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Chad se niega a detener al presidente sudanés a pesar de la órdenes del Tribunal de La Haya

  • Se le imputan cargos de genocidio, crímenes de guerra y de lesa humanidad
  • La Unión Africana ha recalcado a sus miembros que no le entreguen a la corte

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Chad se ha negado a detener al presidente sudanés, Omar Hassan al-Bashir, a su llegada al país este miércoles, desobedeciendo a las órdenes procedentes de la Corte Penal Internacional (CPI).

"No estamos obligados a arrestar a Bashir. Él ha venido para la cumbre de estados del Sahel-Sahara y volverá a su casa sano y salvo", ha anunciado el ministro del Interior y Seguridad chadiano, Ahmar Mahamar Bachir.

Se trata del primer viaje internacional que Bashir realiza desde que el pasado mes le procesaran por genocidio, otro cargo que se suma a los que ya tenía por los crímenes de guerra y de lesa humanidad que presuntamente llevó a cabo en Darfur.

"El principal elemento que concierne al Chad y al resto de estados miembros es poner en práctica las leyes, decisiones y cooperaciones con una petición de arresto" ha comentado el representante Fadi El Abdallah desde La Haya, en el momento que Bashir aterrizaba en Yamena.

El presidente del Chad le da la bienvenida

A su llegada al Chad, el presidente del país, Idriss Deby, ha recibido cortesmente a Bashir haciendo caso omiso a las órdenes procedentes de La Haya.

Aún así este hecho no ha sido ninguna irregularidad, ya que la Unión Africana ha recalcado a sus miembros que no entreguen a Bashir a la corte internacional.

Asímismo, la capital sudanesa, Jartum, firmó el Tratado de Roma que forma el CPI pero nunca lo ha ratificado y ha rechazado reconocer su autoridad.

Por su parte, la Unión Africana acusa a la Corte de poner en peligro la estabilidad del continente y por ello ha recomendado a sus miembros que no cooperen con ella.

Los Derechos Humanos obligan su arresto

La CPI no tiene un cuerpo de policía específico que denuncie este tipo de infracciones, por lo que confía en sus miembros para que arresten ellos mismos a los procesados fugitivos.

"Con esta actuación Chad arriesga tener la vergonzosa distinción de ser el primer miembro del CPI en recibir a un presunto criminal de guerra", ha afirmado Elise Keppler, consejero del Programa de Justicia Internacional de los Derechos Humanos.

Por otro lado, esta visita ha supuesto un éxito propagandístico para Bashir sobre la Corte, y a la vez ha mostrado la falta de poder cohercitivo de la misma sobre sus acusados.