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El regreso de Recep Tayyip Erdogan a Turquía ha hecho aún más visible la profunda división de la sociedad. Basta con comparar el multitudinario recibimiento al primer ministro en el aeropuerto, mientras los manifestantes abarrotaban varias plazas de Estambul y Ankara. O con echar un vistazo a la prensa nacional.

El regreso de Recep Tayyip Erdogan a Turquía ha hecho aún más visible la profunda división de la sociedad. La noche ha transcurrido en calma en Ankara, mientras que en un barrio humilde de Estambul las fuerzas del orden dispersaron a un centenar de personas que intentaban levantar una barricada, informó hoy el canal de televisión NTV.

A esta hora la plaza de Taksim en Estambul está abarrotada. Las ultimas declaraciones del primer ministro, Erdogan, han vuelto a encender los ánimos. El primer ministro ha dicho esta mañana en Túnez que entre los manifestantes hay condenados por terrorismo, y que seguirá con sus planes de construir en un parque de Estambul, el detonante de esas protestas.

Lo ha dicho después de su gira por el Magreb. El Primer ministro de Turquía, regresa a su país donde miles de manifestantes llevan días pidiendo su dimisión. Además su gobierno va a seguir adelante con sus planes de construir un centro comercial en el parque de Taksim, hecho que originó los disturbios.

Turquía vive la segunda jornada de paro convocada por los sindicatos públicos. Dicen que es una "huelga de advertencia". Un equipo de TVE visita el parque de la polémica con Burçak, uno de los primeros activistas. Aquí empezó todo. Un grupo de jóvenes acamparon en contra del proyecto de talar muchos de estos árboles para construir un centro comercial y una mezquita. Y en la madrugada del viernes la policía los desalojó por la fuerza y quemó las tiendas. Esa carga policial desató la revuelta en Estambul y varias docenas de ciudades turcas.

Se han convocado manifestaciones en las principales ciudades del país. Las protestas se repitieron anoche en la Plaza Taksim de Estambul.