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El Gobierno japonés convoca elecciones generales para agosto tras el varapalo en las locales

  • Taro Aso ha perdido la mayoría tras la victoria del Partido Democrático japonés
  • La campaña electoral arrancará el 18 de agosto
  • Se teme otra derrota electoral que aleje del poder al PLD tras medio siglo

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Varias mujeres consultan la prensa tras el anuncio de elecciones generales del primer ministro japonés.
Varias mujeres consultan la prensa tras el anuncio de elecciones generales del primer ministro japonés.

El primer ministro japonés, Taro Aso, disolverá la Cámara Baja a partir del 21 de julio para convocar elecciones generales el 30 de agosto, según ha informado fuentes del poder Legislativo citadas por la agencia Kyodo.

La decisión de Aso se produce poco después de que el gubernamental Partido Liberal Demócrata (PLD) perdiera este domingo las elecciones locales a la Asamblea de Tokio, donde el opositor Partido Democrático (PD) es ahora el mayoritario al pasar de 34 a 54 escaños, según los resultados publicados.

Aso ha acordado con los líderes de la coalición gubernamental del PLD y el conservador Nuevo Komeito la disolución de la Cámara Baja a partir del 21 de julio, para celebrar los comicios generales el 30 de agosto antes de que se agote su mandato a mediados de septiembre, más tarde de lo que se especulaba en la prensa nipona.

El periódico Sankei indica que la campaña electoral comenzará el 18 de agosto, según las informaciones recogidas tras la reunión de urgencia de un comité del PLD para analizar la derrota en las elecciones de la Asamblea de Tokio.

La derrota en la Asamblea de Tokio, donde el PLD ha perdido 10 de los 48 escaños que tenía y su coalición con el conservador Nuevo Komeito ha perdido la mayoría, ha supuesto un duro varapalo para Aso. Posible vuelco electoral tras medio siglo en el poder

Los bajos índices de popularidad de Aso y la peor crisis económica de posguerra han aumentado las dudas sobre la reelección del PLD al frente del Ejecutivo, después de liderar al país durante más de medio siglo,  a excepción de la sucesión de gobiernos de otras fuerzas políticas entre 1993 y 1996.

Aso, que se convirtió en primer ministro en septiembre del pasado año tras la dimisión de Yasuo Fukuda, tomó las riendas de un partido con luchas internas y cada vez menos popular entre los votantes, a lo que se unió el desplome económico que ha devuelto a Japón a la recesión.

El primer ministro ha basado su programa en las medidas de emergencia para salir de la crisis, lo que justificó su permanencia al frente del Ejecutivo a pesar de las continuas peticiones de la oposición para adelantar la convocatoria de elecciones.

"No puedo negar que los problemas en el PLD han tenido un impacto negativo en las elecciones de Tokio. Por eso pido disculpas como presidente del partido", ha reconocido Aso ante los miembros de su partido, según fuentes consultadas por Kyodo.

Moción de censura y de confianza

Además, el hecho de que el opositor Partido Democrático (PD) disfrute de la mayoría en la Cámara Alta de la Dieta (Parlamento japonés) ha sido un escollo constante para los planes legislativos de Aso, que este mismo lunes se enfrentó a una moción de censura y otra de confianza contra liderada por el PD, junto con otros tres partidos de oposición.

Ambas serán rechazadas previsiblemente esta semana por la mayoría del PLD en la Cámara Baja.

El PD también ha tenido que lidiar con escándalos y pugnas internas tras la dimisión del presidente del partido, Ichiro Ozawa, por un caso de financiación ilegal, después de la cual fue elegido Yukio Hatoyama como líder del partido.

Una vez despejadas las dudas sobre la convocatoria de elecciones, las preguntas se centran en la posibilidad de que Taro Aso se presente como candidato a primer ministro o si por el contrario dejará el puesto a favor de un nuevo político con mejor imagen pública.