Enlaces accesibilidad

Carla Bruni: "Sarkozy no es un bendito muñequito que se deje influir"

  • La primera dama niega tener ninguna influencia en Sarkozy
  • Ha sido criticada por su papel en la elección del ministro de Cultura
  • Dice que es de izquierda pero que no tiene "ninguna competencia" en política

Por
Sarkozy, con Bruni en una imagen reciente tomada en Marsella.
Sarkozy, con Bruni en una imagen reciente tomada en Marsella.

"¿Cómo se puede imaginar que mi marido se haya convertido en un bendito muñequito que se deja influir? En una pareja, cada uno tiene una influencia personal sobre el otro, pero no tengo ninguna influencia política sobre mi marido. ¡Afortunadamente, si no sería un infierno!".

Con estas palabras, la primera dama de Francia, Carla Bruni-Sarkozy, ha querido acabar con los rumores sobre su creciente influencia política sobre su marido, que algunos incluso dentro del propio partido de Sarkozy apuntan a una de las razones de su pérdida de popularidad en las últimas semanas.

Lo ha hecho en la edición francesa de la revista Elle, que publica este sábado una entrevista con Bruni, donde reconoce que es de izquierdas y que el jefe del Estado le pidió su opinión sobre Frédéric Mitterrand, conocido intelectual y sobrino del ex presidente de Francia, François Mitterrand, pero que su opinión no marcó su nombramiento como ministro de la Cultura.

"Me pidió mi opinión sobre Frédéric Mitterrand, así como sobre otros artistas durante un almuerzo. ¡Todas las opiniones fueron positivas!", recuerda Bruni-Sarkozy.

"No sé nada" de política

La primera dama asegura que no habla con Sarkozy de política porque no tiene "ninguna competencia" ya que antes de casarse "miraba las páginas de política de los periódicos como un ciudadano medio" y se interesaba sobre las elecciones presidenciales "como otros se interesan por un partido de fútbol".

"Le doy mi opinión a mi marido si me pregunta, pero no me consulta jamás sobre puntos políticos precisos porque no sé nada", dice Bruni, una mujer que se define como "individualista" y algo "solitaria" aunque no "asocial".

Hay dos Carla Bruni, señala la cantante, "la imaginaria, cuya vida es relatada por otros, y la real, que soy yo y que mira con gracia y a veces sorprendida a la primera", concluye.