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La Fiscalía de Roma abre un nuevo frente contra Berlusconi al investigarle por evasión fiscal

  • Llama a declarar a 'il Cavaliere' por la rama romana del caso 'Mediaset'
  • Este caso está paralizado en Milán hasta que se resuelva la ley del 'legítimo impedimento'

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La Justicia llama a declarar al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi por un presunto delito de evasión fiscal y otro de infracción tributaria por el caso es el conocido como Mediaset, que se refiere a la compraventa de derechos televisivos y cinematográficos.

La Fiscalía de Roma ha enviado a Berlusconi una invitación para comparecer para aclarar las dudas que existen sobre los balances de 2003 y 2004.

En ese periodo la empresa tenía su sede legal en Roma y por eso se transfiere a la capital esta fase de la instrucción del caso que lo lleva la Audiencia de Milán. El caso en Milán se encuentra suspendido hasta que se decida sobre la Ley de Legítimo Impedimento, que la Fiscalía considera inconstitucional.

El abogado de Berlusconi y diputado, Niccolo Ghedini, ha confirmado  en una nota la existencia de la investigación y ha añadido que "no se  sustenta, ya que las acusaciones son prácticamente idénticas a las que  ya se investigan en la fiscalía de Milán, sólo que durante años  diferentes".

Asimismo, ha subrayado en el comunicado que las  ulteriores pesquisas servirán para "evidenciar cómo los precios  de los derechos televisivos eran absolutamente adecuados y  fueron comprados por sociedades totalmente ajenas a Berlusconi y a  Piersilvio Berlusconi, por lo que se espera que en breve quede todo  archivado".

De la investigación milanesa ha surgido este nuevo  supuesto fraude fiscal en Redes Televisivas Italianas (RTI), pero como  tenía sede en Roma se ha decidido trasladar la documentación a la  fiscalía de la capital italiana.

Berlusconi confirma la noticia

Además de Berlusconi es  investigado el hijo del mandatario y vicepresidente de Mediaset,  Piersilvio; el presidente del coloso televisivo, Fedele Confalonieri; el  hombre de negocios y titular de la sociedad Wiltshire, Frank Agrama, y  otra decena de personas.

Lo que los abogados de Berlusconi no  han confirmado por el momento es la invitación al primer ministro  italiano a comparecer ante los fiscales para responder de estas  acusaciones.

Según los medios de comunicación,

 la  petición a Berlusconi de comparecer es fundamental para que el  delito no prescriba en las próximas semanas, ya que en caso de que no se  produzcan novedades en la investigación, como sería la declaración del  mandatario, la acusación quedaría anulada al haber pasado un máximo de  siete años y medio.

De esta manera se abriría un nuevo frente judicial contra el primer ministro italiano, que ha repetido en varias ocasiones que se considera una víctima de una 'conspiración' de jueves y fiscales de izquierda que, a su juicio, quieren revertir el resultado electoral que le llevó al poder hace dos años.

Además del caso Mediaset, Berlusconi tiene el caso Mills, que  el pasado mes de febrero quedó anulado al anular el Tribunal Supremo italiano la condena por corrupción judicial del abogado David Mills al considerar que el delito ha prescrito.

El abogado británico había sido considerado culpable en dos primeros grados judiciales y condenado a cuatro años y medio de cárcel por haber cobrado 600.000 dólares de Silvio Berlusconi,  tras declarar a favor de éste en dos juicios celebrados en los años 90.