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Ruby, a una televisión de Berlusconi: "Nunca me ha tocado ni un dedo"

  • La joven magrebí dice que dos tíos suyos abusaron de ella con 9 años
  • Asegura que se inventó una vida paralela en la que era mayor de edad
  • Niega haberle pedido 5 millones a Berlusconi y haberse prostituido

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La bailaria Karima El Mahroug, en el programa 'Kalispera' de Berlusconi.
La bailaria Karima El Mahroug, en el programa 'Kalispera' de Berlusconi.

"Nunca he tenido relaciones sexuales con el primer ministro. Nunca he pedido cinco millones. Nunca he ejercido de prostituta". Con estas palabras Karima El Mahroug, más conocida como Ruby R., la 'stripper' de origen magrebí que ha puesto patas arriba la política italiana negaba con gesto afligido en Kalispera, un programa de Canale 5, propiedad de Silvio Berlusconi, haberse acostado con Il Cavaliere.

La entrevista, ampliamente anunciada por los medios afines al líder italiano, supone el inicio de la contraofensiva mediática del primer ministro después de que desde hace dos días los principales periódicos italianos estén dando los detalles -a cada cual más escabroso- del informe emitido por la Fiscalía de Milán.

En él se recogen declaraciones de la chica a los investigadores y a sus amigos, que aparecen en un centenar de llamadas telefónicas entre ella y Berlusconi.

La joven ha repetido palabra por palabra los dicho en público sobre Berlusconi -que se desmiente en sus conversaciones privadas: "Berlusconi nunca me ha tocado un dedo".

Sobre las siguentes revelaciones, ha desmentido que haya pedido cinco millones de euros a Il Cavaliere.  También ha negado haberse prostituido citando un refrán que le decía su madre: "Las putas nacen, no se hacen".

Espectáculo mediático

Como buen espectáculo mediático, la entrevista -realizada por Alfonso Signorini, director del semanario de Berlusconi Qui-  ha comenzado con un auténtico golpe de efecto: "A los nueve años sufrí  el primer trauma cuando fui violada por dos tíos por parte de padre".

Otro de los detalles "fuertes" que ha contado la joven es, por ejemplo, cuando a los doce años decidió cambiarse de religión.

"Mi  padre me castigó echándome una sartén con aceite caliente", ha relatado  tras desvelar que aún tiene cicatrices en la cabeza y un hombro.

Entonces se marchó de casa, comenzando a robar. "Mi miedo - ha continuado la joven marroquí- desde entonces ha sido  siempre el de abrirme a la gente y por eso me he creado una vida  paralela en la que decía que tenía 18 años, que era estudiante, que era egipcia y que mis  padres estaban fuera".

"Me escondí detrás de la figura de una  Mujer Maravilla hasta que encontré el valor para mostrar mis lágrimas,  gracias a mi novio", que ha aparecido también en el programa.

Además, ha negado haberse presentado como pariente del presidente egipcio Hosni Mubarak y ha relatado lo que pasó en la fiesta de Arcore, en la residencia privada de Berlusconi, cuando conoció al primer ministro y donde ha reconocido que se presentó como una joven de 24 años.

Arcore

"Mi amiga le había dicho que yo era una joven en problemas, y él estaba interesado en escuchar.  Esto me llamó la atención porque no estaba obligado a diferencia de muchos psicólogos con los que me había reunido en trabajos comunitarios. Berlusconi fue agradable, amistoso", ha relatado.

Ruby entonces se ,archó después de la cena porque tenía que trabajar de camarera.

"Después me llamó a su oficina y me dio un sobre diciendo que estaba encantado de conocer a una persona como yo. En el interior había 7.000 euros. Entonces ganaba 700 al mes, por lo que para mí que era una cifra enorme", ha añadido.

La Fiscalía de Milán investiga a Berlusconi por un supuesto delito de incitación a la prostitución de menores y concusión por el llamado "caso Ruby", la joven marroquí que cuando era menor de edad acudió a las fiestas del político en su residencia de Arcore.

La hipótesis de delito de abuso de poder esgrimida por la fiscalía milanesa se centra en la intervención telefónica de Berlusconi el 27 de mayo de 2010 para que sacaran de comisaría por un pequeño robo a Ruby R., que tenía entonces 17 años.

En cuanto a la incitación a la prostitución de menores, se centra en la presencia de la joven, en ocho ocasiones, en la mansión de Berlusconi de Arcore (próxima a Milán), donde la chica asegura que siempre dijo tener 24 años, y en las que la Fiscalía cree que hubo encuentros sexuales.