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Polémica en Italia por un karaoke de la primera ministra, Giorgia Meloni, y el ministro de Transportes, Matteo Salvini. Mientras celebraban el cumpleaños del líder de la Liga, los equipos de rescate seguían buscando víctimas del naufragio del pasado 26 de febrero en las cosas de Calabria y nadie del Gobierno asistía a los funerales. A dos voces, abrazados y frente al piano. Así cantaban la noche del viernes en un local de Milán Giorgia Meloni y Matteo Salvini La Canzone de Marinella. Una canción de 1964 que habla sobre una mujer de Calabria que aparece muerta en un río. El alcalde de Bolonia ha criticado la celebración de la fiesta el mismo día que enterraron a siete migrantes fallecidos en el naufragio.

Foto: Giorgia Meloni conversa con Matteo Salvini (Tiziana FABI/AFP)

El tren medicalizado de la ONG Médicos Sin Fronteras evacúa a heridos de guerra desde las zonas del frente bélico. Se puso en marcha hace un año y ahora cuentan con dos trenes que hacen dos viajes a la semana, de casi 30 horas de duración. El tren está preparado con material sanitario, personal médico e incluso cuenta con un vagón UCI. "Se trata de un tren hacia la vida en medio de tanta muerte", nos cuentan Fran Sevilla y Carlos Mesas, enviados especiales.

Emma Igual es la directora y cofundadora de Road to Relief, una ONG que lleva un año evacuando civiles del frente en Ucrania y entregando ayuda humanitaria y ofrecen asistencia sanitaria en las zonas más afectadas. Hablamos con ella para saber cómo está la situación en la zona de Bajmut, cuáles son las principales necesidades de los ucranianos que viven cerca del frente o cómo se monta una ONG de la nada en un país en guerra.

Irina, una ucraniana que vive en Ternópil, nos cuenta su trabajo en Cáritas, donde empezó a colaborar como voluntaria tres días después de que empezara la guerra. Además, nuestro enviado especial a Ucrania, Fran Sevilla, retrata en su foto sonora cómo ha cambiado Bajmut en un año.

La guerra ha tensionado el sistema sanitario ucraniano y las organizaciones humanitarias han tenido que adaptarse a las necesidades de la población tanto en las zonas de guerra como en el resto del país, donde millones de personas han buscado refugio y necesitan asistencia médica. Según un informe de cinco ONG avalado por la ONU, el año pasado hubo más de 700 ataques a centros médicos, denegación de acceso a la atención sanitaria e interrupción de admisión de pacientes. Unos 200 sanitarios han sido asesinados, heridos, secuestrados o arrestados. Todo eso ha presionado al sistema sanitario, ya frágil antes de la guerra.

Foto: Un edificio de viviendas bombardeado en la ciudad ucraniana de Zaporiyia (REUTERS/Stringer)

En Ucrania, los varones en edad militar no pueden abandonar el país salvo en algunas excepciones. Por eso gran parte de los millones de huidos son mujeres. A menudo solas y vulnerables, uno de los riesgos es caer en manos de los traficantes. Un equipo de TVE ha hablado con una ONG que trata de protegerlas.

"Veíamos a hombres merodear con móviles por las colas, escuchando, mirando", asegura Luva Marsymoveyeh, directora de Women´s Perspective, una ONG pionera en los derechos de las mujeres ucranianas. Aquí pronto entendieron la gravísima crisis humanitaria y empezaron a dar cobijo a muchas de ellas, también ofreciéndoles información útil.

"Les decían que las iban a llevar a Alemania. Yo les preguntaba el nombre de esa persona, pero ni lo sabían. De ahí la necesidad de ayudar a quienes en ese momento eran especialmente vulnerables", cuenta. Foto: Una madre ucraniana junto a sus hijos (EFE/Alejandro García)

Jesús Cruz-Franco, coordinador de país de la Delegación de Cruz Roja Española en Ucrania, nos cuenta que las necesidades de las personas que han atendido durante este año de guerra no han cambiado: "Empezamos distribuyendo comida, mantas y paquetes higiénicos a las personas que se encontraban desplazadas. Esa situación no ha cambiado porque el conflicto sigue activo". Durante estos meses Cruz Roja ha brindado apoyo psicosocial a más de 326.000 personas y Cruz-Franco explica que la salud mental continúa siendo una de las grandes prioridades: "Tenemos que tener en cuenta que prácticamente un tercio de la población tuvo que abandonar sus hogares".

Además, a esta situación humanitaria se une la crisis económica. "Muchísima gente ha perdido sus trabajos y ya no tiene ahorros. En este sentido, intentamos hacer proyectos de recuperación económica para que en aquellas áreas fuera de la línea de conflicto las personas puedan recuperar su actividad y se valgan por sí mismas"nos cuenta.

Anna tiene 38 años, nació y creció en la ciudad de Mariúpol, y antes de la guerra trabajaba como enfermera en Ucrania. RTVE Noticias la entrevistó hace un año cuando estaba a punto de cruzar el corredor humanitario que conectaba Zaporiyia y Mariúpol, una auténtica autopista al infierno, para rescatar a su madre y a su abuela. Hoy, un año después, la hemos visitado en República Checa, donde se encuentra refugiada junto a su familia.

Descubre su historia en el vídeo que encabeza esta noticia.  En Primera Persona es el nuevo formato de vídeo digital de RTVE Noticias. 

La guerra de Ucrania deja deja ya más de 13 millones de refugiados, según ACNUR. De esos, 8 millones han huido de su país y viven acogidos en otros países europeos, entre ellos, España, donde viven 168 mil ucranianos.

Andalucía es la comunidad que más visados de emergencia ha tramitado este año, solo por detrás de Comunidad Valenciana y Cataluña. La comunidad más numerosa está en Málaga, donde viven hoy 14.000 refugiados ucranianos. Nosotros hemos querido saber cómo están un año después.

En Ucrania hay más de cinco millones de personas desplazadas que llevan un año atravesando situaciones muy duras. Paulo Milanesio, coordinador de emergencias de Médicos Sin Fronteras, cuenta que las ONG hacen un trabajo enorme en la salud mental de la población. "Tenemos pacientes con patologías como duelo, insomnio, estrés... La gente mayor y los niños están sufriendo de manera crítica", nos cuenta en Las Mañanas de RNE.

Milanesio asegura que están negociando para poder ayudar también en Rusia. "Sabemos que hay mucha gente atrapada en la línea del frente. Vemos que, a medida que Ucrania avanza, la situación al otro lado puede ser muy crítica", asegura. Médicos Sin Fronteras garantiza el sistema de calefacción en centros de refugiados y centros de salud. "La gente no tiene ropa de invierno, han perdido todo... La sensación de duelo es muy grande".

El centro de desplazados en la ciudad de Irpín se inauguró en 2015, con el inicio de la guerra en el Dombás. "Nuestra ciudad recibió muchos desplazados del Dombás y de Crimea cuando comenzó la guerra y hasta ahora seguimos con muchos desplazados", explica Nadia. Fue a principios del mes de marzo de 2021 cuando los vecinos comenzaron a esconderse. "Nuestro centro, como está en el sótano, era el refugio para los ciudadanos de todos los edificios cercanos". Hablamos también con los voluntarios de la ONG Juntos por la Vida y con Natalia, que es doble refugiada: "Somos del Dombás y es la segunda guerra para mí. Explicamos a la gente que todo pasa y la guerra también pasará, todo volverá a la normalidad".