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La ONU denuncia que la mayoría de los presos del mundo vive en condiciones inhumanas

  • Su relator sobre la Tortura lo afirma tras visitar una quincena de países
  • Propone un convenio internacional sobre los derechos de los presos
  • Hay 10 millones de personas privadas de libertad en el mundo

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La gran mayoría de los 10 millones de personas privadas de libertad en el mundo viven en condiciones inhumanas, según asegura el relator de Naciones Unidas sobre la Tortura, Manfred Nowak.

Esa es la conclusión que ha alcanzado Nowak tras visitar una quincena de países desde que asumió en 2004 el cargo de relator de la ONU sobre la tortura y los castigos crueles, inhumanos y degradantes.

"Hay 10 millones de personas privadas de libertad en el mundo, y mi cálculo es que la gran mayoría viven en condiciones que violan su dignidad como seres humanos", ha dicho el jurista austríaco, que este martes ha presentado su informe anual a la Asamblea General de la ONU.

Las experiencias adquiridas visitando cárceles y centros detención en cinco continentes le ha llevado a la conclusión de que es el momento adecuado para que Naciones Unidas redacte un convenio internacional sobre los derechos de las personas detenidas.

"Cuando asumí este cargo sabía que se producían torturas, de manera sistemática en algunos lugares y en otros menos, y que era un fenómeno global. Lo que me sorprendió es las condiciones de los detenidos", afirma.

Muchos consideran que alimentar a los presos es una obligación de los familiares

Nowak culpó a "muchos Estados de incumplir la obligación de respetar la dignidad humana de los detenidos", que en numerosos casos -prosiguió- están en la cárcel por largos períodos a la espera de juicio o han sido condenados tras extraerles confesiones por la fuerza.

"En muchos países, las autoridades ni se consideran responsables de alimentar a los presos porque consideran que es una obligación de los familiares", apunta.

Ello conlleva a que los presos sin recursos tengan que convertirse en "esclavos" de otros internos para poder sobrevivir, ha resaltado. "Mucha gente no tiene ni idea de lo que pasa detrás de los muros de las prisiones".

Mucha gente no tiene ni idea de lo que pasa detrás de los muros de las prisiones

Nowak también ha denunciado la situación en que se encuentran el más de 1 millón de menores detenidos en comisarias, centros de detenciones, prisiones o cárceles para menores, a menudo por "delitos menores".

Reos confinados en 'latas'

En el informe a la Asamblea General cita varios ejemplos de situaciones con las que se ha encontrado en sus misiones como relator de Naciones Unidas.

Entre ellas menciona la de los reos de la prisión uruguaya de la Libertad, en las afueras de Montevideo, confinados a una sección conformada por contenedores metálicos apodada 'las latas'.

La ausencia de un sistema sanitario adecuada, la falta de ventilación y la calor producen unas condiciones de vida "insoportables que deben considerarse inhumanas", asegura el informe sobre la vista de Nowak al país suramericano en marzo pasado.

Tras la aparición de sus denuncias, el Gobierno uruguayo clausuró esa sección y traslado los presos a otras instalaciones, agrega.

Otros situaciones que denuncia el documento son las condiciones de los detenidos hacinados en las pequeñas celdas las comisarías de Guinea Ecuatorial, sin acceso a servicios sanitarios, y en las que se pueden pasar meses a la espera de juicio.

Nowak señala que el Gobierno del presidente guineano, Teodoro Obiang, rechazó el contenido de su informe.

El relator advierte de que las autoridades judiciales de muchos países todavía consideran la confesión como la prueba más contundente contra un acusado, lo que anima a la policía a tratar de extraerla como pueda.

"Lamentablemente, si las víctimas confiesan o no depende menos de lo que hayan hecho, que de su capacidad para resistir la tortura", agrega.