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Un premio que se convirtió en drama para 19 personas que iban en el avión

  • Una decena de comerciales y sus acompañantes volvían de Río en el avión desparecido
  • Fueron invitados por los buenos resultados de la firma, que distribuye material eléctrico
  • Tras pasar cuatro días en Brasil, regresaban a Francia en el avión siniestrado

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El premio se convirtió, a la postre, en tragedia: nueve comerciales de una empresa francesa y sus acompañantes, además de un directivo de la firma, estaban a bordo del avión de Air France desaparecido en el trayecto entre Río de Janeiro y París, en el que regresaban tras pasar cuatro días invitados por la compañía como recompensa por los resultados obtenidos.

"Me enteré el lunes a última hora de la mañana, estaba en el jardín; ha sido más que un choque, no se puede describir", cuenta el director general de la compañía CGED, Laurent Bouveresse. La firma, dedicada a la distribución de material eléctrico, tiene su sede en la periferia de París, aunque cuenta con varias direcciones regionales.

Nueve de sus agentes comerciales habían sido los ganadores del concurso, organizado todos los años, para recompensar a los mejores vendedores. Estuvieron cuatro días en Río,  junto a sus acompañantes y a un directivo de sucursal de Limoges. "Cada año hay un concurso, los últimos ganadores se fueron a Canadá el año pasado", explica Bouveresse.

Tras su desaparición, en la sede de Limoges se ha creado un comité de crisis para responder a las preguntas de los compañeros de los desaparecidos, muy inquietos, y para ayudar a las familias.

Recompensa

"Mi yerno había ganado el concurso, era una recompensa por su trabajo", relata Liliane Pawlak, cuya hija Sandrine se encontraba a bordo del avión con su marido Stéphane Artiguenave, empleado en la sucursal de Langon, en el sudeste de Francia. Ambos tenían 37 años.

"Estaban muy angustiados por la idea de dejar a sus hijos. Les habían dicho que había riesgos en Brasil", comenta. El lunes, durante todo el día, Pawlak y su marido intentaron conseguir noticias tras enterarse de la desaparición del vuelo por la televisión. "Teníamos pánico. Fuimos a buscar nosotros mismos a un psicólogo" para saber como anunciarles la noticia a sus nietos, de nueve y cuatro años.

"Nos habíamos convencido de que llegaban a mediodía" y de que no era el mismo vuelo, "nos agarrábamos a eso", señala. "Fue el hotel el que nos confirmó que habían partido en ese avión", añade. La confirmación de las autoridades llegaba este martes por la mañana.