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GEMMA GARCÍA (Corresponsal de TVE en Nueva York).- Algunos analistas políticos en EE.UU. sostienen que quien gane en el debate de este lunes ganará las elecciones. Pero es difícil que Obama o Romney se distancien en este tercer asalto, ya que habrán aprendido de los errores de los otros dos debates. El formato, ambos sentados frente al moderador, favorece a priori a Romney, mientras que el tema, política exterior, puede beneficiar a Obama.

En un raro cambio de tono a diecinueve días de las elecciones, el presidente de EE.UU, Barack Obama, y su rival republicano Mitt Romney intercambiaron este jueves bromas durante una cena en la que el primero optó por la autocrítica y el segundo, por el humor incisivo y sarcástico.

Dos días después de su tenso segundo debate, Obama y Romney compartieron mesa en el hotel Waldorf Astoria de Nueva York, en una cena benéfica que, desde 1960, reúne tradicionalmente a los candidatos para relajar los ataques a unos días de las elecciones.

Seguro de sí mismo, Romney aseguró que Obama "está en los últimos meses de su presidencia" y recordó que ambos tienen personas en las que apoyarse. "Yo tengo a mi preciosa mujer Ann, él tiene a (el expresidente de EE.UU.) Bill Clinton", agregó.

No todo fue autocrítica para Obama, que no dudó en recordar que tiene una ventaja en el debate del lunes, centrado únicamente en política exterior.

"Puedo adelantar algo: acabamos con Bin Laden", subrayó el mandatario, que también comparó su visita a Europa en 2008, cuando era candidato, con la que Romney hizo allí este verano.

En las elecciones estadounidenses los dos candidatos intentan atraer el voto femenino, un sector del electorado aún muy indeciso. Hasta ahora, las mujeres respaldaban mayoritariamente a Obama pero las últimas encuestas reflejan que su apoyo a Romney ha aumentado.

Las primeras encuestas publicadas por la prensa estadounidense coinciden en que el candidato demócrata Barak Obama se ha impuesto al republicano Mitt Romney en el segundo debate televisado.

Vamos a analizarlo con Robert Matthews, analista del Centro Internacional de Oslo por la paz.

La cuestión, dice, queda muy empatada todavía aunque Obama recuperó en este debate. "Salió poniendo a Romney a la defensiva". En inmigración el republicano trata de girar al centro para ganar votos después de rendirse ante la extrema derecha de su partido para ganar la nominación. Intenta dar la imagen de moderación. Obama por su parte intentó mostrar las contradicciones y la inmoralidad de su contrincante, opuesto a ganar dinero para políticas sociales y a subir los impuestos a los ricos (17/10/12).

Las encuestas tras el segundo debate presidencial dan ganador al presidente de EE.UU. y candidato a la reelección, Barack Obama, aunque por un margen más estrecho que la victoria obtenida por su rival, Mitt Romney, en el primer cara a cara en Denver (Colorado).

EE.UU vive con maxima expectación las horas previas al segundo debate presidencial entre el candidato democrata a la reelección Barak Obama y el candidato republicano Mitt Romney. La incógnita está en si Obama podrá mejorar su actuación del primer debate y superar a Romney que hay ido ganando posiciones en los sondeos.

Será un debate de preguntas ciudadanas, un forma que cumple ya 20 años en EEUU. Ambos candidatos deberán responder a las preguntas formuladas por unos 80 votantes indecisos.

Mónica Perez de las Heras, periodista y experta en programación neurolingüística (16/10/12).

El actual ocupante de la Casa Blanca no ha perdido ocasión para airear la opulencia económica de su rival. Durante la discusión sobre la competencia con China y las supuestas inversiones de Romney en el gigante asiático, este ha retado a Obama a que compruebe que su jubilación también está invertida en fondos chinos. "No miro mi pensión tan a menudo. La mía no va a ser tan grande como la suya", ha comentado con sorna, provocando las risas de parte del público.

El debate sobre inmigración también ha estado presente en el segundo cara a cara entre Obama y Romney. Ha sido Lorraine Nazario, una participante de origen latino, quien ha sido la encargada de preguntar qué se va a hacer con los inmigrantes que ya viven en EE.UU.

El presidente ha acusado al aspirante republicano de tener como modelo la ley de Arizona, que legaliza las identificaciones basadas en criterios raciales. El exgobernador de Massachusetts lo ha negado categóricamente para pasar al contraataque. "Hace cuatro años (Obama) dijo que en su primer año en el cargo iba a cambiar la legislación, y no ha sido así. Ha incumplido su promesa".

"Quiero reducir los impuestos a la clase media porque han soportado demasiado y no voy a reducir la parte que pagan aquellos que más ganan". Así se expresaba el aspirante republicano a la Casa Blanca.

Según Obama, las cuentas para bajar las tasas y a la vez reducir el déficit no cuadran y Romney oculta sus verdaderas intenciones. En uno de sus numerosos ataques, el presidente ha aprovechado para recordar que el republicano se beneficia en persona de las baja progresividad fiscal.

"La pregunta sobre cómo lo va a hacer... no lo puede decir. El solo paga el 14% de sus impuestos, cuando ustedes pagan más", ha recordado al auditorio.

Otro momento de tensión entre ambos candidatos, que se han llegado a interrumpir y a solaparse, a veces dando la espalda al público, se ha producido al hablar de energía.

Mientras el demócrata insiste en apostar por las energías renovables y en "fabricar coches eficientes" para la exportación, su rival republicano se ha comprometido a "luchar por el petróleo y por el carbón" con nuevas prospecciones en Alaska y las costas de Virginia.

El segundo debate entre los candidatos a las elecciones presidenciales de EE.UU. no ha defraudado. El candidato demócrata a la reelección, Barack Obama, ha pasado al ataque para intentar contrarrestar la buena impresión que su rival republicano, Mitt Romney, dio en el primer cara a cara, y que le hizo subir en las encuestas.

El presidente ha jugado también su carta escénica: en todo momento ha aparecido más cómodo sobre el escenario, acercándose mucho más a la moderadora y al público, procurando mirar a todos los presentes y pronunciando frases con firmeza. Como consecuencia, los primeros sondeos ya le dan como ganador, por un estrecho margen.

El empleo, los impuestos y las promesas incumplidas de la última legislatura han centrado un debate con preguntas del público en el que también se ha hablado de energía o inmigración.

Romney ha recordado al presidente la alta tasa de paro y su incapacidad de lograr relanzar la economía, a lo que Obama ha respondido usando la artillería de la que no echó mano en el primer encuentro: ha recordado los bajos impuestos que el republicano, un inversor multimillonario, ha pagado en los últimos años; ha mencionado que la pensión de su rival será "más alta" que la suya y, en la intervención con la que ha cerrado el debate, ha sacado a colación el famoso vídeo del 47%.

Durante la hora y media de discusión, los candidatos no han dejado sin responder ninguna alusión del rival, interrupiéndose en numerosas ocasiones. Pero el momento más intenso ha llegado al hablar del atentado contra el consulado de EE.UU. en Bengasi (Libia).

"No es cierto". Esta quizá ha sido la frase más escuchada durante el cara a cara entre Obama y Romney. Los candidatos se han acusado mutuamente de mentir u ocultar información. La primera ocasión, al hablar del empleo. Romney ha prometido bajar los impuestos a la clase media y a la vez crear puestos de trabajo, a lo que Obama ha respondido que el "único plan" de su rival es "garantizar que los ricos juegan con reglas distintas".