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El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha anunciado la expropiación de la empresa Sabsa, filial de las españolas Abertis y Aena que administra los tres aeropuertos más grandes del país, acusándola de haber hecho insuficientes inversiones.Tropas del Ejército de Bolivia han accedido a las terminales aeroportuarias de El Alto (ciudad vecina a La Paz), Viru-Viru, en Santa Cruz, y Wilsterman, en Cochabamba, donde además se encuentra la sede de Sabsa.

Por su parte, el ministro español de Asuntos Exteriores, García-Margallo, ha avisado de que la operación es un acto "no amistoso" y "que contrasta vivamente" con la actitud de España, al tiempo que ha asegurado que estudiará las posibles consecuencias "cuando tenga un conocimiento más exacto" de la situación.

Los principales medios del país recogen los argumentos de Evo Morales. Dice que el interés público le ha obligado a tomar esta decisión. Para terminar, asegura, con la brecha que hay entre las zonas urbanas y rurales: tanto en tarifas eléctricas como en calidad del servicio. Iberdrola tiene al menos el 90% de las acciones en Electropaz y Elfeo, las dos distribuidoras eléctricas expropiadas. Será la Empresa Nacional de Electricidad quien asuma el control de las 4 empresas nacionalizadas, entre las que también están una compañía de servicios y una gestora de inversiones. Según el gobierno boliviano, una empresa independiente hará una tasación en un plazo máximo de 180 días y fijará la compensación a Iberdrola. Ya hace 7 meses, Evo Morales expropió las acciones de Red Eléctrica Española en otra empresa boliviana. Desde que llegó al gobierno, en el año 2006, ha nacionalizado otras 4 compañías eléctricas y unas 15 de hidrocarburos, cementos y minas.

El presidente boliviano, Evo Morales, ha decretado este sábado la expropiación de las acciones de la española Iberdrola en dos distribuidoras de energía eléctrica en las regiones de La Paz y Oruro, una empresa de servicios y una gestora de inversiones.

La noticia de la cuarta operación de Chávez ha causado consternación entre varios mandatarios de Latinoamérica, como Chile, o Ecuador. También del presidente de Bolivia, Evo Morales, que está de visita en España, y que ha querido dar ánimos a su homólogo venezolano.

Encuentro en La Moncloa entre Mariano Rajoy y Evo Morales. Las relaciones entre España y Bolivia, la evolución de la crisis económica en Europa y las oportunidades que ofrece América Latina para ayudar a la salida de la crisis han marcado la reunión de los presidentes. Mañana Morales se reunirá en Barcelona con representantes de la comunidad boliviana residentes en España.

Bolivia se ha paralizado por la celebración de su primer censo general en 11 años, en una jornada que se está desarrollando con normalidad y bajo estrictas restricciones para los bolivianos y extranjeros, como las de desplazarse por el país, circular por las calles y beber alcohol. El primer boliviano en ser censado fue el presidente del país, Evo Morales, quien antes de ser entrevistado por una trabajadora del Instituto Nacional de Estadística (INE) ha afirmado a los periodistas que es un recuento soberano y el primero que no busca rendir cuentas "a los organismos internacionales para que se hagan cargo" de la pobreza de la nación suramericana.

Su Majestad la Reina Sofía viajó la pasada semana a Bolivia para poner de relieve el compromiso de la cooperación española con uno de los países más pobres de América Lativa, desde hace más de 20 años.

Cuarto día de violentas protestas policiales contra el Gobierno de Evo Morales en Bolivia. Los agentes, que exigen un aumento de sus salarios, rechazan el acuerdo alcanzado el domingo entre gobierno y sindicatos. El gobierno está convencido de que detrás de estos disturbios de la policía hay un intento de golpe de estado.

Miles de policías bolivianos en huelga volvieron el lunes a hacer una demostración de fuerza en la capital, La Paz. Los agentes, acompañados de sus esposas, tomaron las calles adyacentes al Palacio presidencial, el Parlamento y la Cancillería, y corearon consignas contra el presidente Evo Morales.

"Tenemos derecho a entrar en las instalaciones en paz. Esta es nuestra casa también. Podemos entrar cuando queramos. El jefe de Policía no tiene por qué esconderse, solo pedimos un salario justo y que el jefe se vaya. Que sea un hombre y diga que se va y termine esto", declaró a la agencia británica Reuters uno de los oficiales en huelga.

Grupos fieles al Gobierno, sobre todo de indígenas aimaras, se enfrentaron a los manifetantes, que les lanzaron gases lacrimógenos. La tensión también se mantiene en el resto del país, con protestas en particular en Cochabamba, Santa Cruz, Sucre y Potosí.

Pese a que la semana pasada los agentes allanaron la sede de los servicios de inteligencia, Morales ha renunciado hasta el momento a usar a las tropas para terminar con la rebelión policial. El presidente ha acusado a la oposición de estar detrás de la violencia y de preparar un golpe de estado. El lunes, el vicepresidente, Álvaro García, calificó la protesta de "conspiración".

El Gobierno alcanzó el domingo un acuerdo con los líderes de la protesta, pero los oficiales de menor graduación lo rechazan y piden más dinero para equiparar su salario al de las fuerzas armadas.