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El domingo, Ucrania celebra elecciones para elegir presidente. Lo hace en un clima marcado por el enfrentamiento con Rusia, la corrupción y una grave crisis económica tras cinco años de mandato de Petro Poroshenko. Nuestra enviada especial a Kíev, Aurora Moreno, ha podido comprobar cómo vive la población y qué expectativas tienen ante esta cita electoral.

Después de dos años de pesquisas y quinientos testigos interrogados, Muller asumió el caso para investigar dos delitos. El primero, la conspiración con Rusia. Muller considera probado que los rusos ofrecieron a Trump su ayuda en la campaña, pero no considera probado que el presidente, o su equipo, conspirasen con ellos. El segundo delito, obstrucción a la justicia. Al final, Muller, no lo declara culpable, pero tampoco lo exonera.

Donald Trump ha salido reforzado tras el informe del fiscal especial sobre la trama rusa. Robert Mueller no ha hallado pruebas que indiquen que el presidente estadounidense conspirara con Moscú en las elecciones presidenciales de 2016. Aún así no descarta que obstruyera a la justicia. Por eso los demócratas quieren conocer el informe completo y no solo el resumen del fisacal general William Barr. Crónica del corresponsal de RNE en Washington, Fran Sevilla.

Svetlana Dryuk era toda una heroína en Rusia hasta hace poco: dirigía la unidad femenina en Ucrania con el apoyo de Moscú, pero ha desertado a Ucrania tras enamorarse de un militar. Ahora, amenaza con revelar los planes de Rusia, entre los que asegura, figura una invasión de Ucrania.

El periodista Jorge Ramos, de la cadena Univisión, y su equipo fueron retenidos durante varias horas en el Palacio de Miraflores tras una entrevista con Nicolás Maduro. El gobierno les ha requisado todo el material y ha ordenado la deportación. Todo, horas antes de la reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para analizar la situación en el país.

El Presidente ruso,  Vladimir Putin, amenaza con apuntar sus misiles hacia territorio estadounidense si los norteamericanos emplazan su armamento de corto y medio alcance en Europa. con una bajada de la popularidad de Putin entre los electores.

El gasoducto North Stream II, que llevará gas de Rusia a Alemania a través del Mar Báltico, inquieta y divide a Europa. Sus detractores aseguran que incrementará la dependencia energética de Rusia, pero, además, podría cumplir la nueva directiva europea del gas, por la que no se separan las actividades entre el proveedor del gas y el gestor de la infraestructura. En este caso no se cumple porque pertenece a la todopoderosa Gazprom rusa. Nicolás de Pedro, investigador principal del Institute para la Gobernabilidad de Londres, reconoce que se trata de un arma geoestratégica de Putin.