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El alcalde de Charlottesville, el demócrata Mike Signer, ha calificado el atropello que este sábado causó la muerte de un mujer de 32 años y más de veinte heridos como un "acto de terrorismo" y ha instado al presidente estadounidense Donald Trump a que zanje la cuestión. Trump ha sido objeto de fuertes críticas después de que la víspera condenase "el odio y el fanatismo" por "múltiples partes" y calificase de "terrible" lo sucedido, pero no citó expresamente a los supremacistas blancos que habían convocado la marcha, entre los que se encontraba el ex líder del Ku Klux Klan David Duke, y algunos de los cuales portaba esvásticas nazis.

Un grupo de policías liderado por el inspector Óscar Pérez ha atacado desde un helicóptero, con granadas y disparos de fusil las sedes del Tribunal Supremo de Venezuela y del Ministerio del Interior con un mensaje por la "libertad" del país que llama a la insurrección contra el gobierno de Nicolás Maduro. El presidente venezolano ha calificado lo sucedido de "ataque terrorista armado" contra las instituciones del país. "Esta persona lanzó unas granadas, una no explotó", ha explicado Maduro, que ha confirmado que no ha habido víctimas pese a que en el momento del ataque había "decenas de personas" tanto en la sede del tribunal como en el ministerio.

El portavoz del gobierno, Ernesto Villegas, ha explicado que el helicóptero, un Airbus Bolkow, fue robado de la base aérea del Generalísimo Francisco de Miranda, en la capital, por el inspector Pérez y otros insurrectos. El "conspirador", ha señalado, atacó con al menos cuatro granadas de "origen colombiano" el edificio del Supremo, mientras que en la sede de lnterior se escucharon hasta 15 disparos. "Se trata de un intento de golpe de Estado", ha dicho. Pérez, agente del cuerpo de investigaciones científicas (CICPC), fue fotografiado junto a otros uniformados a bordo de la aeronave con una pequeña pancarta en la que se leía "350 libertad" en alusión al artículo de la Constitución que llama a desconocer "cualquier régimen" que contraríe las garantías democráticas. La acción de estos policías rebeldes se ha producido después de que el propio Maduro advirtiera que si se destruía la revolución bolivariana estaba dispuesto a "ir a las armas" y que "lo que no se pudo lograr con los votos lo haríamos con las armas".

Daniel Rodríguez, investigador del CSIC, había viajado a Milán con unos amigos para celeberar una despedida de soltero. Desapareció de la discoteca a la que había ido de fiesta y apareció tirado en unas vías del tren con un fuerte golpe en la cabeza y varias vértebras rotas. Su padre no cree que haya sido un accidente y la familia ha grabado con el móvil todas las cámaras de seguridad que hay en el kilómetro y medio que separa la discoteca y las vías del tren para que la policía las analice. Daniel ha salido del coma pero todavía no sabe si volverá a andar. Lo último que recuerda es que salió de la discoteca y llamó a sus amigos para decirles que estaba en la puerta pero cuando acudieron a su encuentro había desaparecido.

Un viandante grabó lo ocurrido con su teléfono móvil. La joven agredida, de unos 20 años, sufrió diversas heridas en la cabeza y abdomen tras la brutal paliza recibida en la noche del sábado al domingo a las puertas de un pub en Murcia. Según fuentes de la investigación sus responsables, unos 10 o 12 encapuchados, y entre ellos alguna mujer, podrían pertenecer a un grupo de 'skin heads' de extrema izquierda y sospecha que la agresión pudo deberse a cuestiones políticas.

A los dos arrestados, de origen rumano, se les imputa un presunto delito de homicidio en grado de tentativa. Los detenidos tienen 28 y 29 años, son de nacionalidad rumana y viven en Daroca. El juez de la Almunia, ha pedido que los arrestados participen en una rueda de reconocimiento para que la víctima pueda identificarlos. Después, les tomará declaración. Los vecinos de Daroca se han concentrado para mostrar su repulsa por lo sucedido, el alcalde ha transmitido el malestar de la comunidad rumana de la localidad y ha pedido calma.

Las autoridades de Charlotte (EE.UU.) han advertido este jueves de que actuarán de manera más "proactiva" para atajar las violentas protestas que han sacudido la localidad, en el estado de Carolina del Norte, tras la muerte de un afroamericano a manos de la Policía local. En conferencia de prensa, la alcaldesa, Jennifer Roberts, y el jefe de Policía, Kerr Putney, han indicado que esta noche contarán con nuevos refuerzos para evitar los incidentes violentos, incluida la Guardia Nacional, un cuerpo militar, que se desplegará en la ciudad en las próximas horas. Además utilizarán una nueva estrategia más severa para proteger los inmuebles e impedir desmanes como los que el miércoles acabaron con 44 detenidos y nueve civiles heridos, uno de ellos en estado "crítico" tras recibir un disparo, caso que siguen investigando.

El jefe policial Kerr Putney ha indicado que por el momento no tienen previsto publicar las imágenes tomadas por las cámaras de vídeo personales instaladas en los uniformes de los agentes envueltos en el tiroteo para no comprometer la investigación, pero que sí las mostrarán a los familiares de la víctima, Keith Lamont Scott. Aunque estos días la Policía ha afirmado que Scott iba armado, este vídeo no demuestra, según la misma Policía, que el fallecido estuviera en posesión de ningún arma o que apuntara a los agentes con alguna.