Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

La línea dura contra la inmigración se ha impuesto finalmente en la Casa Blanca y, tras varios meses de declaraciones ambiguas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha optado por eliminar el plan que impulsó Barack Obama para proteger de la deportación a casi 800.000 dreamers (soñadores), los inmigrantes indocumentados que llegaron al país siendo menores de edad, aunque la suspensión se hará efectiva dentro de seis meses para forzar al Congreso a encontrar una alternativa legislativa que regularice su situación.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, tiene previsto anunciar este martes el fin del plan conocido como DACA, promulgado por Barack Obama y que ha protegido de la deportación a 800.000 jóvenes indocumentados, aunque la suspensión se retrasará seis meses para que el Congreso busque una alternativa.

El programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) fue promulgado por una orden ejecutiva del entonces presidente Obama en 2012 y gracias a él unos 800.000 jóvenes indocumentados, conocidos comúnmente como dreamers (soñadores), han podido frenar su expulsión de EE.UU., obtener un permiso temporal de trabajo y, en algunos estados, una licencia de conducir. Tres cuartas partes de los beneficiarios del programa tienen nacionalidad mexicana.

Para acceder a los beneficios de DACA y evitar la deportación, los jóvenes indocumentados tuvieron que probar que habían llegado a EE.UU. antes de los 16 años, en muchos casos siendo niños y junto a sus padres, que no tenían antecedentes penales y que estaban estudiando en el instituto o en la universidad.

La comunidad internacional ha condenado enérgicamente el nuevo ensayo nuclear de Corea del Norte, en el que afirma haber lanzado "con éxito" una potente bomba de hidrógeno. China y Rusia apuestan por el diálogo y el presidente Donald Trump genera incertidumbre al responder con un "ya veremos" al ser preguntado por si va a atacar a Corea del Norte. Por su parte Japón, Corea del Sur, Francia, Alemania y Reino Unido exigen que se endurezcan las sanciones contra el régimen de Kim Jong-un y la ONU ha pedido al país asiático que cese su actividad.

  • El presidente de EE.UU. se ha desplazado a la zona afectada por la tormenta
  • El foco se encuentra ahora sobre el Golfo de México, pero volverá al continente
  • La cifra de muertos por el temporal asciende ya a 16 y podría seguir subiendo
  • Dos embalses de las inmediaciones de Houston se han desbordado por la lluvia
  • El alcalde pide más centros de acogida para alojar a los miles de desplazados

El diluvio que se precipita desde el pasado viernes sobre la costa texana ha desbordado este martes dos embalses, obligando a las autoridades a ordenar la evacuación de un condado al sureste de Houston, la zona más afectada, justo cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tomaba tierra en la región para supervisar las operaciones de ayuda a los damnificados.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene previsto visitar este martes Texas para comprobar los daños causados por la tormenta tropical Harvey, la primera catástrofe natural a la que se enfrenta como presidente.

Harvey, que llegó como huracán y se convirtió en tormenta tropical, ha causado ya al menos nueve muertos, decenas de heridos y decenas de miles de desplazados. Houston, la cuarta ciudad más poblada de Estados Unidos, ha quedado completamente paralizada e inundada.

La tormenta se encuentra ahora sobre el Golfo de México pero se espera que vuelva al continente en las próximas 36 horas. Según los últimos datos de las agencias meteorológicas de EEUU, la lluvia adicional que se pronostica para las próximas horas empeorará la situación en el sureste de Texas y en partes de Luisiana.

Los niveles acumulados de agua van desde los 50 centímetros hasta los 1,27 metros en ciertas zonas de Houston.