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José Bono dice a los periodistas que sólo tiene que manifestar su lealtad a Zapatero, tras el anuncio de que no será candidato para las elecciones de 2012. (02/3/2011)

El expresidente Aznar, en una entrevista a Veo 7, sostiene que el Gobierno sigue negociando con ETA. Para el presidente del Congreso todo este debate sólo beneficia a los terroristas. El que no ha querido hablar de ello ha sido el presidente Zapatero pese a que le insistían los periodistas cuando abandonaba el Congreso.

El presidente del Congreso, José Bono, ha permitido este martes el uso del catalán, el gallego y el euskera en el debate de una moción en la que los partidos nacionalistas defendían poder usar las lenguas cooficiales en sus intervenciones y escritos en la Cámara Baja.

La moción se va a rechazar con los votos del PP y PSOE, razón por la que los promotores de la iniciativa (CiU, PNV, ERC y BNG) que también firma IU han criticado a los dos principales partidos por negarse a normalizar la pluralidad lingüística en el Congreso.

Bono ha permitido el uso de las tres lenguas y ha asegurado que lo hacía para demostrar que en el Congreso impera la libertad y porque no quiere ver mañana titulares "demagogos" en los que se diga que en la Cámara Baja se impide dicha libertad.

En cualquier caso ha advertido de que, aunque le complace escuchar a los diputados en otras lenguas, la ley debe cumplirse y tiene que velar por ella.

El presidente del Congreso, José Bono, ha alabado la figura del rey don Juan Carlos, de quien ha dicho que esa noche se ganó el afecto del pueblo y la legitimidad que ya le venía por su sangre. El actual presidente del Congreso ha sentenciado "esa noche hizo más por la monarquía que todos sus antepasados juntos". Aunque Bono ha cerrado su discurso como lo inició Landelino Lavilla, destacando el valor del pueblo español, del que ha destacado su papel como auténtico protagonista de que no triunfase el golpe de Estado del 23 de febrero. También ha lamentado que no se le haya reconocido lo suficiente ese valor a los españoles.

30 años han pasado de aquel 23 de febrero de 1981, cuando Tejero y un grupo de guardias civiles tomaron el Congreso e intentaron dar un golpe de Estado. Fueron 18 horas de incertidumbre con la democracia en juego.

El presidente del Congreso, José Bono, y la parlamentaria del PP Soledad Becerril. Los dos eran el 23-F vicepresidentes de la mesa del Congreso. Tejero se situó, en la tribuna, justo al lado de ellos.

La diputada del PP e integrante de la Mesa del Congreso, Celia Villalobos, ha tildado este martes de "fascista" al presidente de la Cámara, José Bono, durante una conversación con parlamentarios de su grupo que ha captado una cámara de televisión.

Como todos los martes, antes del comienzo de la reunión de la Junta de Portavoces, una cámara ha grabado desde la puerta de la sala en que se celebra dicha reunión la llegada de los portavoces de los grupos y de los integrantes de la Mesa.

Ante la llegada a esas dependencias de la responsable del PP en la Cámara, Soraya Sáenz de Santamaría, tres representantes de los populares en la Mesa, Jorge Fernández Díaz, Ana Pastor y Celia Villalobos, han salido a recibir a la portavoz. También estaba presente el secretario general del grupo, José Luis Ayllón.

Los cinco se han colocado delante del cámara y han iniciado una conversación.

Fernández Díaz ha explicado a Sáenz de Santamaría que en la reunión de la Mesa de unos minutos antes los miembros del grupo socialista, más los otros dos de CiU y PNV, habían vetado la calificación de una propuesta de los populares para que comparezca el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido.

Tras sus palabras, Villalobos afirma: "Lo que no es de recibo es que la mayoría decida lo que tenemos que poner" en una petición de comparecencia. Y añade justo después: "Lo que nos faltaba con el demócrata este de...". Villalobos, que es secretaria cuarta de la Mesa del Congreso, no menciona el nombre de a quien se refiere, si bien puntualiza luego, visiblemente indignada: "Es lo más fascista que he visto en mi vida... como presidente", en alusión a José Bono.

En una posterior conferencia de prensa, una periodista ha preguntado a Sáenz de Santamaría por ese calificativo. La portavoz de los populares ha contestado que es "una expresión más o menos afortunada en el ámbito de una conversación privada", aunque después, en la misma respuesta, ha reconocido que sí es un término "desafortunado" y que "no tiene más relevancia que eso".

El hoy presidente del Congreso, José Bono, era secretario cuarto de la Cámara el 23 de febrero de 1981 y soportó la carga adicional de que el golpista Tejero se situara justo a su izquierda cuando ordenó a los diputados que se sentaran y comenzó a disparar. "Fui el diputado que más cerca tuvo a aquel individuo cuando disparó", explica Bono para TVE desde el Hemiciclo. El actual presidente del Congreso añade que aquel no era su sitio habitual, sino el del diputado Víctor Carrascal, que se encontraba llamando a la votación cuando entraron los golpistas.

Añade además que la información llegaba con dificultad y que la seguían gracias a un par de transistores que tenían dos diputados y a las noticias que iban de boca en boca en cuanto podían. "Cuando íbamos al baño cambiábamos impresiones", explica Bono.

José Bono, recuerda aquel momento como una escena en la que "un grupo de guardias civiles, en un macabro juego de la oca", querían meterles "en la casilla del pozo". "Otra vez los salvapatrias venían a fastidiar la fiesta de la democracia". (Un reportaje de Alfonso Díez)