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"Hay más de cien mil personas afectadas", explica desde Haití Gregory Bulit, portavoz de UNICEF en el país. Sin embargo, apunta Bulit, "el principal problema son las comunicaciones, solo podemos llegar a un dos o cinco por ciento de zonas afectadas". La prioridad absoluta es el agua potable, "porque no hay agua", explica, y restablecer los saneamientos. "Los sistemas de distribución de agua fueron completamente destruidos. La población está bebiendo agua de pozos no protegidos". Esto provoca un repunte de la epidemia de cólera, explica, aún activa en Haití. El suministro de energía y las comunicaciones han sufrido daños en extensas áreas. Según el responsable de la ONG, el servicio de electricidad haitiano está trabajando para restablecer el suministro: "En el sur, según los primeros informes, no hay electricidad en las dos grandes ciudades". En la localidad de Les Cayes en el suroeste, han resultado afectadas el 70% de las viviendas y las familias han sido desplazadas. "Está destruida", afirma Bulit. El 100% de los cultivos agrícolas han sido afectados.

El calentamiento extremo y sin precedentes que se registra actualmente en el Ártico provoca una elevación del nivel del mar, que afecta a los regímenes meteorológicos de todo el mundo y puede incluso causar nuevos cambios en el clima. La velocidad a la que se produce el cambio supone un desafío para los científicos, por ello, la la Organización Mundial de la Meteorología (OMM) ha hecho un llamamiento para crear un Observatorio del Ártico, que coordine los centros científicos de la región y en el que participen otras naciones. El calentamiento del Ártico se produce a un ritmo que es, por lo menos, el doble de rápido que la media mundial y en algunos lugares, es aún mayor. La máxima extensión del hielo marino del Ártico, observada en marzo de 2016, era la más reducida jamás registrada, al igual que la extensión del manto de nieve del hemisferio norte. El Ártico representa alrededor del 4% de la superficie de la Tierra, pero es una de las regiones del mundo sobre la que se dispone de menos datos debido a su remota ubicación y a su inaccesibilidad.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha advertido este viernes de que 2016 está en camino de convertirse en el año más caliente que se haya registrado en la historia, con temperaturas extremadamente altas. Esta situación y el calentamiento de los océanos ha acelerado el blanqueamiento de los arrecifes de corales, según la portavoz de la OMM, Claire Nullis.

Además, según los últimos datos y según han confirmado también desde la NASA, la superficie de hielo en el Ártico alcanzó su mínima extensión durante el verano (boreal) el pasado día 10 de septiembre, con lo que fue la segunda más reducida desde el aó 1978, cuando empezaron los registros por satélite. Esa superficie es comparable con la observada en el mismo periodo de 2007.