El entrenador del Liverpool, Jürgen Klopp, ha asegurado que sus jugadores han "aprendido" y "mejorado" mucho desde la pasada final de la Champions, en la que cayeron ante el Real Madrid, que supuso un "punto de partida", y ha explicado que este sábado en la final ante el Tottenham será necesario que mantengan sus "fortalezas", entre ellas la "velocidad"
Con los accesos completamente vallados. Así se encuentra el estadio Wanda Metropolitano, sede de la final de la Champions, con el objetivo de garantizar la seguridad de todos los aicionados que vengan hasta aquí a disfrutar del partido entre Tottenham y Liverpool. Pero la seguridad no se limita al estadio y aledaños sino que se extiende por toda la ciudad, incluidas las fan zones de ambos equipos.
La final inglesa de la Champions entre Liverpool y Tottenham provocará la llegada de casi 100.000 seguidores. De ellos, unos 30.000 sin entrada. Más de las mitad llegarán a la capital española en avión, al aeropuerto de Barajas, que registrará su récord de tráfico este fin de semana.
El espectáculo que definirá al campeón de la principal competición de clubes europea y la más relevante del panorama mundial tendrá un impacto económico directo superior a los 60 millones de euros en la capital española, que se duplica hasta más de 120 millones teniendo en cuenta el efecto indirecto.
Los aficionados del Liverpool y del Tottenham ya ponen el acento inglés y los colores rojo y blanco a las calles de la capital de España, que ya respira el ambiente propio de toda una final de Champions.
La Policía Nacional ya tiene todo listo, y de hecho ya ha empezado a actuar, para garantizar la seguridad en la final de Champions, que se disputará el sábado en Madrid, con 4.200 agentes que se desplegarán tanto en el estadio, como en sus alrededores, en las "fan zones" y otros puntos de la capital.
El dispositivo de seguridad para la final de la Liga de Campeones que el sábado disputarán el Liverpool y el Tottenham en el Wanda Metropolitano contará con 4.700 efectivos, incorporará un dron y contempla la prohibición de la venta de alcohol desde las 17.00 horas en las zonas en las que se agruparán los 67.800 aficionados que se esperan.
Madrid respira desde este lunes el ambiente previo a la final de la Champions League entre Liverpool y Tottenham. Se espera la llegada de 50.000 aficionados de ambos equipos y 20.000 sin entrada. Los dueños de bares de las zonas de Goya y Colón, donde se ubicarán las 'fanzones' esperan hacer negocio pero algunos también temen los destrozos de los 'hooligans'.
El conjunto británico ya está en uno de los lugares más exclusivos de la Costa del Sol buscando el sol, tranquilidad y privacidad. Un dispositivo de seguridad de unas 100 personas velan porque la concentración trasncurra sin sobresaltos.
La victoria del Liverpool al FC Barcelona por 4-0 en la vuelta de las semifinales de la Champions es el acontecimiento del día en buena parte de la prensa deportiva internacional. Los periodistas no escatiman en adjetivos para describir lo ocurrido en Anfield.
Jürgen Klopp, entrenador del Liverpool, aseguró en la rueda de prensa posterior al partido que la victoria por 4-0 ante el Barcelona con la que consiguieron la clasificación para la final de la Liga de Campeones fue "una mezcla del estadio, corazón y fútbol". "Ha sido una noche especial. Eliminar al Barcelona es una de las cosas.
El entrenador del Barcelona, Ernesto Valverde, admitió que después de la fatídica eliminación contra el Liverpool en la Liga de Campeones, les toca pasar "unos días horribles", "hacer penitencia" e intentar acabar la temporada ganando un título más. "Cuando tienes un batacazo de este calibre, tenemos que pasar unos cuantos días horribles, como toda nuestra gente, porque es así. Hay que pasar esa penitencia y con el tiempo que nos queda, volver a rehacernos y acabar la temporada ganando otro título. Ahora mismo estamos tocados", reconoció el técnico blaugrana.
