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Lobo, investido presidente de Honduras: "Hemos salido de la peor crisis de nuestra democracia"

  • Zelaya saldrá del país este miércoles hacia República Dominicana
  • La ceremonia se ha desarrollado con escasa presencia internacional

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Porfirio Lobo, durante la ceremonia de investidura.
Porfirio Lobo, durante la ceremonia de investidura.

El empresario agrícola Porfirio Lobo ha sido investido este miércoles presidente de Honduras para un periodo de cuatro años, después de siete meses de profunda crisis política en el país por el golpe de Estado contra Manuel Zelaya.

El nuevo presidente ha afirmado que el país ha superado la peor crisis de su historia democrática y pidió una "necesaria e indispensable" reconciliación con la comunidad internacional.

"Acabamos de salir de la peor crisis política de nuestra historia democrática, pero (...) hemos podido evitar todos los grandes peligros que afrontaba nuestra nación", ha manifestado Lobo en su discurso de investidura.

Escasa presencia internacional

Lobo, de 62 años, ha recibido la banda presidencial de manos del titular del Congreso, Juan Orlando Hernández, quien le ha tomado juramento en una prolongada ceremonia en el Estadio Nacional que se ha desarrollado con escasa presencia internacional.

Al acto han asistido los presidentes de Panamá, Ricardo Martinelli; República Dominicana, Leonel Fernández, y Taiwán, Ma Ying-jeou, y delegaciones de una veintena de países, entre ellos el vicepresidente de Colombia, Francisco Santos.

Los países de la Unión Europea con representación diplomática en Honduras, que no reconocieron las elecciones, están representados en la ceremonia por sus encargados de negocios.

Tras el juramento de Lobo han prometido sus cargos los tres vicepresidente de Honduras, María Antonieta de Bográn, Samuel Reyes y Víctor Barnica.

Lobo asume el poder tras ganar con claridad las elecciones del 29 de noviembre, a las que la mayor parte de la comunidad internacional dio la espalda por considerar que se desarrollaron en un marco de ruptura constitucional por el golpe de Estado contra Zelaya y sin las garantías de transparencia necesarias.

Fundamental, reconciliarse "con la comunidad internacional"

"Estamos listos y dispuestos a enfrentar el futuro unidos", ha añadido en su discurso el nuevo presidente, que ha aprovechado para subrayar su "firme convicción de que el diálogo lo resuelve todo", y  para expresar su deseo de que "la reconciliación nacional se extienda a una necesaria e indispensable reconciliación con la comunidad internacional".

Ha agradecido al presidente de Costa Rica, Oscar Arias, su interés por "una solución justa y pacífica" para la crisis, y al jefe del Estado dominicano, Leonel Fernández, la firma del acuerdo que facilitará la salida del país de Zelaya, quien reside en la Embajada de Brasil desde el 21 de septiembre pasado. Unas menciones que han sido recibidas entre abucheos en el Estadio Nacional.

"Seré el presidente para todos porque Honduras somos todos", ha añadido.  "Hoy empieza el cambio ya".  

Amnistía general a los involucrados en el golpe

El nuevo presidente de Honduras ha sancionado, minutos después de su investidura, el decreto aprobado este martes por el Congreso Nacional para otorgar amnistía general a los involucrados en la crisis causada por el golpe de Estado contra Manuel Zelaya.

Lobo ha interrumpido su discurso para pedir al presidente del Congreso, Juan Orlando Hernández, que le llevara el decreto y lo firmó de inmediato.

Zelaya, camino a República Dominicana

Su llegada al poder coincidirá con la salida del país del mandatario depuesto,  Manuel Zelaya, que partirá hacia República Dominicana, donde llegará en calidad de "huésped" junto a su familia. En estas circunstancias, el Congreso aprobó el martes una amnistía política que beneficiará tanto a Manuel Zelaya como a los funcionarios involucrados en el golpe de Estado del pasado 28 de junio.

Se espera que la llegada de Lobo a la Presidencia ponga fin a una de las peores crisis diplomáticas que ha vivido Honduras desde que se instauró la democracia hace casi 30 años.

Su principal objetivo será fomentar la reconciliación nacional y reactivar las relaciones diplomáticas y los acuerdos de cooperación internacional que fueron suspendidos tras el golpe de Estado del pasado 28 de junio.

Los retos del nuevo Gobierno

El primer reto de Lobo será restablecer los contactos con aquellos gobiernos que paralizaron todo tipo de relaciones con Honduras tras el derrocamiento de Zelaya. También tiene pendiente la reactivación de la economía, que se ha visto estancada por la crisis internacional y por la suspensión de las ayudas y el intercambio comercial con otros países, lo que generó pérdidas millonarias a esa nación.

La deuda interna será uno de los principales obstáculos financieros que enfrentará el nuevo Gobierno. La Secretaría de Finanzas de Honduras ha alertado de que la deuda interna alcanza los 21.000 millones de lempiras (788 millones de euros), responsabilizando a Zelaya de los gastos excesivos durante sus tres años y medio de gestión, según ha informado el diario Proceso Digital. 

El reconocimiento internacional se medirá sin duda por el número de delegaciones internacionales que asistan a la toma de posesión de Lobo y sobre todo por el nivel de dicha representación.