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Centenares de policías antidisturbios turcos han entrado con blindados en la céntrica plaza de Taksim de Estambul, donde desde hace dos semanas se concentraban los manifestantes que piden la dimisión del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan.

Los agentes han tomado el control de la plaza tras disparar gas lacrimógeno y usar cañones de agua contra los pequeños grupos de personas que se encontraban en la plaza, según informan Reuters y la emisora de televisión NTV. Algunos de estos grupos de "resistentes" han lanzado cócteles molotov contra la Policía.

La enviada especial de TVE, Anna Bosch, lo ha contado en directo desde las calles adyacentes.

Lo ha dicho después de su gira por el Magreb. El Primer ministro de Turquía, regresa a su país donde miles de manifestantes llevan días pidiendo su dimisión. Además su gobierno va a seguir adelante con sus planes de construir un centro comercial en el parque de Taksim, hecho que originó los disturbios.

Turquía vive la segunda jornada de paro convocada por los sindicatos públicos. Dicen que es una "huelga de advertencia". Un equipo de TVE visita el parque de la polémica con Burçak, uno de los primeros activistas. Aquí empezó todo. Un grupo de jóvenes acamparon en contra del proyecto de talar muchos de estos árboles para construir un centro comercial y una mezquita. Y en la madrugada del viernes la policía los desalojó por la fuerza y quemó las tiendas. Esa carga policial desató la revuelta en Estambul y varias docenas de ciudades turcas.

La Policía turca se ha vuelto a enfrentar este lunes a los manifestantes que piden la dimisión del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, en la cuarta jornada de disturbios en el país, los peores desde 2003, mientras el mandatario ha calificado de "extremistas" a los que protestan y ha partido en visita oficial al extranjero.

La brutalidad policial en Sudáfrica vuelve a ser motivo de espanto. Un testigo grabó este vídeo el martes en Johannesburgo. Muestra cómo los agentes tratan de detener a un taxista tras un incidente de tráfico. El detenido se resiste, así que lo esposan a la parte trasera del furgón policial, arrancan el vehículo y lo arrastran durante 400 metros, ignorando las protestas de los numerosos testigos. El taxista, de 27 años y origen mozambiqueño, murió poco después en la comisaría. El presidente sudafricano Jacob Zuma, el comité de derechos humanos del país e incluso la propia policía sudafricana han condenado el suceso y han abierto una investigación.

Las marchas, en esta jornada de aniversario, se han convertido en actos reivindicativos para protestar por la deriva de la revolución que sacudió al mundo hace dos años. Hace dos años, en el Egipto de Mubarak y su régimen militar, esta imagen era insólita. Miles de personas hartas de pobreza, corrupción y tiranía. 18 días de protestas y Mubarak huyó en helicóptero sobre las cabezas de los que lo hicieron caer. Pero en Tahrir no han parado las protestas. La economía no se recupera, lastrada por la falta de turistas. Los egipcios han votado al islamista Morsi en las elecciones más libres que recuerdan, pero la calle se divide entre sus seguidores y la población menos religiosa, temerosa de que las mujeres o los cristianos coptos pierdan derechos.

Ester Quintana, la mujer que perdió un ojo en la manifestación de Barcelona el día de la huelga general, ha ratificado su denuncia ante el juez. Según su versión, fueron los mossos quienes dispararon. El Consejero de Interior de la Generalitat en funciones insiste en que no fueron los agentes.

El consejero de Interior catalán, Felip Puig, ha revelado hoy que presentó su dimisión por la polémica actuación de los Mossos el día de la huelga general, pero Artur Mas -asegura Puig- no se la aceptó. Quien sí ha dimitido esta mañana es un jefe de la policía catalana que tardó varios días en informar sobre los disparos que se produjeron en la zona donde una mujer perdió un ojo.