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Partidarios del presidente Mursi y opositores se han enfrentado lanzándose piedras, botellas e incluso cócteles molotov. Los alrededores del palacio presidencial se ha convertido en escenario de una batalla campal que deja decenas de heridos. Según algunas fuentes, podría haber varios muertos. La causa de tanta violencia, el decreto del presidente para blindarse con poderes extraordinarios y el proyecto de Constitución aprobado por la mayoría islamista.

Hermanos Musulmanes y grupos de la oposición han llamado a los suyos a manifestarse de nuevo en torno al palacio presidencial. El pasado martes miles de egipcios rodearon este edificio oficial y mantuvieron durante la noche una acampada para manifestar su descontento con las nuevas medidas aprobadas por su presidente Mohamed Morsi.

La policía egipcia ha lanzado gases lacrimógenos sobre miles de manifestantes que se concentran en los alrededores del Palacio Presidencial en El Cairo para protestar contra el presidente, Mohamed Morsi, y sus últimas decisiones.

Según ha constatado Efe en el lugar, pese a que las marchas convocadas transcurren de manera mayoritariamente pacífica, los agentes antidisturbios han lanzado los gases contra los manifestantes que han intentado acercarse a las puertas del edificio. La agencia Reuters asegura, citando fuentes anónimas, que Morsi ha abandonado el Palacio.

Miles de personas se manifestaban este martes por la tarde en El Cairo en los alrededores del palacio presidencial contra las últimas deciciones de Mohamed Morsi. Ha habido enfrentamientos con la policía.

Cinco funcionarios rusos han sido detenidos después de que saliera a la luz, a través de Internet, un vídeo que muestra torturas a un preso. Activistas de Derechos Humanos han denunciado el aumento de los casos de malos tratos en las prisiones rusas. Les advertimos de la dureza de algunas de las imágenes.

Doscientos jueces de toda España, entre los que hay magistrados del Supremo, han hecho público un manifiesto donde critican que el pasado Consejo de Ministros indultara por segunda vez a cuatro Mossos que habían sido condenados a 4 años de cárcel por torturas.

El Sindicato Unificado de Policía (SUP) va a dirigir una carta al ministro del Interior para denunciar que un jefe de los antidisturbios habría entrenado para que dispararan directamente pelotas de goma contra los ciudadanos, algo que prohíbe de forma expresa el protocolo policial. Los hechos habrían tenido lugar el pasado martes en un centro de adiestramiento en Linares (Jaén). El jefe de las UIP insistió permanentemente en que había que ser "más contundente" y que también se quejó de lo "blandas" que son estas unidades en algunas actuaciones. Fruto de este entrenamiento, tres escudos acabaron rotos, por lo que el SUP asegura que las pelotas se dispararon directamente contra las personas, y no contra el suelo. Ocho agentes resultaron heridos y uno de ellos fue trasladado a un centro médico.

El ministro de Interior cree que las declaraciones ayer de Laura Mintegi, portavoz de EH-Bildu, calificando las detenciones de Francia de "operación de represión" podrían entrar en los supuestos de ilegalización que fijó el Tribunal Constitucional. Un proceso que tendrían que abrir la Fiscalía o la abogacía del estado.

Coulibali es una de las cerca de 100 personas que consiguió saltar la valla de Melilla el pasado martes. Camerunés, de 21 años, dejó su país hace cuatro. El asesinato en 2008 de su padre, un político de la oposición, le empujó a tomar esa decisión. ¿Fue el momento de dejar Camerún, no sabía donde iba, pero tenía que salir de allí¿, explica en una entrevista a RTVE.es.

Eran las seis de la mañana cuando él y un grupo de inmigrantes decidieron abandonar el lugar donde permanecían escondidos, el monte Gurugú (en Marruecos), para intentar penetrar en Melilla, pero no sería hasta pasada la una del mediodía cuando llevaron a cabo la acción.

Coulibali cuenta que mientras trepaban por la alambrada (de seis metros de altura), los soldados marroquíes les golpearon con bastones: ¿Me pegaron en la espalda, aunque eso no fue un problema para mí. Cuando me quise dar cuenta, ya estaba en el otro lado. Entonces mis compañeros me preguntaron: ¿Dónde vas? Acordamos que todos teníamos que permanecer unidos¿.