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El ejército paquistaní finaliza la operación y libera a 42 rehenes de los talibanes

  • Insurgentes talibanes los mantenían secuestrados en el cuartel de Rawalpindi
  • La operación de rescate ha sido un éxito, según fuentes militares paquistaníes
  • La mayoría de los rehenes eran personal de seguridad del recinto militar
  • En el asalto han muerto diez personas: seis militares y cuatro terroristas

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El ejército paquistaní ha sofocado el asalto de un grupo de extremistas

El Ejército pakistaní ha dado por concluido el ataque a su cuartel general en Rawalpindi tras liberar a 42 personas que un grupo de talibanes mantenía retenidas desde ayer en un edificio del complejo militar, aunque otros tres rehenes perdieron la vida, informó a Efe el portavoz militar, Athar Abbas.

   

Los rehenes fueron liberados en una operación de rescate en la que hubo nueve muertos: cuatro de los cinco terroristas, tres rehenes y dos miembros de las fuerzas especiales del Ejército, según el portavoz.

   

"La operación ha sido un éxito. Hemos puesto fin al ataque. La situación está ahora totalmente bajo nuestro control", aseguró Abbas.

   

Las fuerzas especiales lanzaron a partir de las 06.00 horas locales (00.00 GMT) dos intentos de rescate en los que liberaron a 30 y 12 miembros del personal del Ejército, incluidos soldados y funcionarios, según la fuente, que agregó que siete militares resultaron heridos durante la operación.

   

"Todos los insurgentes que permanecían en el edificio han muerto menos uno que está herido y ha sido arrestado y que podría ser el líder del grupo", relató Abbas.

Los insurgentes talibanes secuestraron el cuartel general del ejercito en Rawalpindi,  cerca de la capital del país, Islamabad.

Tercera acción terrorista en una semana

En la tercera acción terrorista en el país en una semana, un grupo compuesto por casi una decena de terroristas, ataviados con uniformes oficiales y provistos de armas automáticas, asaltó el sábado las instalaciones militares en torno a las 11.45 horas locales (5.45 GMT).

Los insurgentes abrieron fuego contra los guardias de un puesto de control situado en las inmediaciones de un acceso al cuartel y, tras sortear la primera barrera, avanzaron hacia un segundo control, donde fueron detenidos por las fuerzas de seguridad y se enzarzaron en un intenso tiroteo.

En el ataque también se produjeron hasta tres explosiones de granadas. "Murieron cuatro terroristas y seis miembros del Ejército, entre ellos cuatro soldados, un coronel y un brigadier", detalló un portavoz militar, Atiq Rehman.

Tras el enfrentamiento, que duró en torno a una hora, el Ejército aseguró tener la situación "bajo control" y haber rodeado a los dos únicos insurgentes que huyeron con vida.

No obstante, el portavoz militar, Athar Abbas, admitió horas después que al menos cuatro terroristas continuaban en el complejo, en un edificio de los servicios secretos militares, donde tomaron como rehenes a entre diez y quince miembros de las fuerzas de seguridad, incluidos soldados y funcionarios.

La cadena privada Dawn informó, citando a una fuente militar, de la liberación de ocho de los rehenes, sin concretar la manera, pero Abbas rehusó confirmar a Efe este extremo.

"No lo confirmo, no vamos a ofrecer información al respecto. Las fuerzas de seguridad han rodeado el edificio y están haciendo todo lo posible por poner a los rehenes a salvo", subrayó.

 Asimismo, las autoridades paquistaníes suspendieron tras el ataque y durante varias horas las emisiones de cuatro de los canales de televisión más importantes del país sin aducir razones, según informaron fuentes de los medios.

Determinación contra el terrorismo

Tanto el presidente paquistaní, Asif Alí Zardari, como el primer ministro, Yusuf Razá Guilani, condenaron el atentado y reafirmaron la determinación de Pakistán de luchar contra el terrorismo hasta su derrota, según sendos comunicados oficiales.

De acuerdo con los medios paquistaníes, el movimiento Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), que aglutina a diversas facciones insurgentes, reivindicó la acción terrorista, el tercer gran ataque registrado en el país en los últimos seis días.

El pasado lunes, un atentado suicida en unas oficinas de la ONU en Islamabad se cobró la vida de cinco trabajadores del organismo, mientras que el viernes otra acción suicida dejó medio centenar de muertos y casi 100 heridos en una zona comercial de la ciudad noroccidental de Peshawar.

"Hakimulá Mehsud se está acreditando como nuevo líder del TTP. Quiere demostrar que el movimiento está fuerte tras la transición de poder y va a dar guerra", expuso una fuente de inteligencia occidental.

La fuente comparó "el grado de amenaza actual" en Pakistán al momento en que los insurgentes avanzaron desde el valle norteño de Swat a distritos adyacentes cercanos a la capital paquistaní, lo que suscitó "una reacción fulminante" de las autoridades, que ordenaron a finales de abril una operación militar a gran escala.

Gran ofensiva en la región tribal de Waziristán del Sur

Además de en Swat, donde el mando militar dio por concluido el grueso de la operación en julio, el Ejército combate actualmente a los integristas en varias áreas del noroeste y prepara desde junio una gran ofensiva en la región tribal de Waziristán del Sur, feudo de los talibanes de Mehsud.

De momento, las fuerzas de seguridad se han limitado a llevar a cabo ataques aéreos selectivos en esta demarcación fronteriza con Afganistán, donde también se ha producido un incremento de acciones militares de aviones no tripulados de EE.UU.

 No obstante, el ministro de Interior, Rehman Malik, aseguró en declaraciones al canal privado Dawn que la operación por tierra en Waziristán es "inminente" y varias cadenas paquistaníes informaron de que Zardari y Guilani han tomado ya la decisión del comienzo de la misma en una reunión mantenida este sábado.

"Todavía tienen algunas dudas. Están esperando a obtener de EE.UU. armas más sofisticadas. No se fían del todo de los resultados que una ofensiva en un territorio tan complicado como Waziristán pueda aportar y temen muchas bajas", subrayó la fuente de inteligencia.

Por su parte, el coronel retirado y analista Yakub Mahsud expuso que no queda otra alternativa que atacar al bastión de los talibanes y observó que "es de esperar que se sigan registrando reacciones de los insurgentes a las operaciones militares". "Estamos en conflicto. Y éstas son las consecuencias propias de un conflicto", subrayó.