sus comercios y sus casas,  no se ponen de acuerdo sobre las causas de lo sucedido: unos culpan a la policía y otros insisten en que no hay justificación para lo que ha pasado.

No es el primer estallido de violencia en el barrio

Los disturbios de la pasada madrugada no son una novedad en este vecindario del norte de Londres con alta tasa de paro pero no se habían repetido con esta magnitud desde 1985, cuando otra manifestación pacífica acabó con violentos enfrentamientos con la policía y la muerte de un agente.

En aquel momento la violencia se desató también por la muerte de una joven durante una redada policial y puso de manifiesto un secreto a voces: las tensiones entre la numerosa comunidad negra de la zona y las fuerzas de seguridad, algo que décadas después se consideraba ya un problema erradicado.

La diversidad racial de Tottenham es evidente. Residentes subsaharianos, afrocaribeños, polacos, judíos ortodoxos, turcos e ingleses blancos se mezclan por unas destartaladas calles repletas de pequeños comercios, restaurantes de diferentes nacionalidades, polígonos industriales y talleres de reparación de coches.

Los vecinos califican lo sucedido de repugnante

Mientras observaba con indignación los restos de las viviendas afectadas, una vecina que empujaba un carrito con un niño calificaba de "repugnante" lo sucedido.

"Han quemado nuestras tiendas, nuestras casas, somos pobres, muchos se van a quedar en la calle", se lamentó, para agregar que los que provocaron la violencia eran vecinos de otros barrios limítrofes, algo que todavía no ha esclarecido la policía.

Los residentes de Tottenham, una de las zonas de Londres con mayor tasa de desempleo,  aprovechan para quejarse del abandono que presentan algunos bloques de viviendas de protección oficial y la falta de actividades para los más jóvenes.

"Quizá influya el ambiente de crisis económica" comentó uno de ellos, que reconoció estar "realmente impactado" con lo sucedido.

James, de 29 años, tiene otra versión de los hechos.  "Es inaceptable, pero la policía tuvo la culpa de que la violencia se incrementara".

Esa versión es compartida por Ralf, de origen caribeño y vecino del barrio desde hace 35 años y que asegura que el problema se arrastra desde los años 60.

"Yo trabajaba como conductor de un taxi hasta hace muy poco, era raro el día que la policía no me paraba para registrarme sin ninguna razón, ahora siguen provocando a los jóvenes", denunció mientras se alejaba murmurando que "todo volverá a suceder otra vez".