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Por el momento, parece que no hay riesgo de vertido en el mar en Alaska, en donde ha encallado una plataforma petrolera con más de 500.000 litros de combustible. Varios grupos ecologistas han denunciado que la actividad de estas plataformas está amenazando el ecosistema de la zona.

Tras 10 años, el futuro del litoral español sigue siendo negro, según los informes de la organización ecologista Greenpeace. Andalucía se señala como una de las comunidades autónomas que más ha maltratado su litoral en las últimas décadas.

En A Coruña ha empezado el juicio por la catástrofe del Prestige, el petrolero que vertió más de 60.000 toneladas de fuel en la costa gallega. Primera jornada de cuestiones preliminares en la que han destacado dos peticiones. Piden más indemnización. Al desastre medioambiental hay que sumar las pérdidas económicas. 50 denuncias representan a más de 1500 damnificados. No estaba en la sala, el cuarto acusado, el primer oficial del buque, en paradero desconocido. Aunque, fuera en la puerta el movimiento "Nunca Mais" y otras asociaciones ecologistas, se quejaban de que en el banquillo de los acusados faltaban también los responsables políticos en el momento de la catástrofe.

La reforma de la ley de costas modifica la situación de decenas de miles de personas que tienen sus viviendas y negocios en zonas de costa consideradas dominio público y que están sujetas a limitaciones. Las medidas contemplan desde concesiones de uso más largas hasta la amnistía total a núcleos de población que se construyeron antes de la ley de costas del 88.

La organización ecologista Greenpeace denuncia que cada año el Estado tiene que gastar 100 millones de euros en arreglar los problemas urbanísticos de la costa. En un estudio propio, los ecologistas dicen además que de aquí al año 2100 España tendrá que gastar 3.400 millones de euros para afrontar las consecuencias del cambio climático en nuestras costas.

Tras la sentencia de ayer del Tribunal Superior de Andalucía, que declara no urbanizable la zona donde se encuentra el hotel Algarrobico, en Almería, Greenpeace ha presentado esta mañana un informe sobre lo que costaría derribarlo. Para los ecologistas bastarían algo más de siete millones de euros, y no los 300 que estiman los ayuntamientos de la zona, ayuntamientos que hoy han aprobado una moción conjunta para que el hotel comience a funcionar.

Un militante de Greenpeace ha aterrizado con un parapente a motor en la central francesa de Bugey (centro del país), para protestar contra la energía nuclear.

Según la gendarmería del departamento de Ain, citada por AFP, el militante sobrevoló la central poco antes de las ocho de la mañana, lanzó humo y aterrizó en el interior, donde fue detenido.

"El objetivo de esta acción es enviar un mensaje a los candidatos a la elección presidencial (Nicolás Sarkozy y François Hollande) que niegan el riesgo de las nucleares. Queremos ilustrar una agresión externa, como la caída de un avión", ha declarado a AFP Sofía Majnoni, encargada de la campaña antinuclear de Greenpeace en Francia.

Según un portavoz de EDF, la empresa pública que opera la central, en la acción ha colaborado otra persona desde el exterior.