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Ben Alí, 'Baby Doc' y los 40.000 millones robados

  • Los tunecinos demandan la devolución de todo lor robado por los Ben Alí
  • Pese a las denuncias y las congelaciones, puede que ya sea tarde
  • Duvalier ha vuelto a Haití sin devolver los miles de millones que se llevó
  • Los bienes robados por gobenantes equivalen a entre el 20 y el 40% de la ayuda al desarrollo

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Los ex presidentes de Túnez, Filipinas, Nigeria y Haití, entre otros, se han llevado millones de dólares ilegalmente de sus países.
Los ex presidentes de Túnez, Filipinas, Nigeria y Haití, entre otros, se han llevado millones de dólares ilegalmente de sus países.

"Se han llevado el pan de las calles, los bienes del pueblo. Todo lo que se nos ha robado tiene que devolverse". Estas palabras de una anciana en la ciudad portuaria de La Goulette resumen el vacío que se ha quedado en la población tunecina tras el alivio de la salida del presidente Ben Alí.

1,5 toneladas de oro, miles de millones en cuentas suizas, ricas propiedades en París y sus alrededores y la costa azul...Los bienes acumulados por el expresidente y, sobre todo, por su esposa Laila Trabelsi y sus familiares en un auténtico expolio de las arcas públicas se ha convertido en una herida sangrante que, a medida que se conocen más datos, es más difícil de calmar.

El Gobierno interino ha tratado de hacerlo con el anuncio de una gran investigación sobre la corrupción y las grandes fortunas amasadas en Túnez, lo que ha llevado a la detención de 33 familiares de Ben Alí, el último de ellos el propio alcalde de La Goulette, el sobrino preferido de la Trabelsi, Imed.

Dado por muerto a finales de la pasada semana, Imed ha sido finalmente capturado por la Policía tras ser 'elegido' a dedo en 2010 alcalde de la ciudad.

"Trataba a la gente como perros. Tenía cogida La Goulette con mano de hierro. Le llamaban 'el pachá', era un mafioso", cuenta otro habitante de este antiguo fuerte español a la agencia AFP.

La difícil persecución de activos

El problema es que, aunque Imed haya sido detenido y sea posteriormente encarcelado, buena parte de los bienes de sus conciudadanos no volverán a sus manos como desea la anciana... porque hace tiempo que ya no se encuentran en Túnez.

Francia y Suiza, los lugares donde se concentraban buena parte de las propiedades de los huidos a Arabia Saudí han anunciado ya su intención de bloquear sus bienes, pero como señala Daniel Lebègue, presidente de la ONG Transparencia Internacional en Francia, quizá sea demasiado tarde.

"Las villas y los apartamentos no se mueven pero las cuentas se vacían en dos o tres movimientos" asegura Lebègue a AFP tras recordar que "en una situación como esta los primeros momentos son cruciales".

Transparencia Internacional ha puesto una denuncia en los juzgados de París junto a otras dos ONG para evitar la fuga, pero como señala el propio Banco Mundial y la ONU en su guía para facilitar la recuperación de activos robados a los países pobres "recuperar el producto de la corrupción es muy complejo".

A esto se le añade que, en la mayoría de los casos, se trata de estados fallidos en los que la corrupción está extendida o que tienen recursos limitados para investigar los hechos, según añaden ambos organismos internacionales.

Así, aunque Francia ha pedido a la UE una lista de las personas vinculadas con Ben Alí de aquí a finales de enero para congelar sus bienes después de ser "informada" de "movimientos sospechosos" sobre la fortuna de la familia en Francia, lo cierto es que tras dos días de congelación finalmente será un tribunal el que decida sobre el asunto.

Mientras, Lebègue recuerda que "sabemos ya que dos aviones del clan Ben Alí se fueron de Francia el domingo. ¿Quién iba a bordo? Hay un riesgo evidente de que hayan organizado ya la fuga de fondos".

El precedente de 'Baby Doc'

En realidad la historia de los Ben Alí no es nueva y para verlo solo hay que mirar a lo que ha ocurrido esta misma semana en Haití.

Mientras en Túnez aún están evaluando los daños y minimizando el saqueo, en el azotado país caribeño la impunidad a dado un paso más: Jean-Claude 'Baby Doc' Duvalier, el ex dictador que abandonó el país después de saquear entre el 1,7 y el 4,5% del PIB, ha vuelto con la intención de 'ayudar'.

Tras la presión internacional, la Fiscalía ha decidido imputarle por los cargos de corrupción y evasión de capitales, así como por las múltiples violaciones de derechos humanos.

Sin embargo, 5,7 millones de dólares depositados en cuentas suizas siguen congelados 24 años después de su salida de Haití y pese a la necesidad imperiosa de ayuda de un país que ha sufrido un terremoto devastador y padece una epidemia de cólera.

El caso provocó que el país helvético, tradicionalmente celoso de un secreto bancario que ha traído fondos sospechosos de todo el mundo, aprobase en octubre del año pasado la llamada 'ley Duvalier', que permite articular mecanismos para devolver fondos ilícitos que no pueden enviarse a través de los mecanismos tradicionales de asistencia legal mutua.

Esos y otros fondos proceden de quince años de explotación de la ayuda internacional a los haitianos y de los beneficios de las compañías azucareras, que se gastó supuestamente en coches caros, vacaciones para hacer compras en lugares de lujo y propiedades lujosas en centros turísticos de postín.

Ladrones sin fronteras

Veinticuatro años después, Duvalier aún no ha devuelto el dinero y solo un retorno inesperado a un país en caos ha hecho que pueda rendir cuentas ante la debilitada justicia haitiana.

Duvalier es uno de los más destacados ladrones de activos de países en desarrollo junto a otros líderes como el ex presidente filipino Ferdinand Marcos (que se llevó 5.000 millones de dólares), el ex dictador nigeriano Sani Abacha (entre 3.000 y 5.000 millones) o el ex presidente mexicano Raúl Salinas de Gortari (300 millones), según los datos del centro de Recuperación de Activos del Instituto de Gobernanza de Basel.

La gravedad del asunto llevó hace tres años al presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick a crear junto a la unidad contra la delincuencia y el crimen organizado de la ONU la Iniciativa para la Recuperaciónde Activos Robados.

"No debería haber ningún paraíso seguro para aquellos que roban a los pobres", decía Zoellick entonces, aunque los esfuerzos no parecen que hayan dado demasiado resultado.

Según los propios datos de esta iniciativa, cada año gobernantes corruptos se llevan entre 20.000 y 40.000 millones de dólares de las arcas públicas, lo que corresponde a entre el 20 y el 40% del presupuesto anual de ayuda al desarrollo.

Esta cantidad equivale a la financiación de 48.000 kilómetros de carreteras o el tratamiento de 120 millones de personas enfermas de sida.

Con todo, aún hay una cierta esperanza para el futuro: antes de una eventual marcha del país, Suiza ya ha bloqueado las cuentas de su presidente saliente, Laurent Gbagbo que tendrá así más difícil emular a Duvalier, Marcos o Abacha, que se cobraron una factura antes de marcharse que aún están pagando sus ciudadanos.