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Piden 38 años para la madre y el padastro de una niña maltratada de forma brutal

  • Alba tenía cinco años cuando ingresó en un hospital inconsciente en 2006
  • Su padrastro la dejó en coma y en parada cardiorrespiratoria
  • Su padrastro la maltrataba sin que su madre la protegiera
  • La niña padece todavía secuelas, algunas irreversibles

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La Fiscalía solicita que se condene a un total de 38 años de prisión a la madre y al padrastro de Alba, la niña de cinco años que presuntamente fue maltratada en 2006 en Montcada y Reixac, en Barcelona. También ha solicitado que indemnicen a la menor con 1,5 millones de euros por las lesiones causadas y las graves secuelas que todavía padece.

Según consta en el escrito de acusación, los procesados, Ana María C.F. y Francisco Javier P.E., comenzaron una relación sentimental en 2005 y, en noviembre de ese año, el hombre se fue a vivir al domicilio de la madre de la niña, en la calle Bess.

Desde entonces y hasta el 5 de marzo de 2006, cuando la menor fue ingresada en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, los dos imputados, o al menos Francisco Javier P.E. "con el conocimiento y la aquiescencia" de Ana María C.F., agredieron a Alba en diversas ocasiones.

Si bien no se pudieron determinar las lesiones que le causaron durante ese periodo, cuando Alba ingresó en el hospital sufría caquexia --desnutrición extrema-- "a resultas de la falta de cuidados y asistencia mínimos imprescindibles" que deberían haberle prestado su madre y su padrastro.

Un maltrato brutal

Además, en al menos dos ocasiones, Francisco Javier P.E. ató a Alba a una silla del comedor, le obligó a tragarse sus propios vómitos, le tapó la boca con cinta aislante y le introdujo agua con una jeringuilla.

El Ministerio Público sostiene que el procesado siempre actuó en presencia de Ana María C.F., quien "no trató en ningún momento" de proteger a su hija.

El 4 de marzo de 2006, la pareja decidió ir con Alba y la hija menor de edad del acusado, Maite, a las fiestas de Santa Perptua de Mogoda (Barcelona).

Sobre las diez de la noche, cuando se disponían a abandonar el domicilio, Francisco Javier P.E. le dijo a su compañera que bajara a la calle con su hija, mientras él le ponía la chaqueta a Alba.

Pese a que la explicación "carecía de lógica alguna", y sabiendo que su pareja pegaba a Alba, Ana María C.F. bajó al portal con Maite, "aceptando, en consecuencia, las elevadas posibilidades de que su hija sufriera un grave atentado contra su integridad física".

Bofetadas y puñetazos

La niña, de cinco años, extremadamente delgada y sin que ningún adulto pudiera ayudarla, fue agredida "de forma brutal". Su padrastro le propinó bofetadas y puñetazos y la tiró al suelo o contra la pared "con gran violencia", lo que le ocasionó un traumatismo craneoencefálico, que la dejó en coma, y una parada cardiorrespiratoria de la que pudo ser reanimada por los servicios de emergencias.

Cuando llegó a Vall d'Hebron, fue intervenida de urgencias y sometida, posteriormente, a diferentes intervenciones quirúrgicas para tratar los problemas respiratorios, neurológicos, hemodinámicos, dermatológicos, hematológicos y la fiebre que presentaba.

La menor sufrió "numerosas complicaciones médicas, algunas de las cuales persisten en la actualidad y se prevén definitivas". De hecho, actualmente, necesita ayuda para realizar las actividades de la vida diaria e, incluso, para mover su silla de ruedas, sufre tetraparesia --falta de movilidad de las extremidades-- y no ha recuperado el habla.

Un total de 38 años de cárcel

Por todo ello, la Fiscalía pide para cada uno 14 años de cárcel por un delito de asesinato en grado de tentativa, tres años de prisión por otro de violencia doméstica habitual y dos años más por un delito continuado contra la integridad moral, así como que se les prohíba tener armas durante cinco años.

También solicita que indemnicen a la pequeña con 1,5 millones de euros por las lesiones causadas y las secuelas que padece, que se les prohíba acercarse a menos de 1.000 metros de la menor o comunicarse con ella durante diez años, y que se retire a Ana María C.F. la patria potestad de su hija.