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El gobierno británico promete más ayudas a los bancos con problemas

  • El ministro de Economía, Alastair Darling, promete dar "más pasos" para estabilizar el sistema bancario
  • Reconoce que está dispuesto a tomar medidas que no adoptaría en una situación normal
  • Evita la cuestión sobre si tiene un listado de entidades financieros con problemas

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El ministro británico de Economía, Alistair Darling, ha prometido "dar grandes pasos" para ayudar a bancos con problemas con el fin de estabilizar el sistema financiero.

"Que nadie dude de que haremos todo lo posible para estabilizar el sistema bancario", ha declarado Darling en declaraciones a la cadena pública británica BBC.

"Estamos estudiando algunos grandes pasos que no daríamos en una situación normal pero que (ahora) estamos dispuestos a dar", señaló el titular de Economía sin entrar en detalles.

El Gobierno de Londres ya acudió al rescate de dos bancos en quiebra, el Northern Rock (nacionalizado) y Bradford & Bingley (también nacionalizado pero vendido parcialmente al español Banco Santander), y no descarta intervenciones similares.

Preparados para nuevas intervenciones

Preguntado si el Ejecutivo dispone de una lista de entidades con graves problemas, el ministro ha rehusado dar nombres y ha recalcado que su ministerio observa atentamente la evolución del sector en el Reino Unido y el resto del mundo.

Darling ha apuntado también que la inyección de 40.000 millones de libras (51.200 millones de euros) anunciada esta semana por el Banco de Inglaterra para asistir a los bancos es un ejemplo de las medidas que están tomando las autoridades para estabilizar el sistema.

"Es importante -ha insistido- adoptar medidas generales, así como estar preparado para emprender acciones particulares si surge un problema concreto con un banco".

Darling ha hecho esos comentarios un día después de que Alemania, Francia, Italia y Reino Unido -los cuatro países europeos del G-8 (siete países más industrializados y Rusia)- sentaran en París las bases de una coordinación para impedir quiebras bancarias, aunque los gobiernos nacionales decidirán los medios y el método.