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La provincia de Panjshir se encuentra a sólo 300 kilómetros de la ciudad pakistaní donde las tropas de élite de Estados Unidos abatieron al líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, uno de los nombres propios en estos 20 años de intervención en Afganistán. Hasta allí se ha desplazado un equipo de TVE. En la imagen, un talibán sentado con su arma en Kabul (04/09/21). Foto: Reuters.

Unos 800 de los 1.200 kilómetros que tiene la frontera de Pakistán con Afganistán están fortificados con vallas y alambres de espino, así como con fortificaciones y sistemas avanzados de vigilancia, para impedir la infiltración de elementos sospechosos y el tráfico de drogas (FOTO: REUTERS).

Entre los refugiados que se van a quedar en España, está Khadija. Tiene 28 años, tres hijos, y hasta que los talibanes volvieron a tomar el poder, era presentadora de losinformativos en la televisión pública de Afganistán. Ahora vive en un piso de acogida desde donde, dice, va a seguir luchando por los derechos de las mujeres y por su familia, que sigue escondida y amenazada, cada día que pasan allí su vida corre peligro: "De momento nadie sabe dónde están. Cada día es peor. Siempre puede haber circunstancia que los pueda delatar". El 21 de agosto, cinco días después de que los talibanes tomasen Kabul, Khadija subió a un avión rumbo a España. La periodista, que está estudiando español, no confía en que los talibanes instauren un gobierno inclusivo: "Se dice que tal vez mañana se va a conformar el nuevo gobierno pero la sociedad no lo va a aceptar. Mucha gente está en contra de los talibanes. No respetan los derechos humanos. Lo que les espera con este gobierno es volver 20 años atrás".

Con fuegos artificales y tiros al aire han celebrado los talibanes la retirada de Estados Unidos un día antes de la fecha marcada. Con la salida de las tropas americanas el país se queda ahora en manos de los insurgentes y se enfrenta a una dura situación económica puesto que todas las cuentas estadounidenses están congeladas y el valor de la moneda local se deprecia día a día. Los talibanes han asegurado que no habrá venganza y que es el tiempo del perdón.

Ana Ballesteros, investigadora asociada al CIDOB experta en Afganistán, ha explicado que la situación en es país es "complicada", pero "diferente a la de hace 20 años". "Están cambiando las relaciones internacionales y se plantean nuevos modelos", ha indicado en 24 horas de RNE, donde ha lamentado que los afganos "sean siempre utilizados por otros países para que consigan sus objetivos”. "No soy optimista sobre el futuro. Es una situación muy grave, una tragedia espectacular. A los talibanes les costará gobernar, varios grupos los intentarán sabotear y se producirá una catástrofe humanitaria", ha relatado la investigadora. Ha opinado que la decisión de la Unión Europea de aportar más dinero a los países vecinos del régimen talibán para evitar que los flujos migratorios lleguen a las fronteras de los países miembros "no es una solución efectiva": "Es adecuada para los intereses de Bruselas, pero no para los afganos que huyen, ni para Pakistán e Irán. La UE intenta paliar los efectos y que se use a los refugiados por grupos como la extrema derecha".

Ballesteros ha comentado que los talibanes pueden tener ahora “una forma diferente de hablar con el mundo", pero lo que hay sobre el terreno es lo que hubo desde el 1996 a 2001. "Quiebran derechos humanos y cometen crímenes de guerra. ¿Cómo vamos a hablar con ellos? Desprecian los derechos humanos y es difícil vender este diálogo y que ellos escuchen y hagan caso", ha sostenido.

Estados Unidos pone fin a los 20 años de guerra en Afganistán y miles de civiles se agolpan en el aeropuerto para huir. Tras la toma de Kabul por parte de los talibanes y la huida de los militares afganos, estos se han hecho con recursos y armas estadounidenses.

FOTO: Civiles afganos subiendo a un avión para ser evacuados de Kabul EFE/EPA/LPhot Ben Shread

María Jesús Vega, portavoz en España de ACNUR, dice que aunque la situación es distinta a la de la llamada crisis de refugiados de 2015, la clave es que haya un compromiso firme de apoyo a la situación de Afganistán, tanto para ayudar a quienes se han quedado dentro, como los que han salido a países limítrofes. ACNUR dice que es clave que se dejen las fronteras abiertas y tener claro que todo el mundo debe colaborar: “El mensaje es para todos, los países limítrofes y todos los de la UE. Permitir el acceso al asilo salva vidas”. Otro de los focos, asegura Vega, debe estar dentro del país, donde millones de personas corren peligro por no tener ni seguridad ni lo más básico para vivir.

La misión internacional para evacuar a miles de civiles de Afganistán tras la vuelta al poder de los talibanes ha terminado tras la marcha de las tropas estadounidenses, un día antes de la fecha límite del 31 de agosto que estaba prevista, pero todavía muchas personas que huyen de los talibanes siguen al otro lado de las fronteras afganas sin saber qué pasará con ellos. El país centroasiático afronta una grave crisis. Los insurgentes, militantes islamistas que cuando estuvieron en el poder llevaron a cabo ejecuciones públicas y prohibieron a las niñas y las mujeres ir a la escuela o al trabajo, han tomado el control del aeropuerto de Kabul tras asegurar que salvaguardarán los derechos humanos. 

Foto: Una mujer pasa delante de combatientes talibanes que vigilan en el exterior del aeropuerto de Kabul. EFE/EPA/STRINGER

Los últimos soldados estadounidenses han salido del país. La misión internacional en Afganistán ha terminado y los talibanes están de vuelta en el poder. Es el fin de una era. Miles de personas que querían salir siguen al otro lado de las fronteras afganas sin saber qué pasará con ellos. Las ONG dicen que a partir de hoy será prácticamente imposible llevar ayuda humanitaria a Afganistán, porque no tiene instituciones. Aunque los talibanes les han pedido que se queden, recuerdan que no tienen material, solo aquel que consiguieron pasar antes de que empezara todo hace más de dos semanas. La economía está paralizada, los bancos siguen cerrados y la mayoría de la población está confundida. Informa Santiago Barnuevo