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La tensión reina en Líbano después de dos días de combates

  • La entrada de tropas del Ejército no han acabado con los combates en Trípoli
  • Los refuerzos han sido enviados tras un acuerdo entre ambas partes
  • Nueve personas han muerto en dos días de intensos enfrentamientos

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Las tropas libanesas desplegadas en Tripoli, la segunda ciudad más grande del país, no han conseguido devolver la calma después de dos días de combates en los que se han registrado nueve muertos y más de 50 heridos.  Además, se ha roto la estabilidad política que parecía que iba a instaurarse en el país.

Los testigos de los combates dicen que soldados y policías han entrado al norte de la ciudad de Tripoli, centro de las batallas entre los seguidores del Gobierno de Sunni Muslim y los pistoleros alauitas, cercanos a la oposición, conducida por Hizbulá.

Un portavoz del Ejército ha afirmado que "las tropas han intentado impedir por la fuerza toda presencia armada en las zonas donde se han desarrollado los combates. Los refuerzos han sido enviados después de un acuerdo entre ambas partes para volver a la calma."

Sin embargo, según informa Radio Nacional, los combates no han cesado y los tiroteos continúan en las calles de Trípoli, en las que los soldados instan a los civiles a refugiarse en sus casas.

Siguen las escaramuzas

Según informa la agencia AFP, en un primer momento, los combates se han intensificado a las 16.00 horas en la villa de Tripoli. Poco a poco, los choques habían disminuido con la presencia de las tropas,  tanto en primera línea como en las calles más pequeñas. Los civiles se han refugiado detrás de las tropas del Ejército, viendo como algunas de sus viviendas y comercios ardían.

"Los pobres son los que pagan el precio más caro", asegura un hombre, que dice tener una tienda en la zona. "El Ejército debe imponer su autoridad y quitar las armas a las personas".

Por su parte, el Ejército ha dicho en un comunicado que impondrá medidas para mantener la calma y avisa de que utilizará la fuerza si fuera necesario para terminar con el derramamiento de sangre.