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El papa Francisco ha indicado este martes a las autoridades birmanas que la paz se basa en el respeto de cada grupo étnico, sin excluir a nadie, y que las religiones no pueden ser fuente de división.

Ante el presidente birmano, Htin Kyaw, y la Premio Nobel de la Paz y jefa de facto del Gobierno, Aung San Suu Kyi, con quienes antes tuvo un encuentro privado, Francisco aseveró que "el futuro de Myanmar debe ser la paz, una paz basada en el respeto de la dignidad y de los derechos de cada miembro de la sociedad, en el respeto por cada grupo étnico y su identidad".

Un discurso claro y directo del papa a las autoridades, Ejército y Gobierno, para que respeten a todas las minorías, aunque sin citar expresamente como le han aconsejado desde la Iglesia católica local a los musulmanes rohinyás, que no son reconocidos como birmanos y son brutalmente perseguidos en el país, lo que ha provocado un éxodo de 620.000 de ellos hacia Bangladesh.

Segundo día de la visita del Papa Francisco a Birmania. El lunes, tras su llegada, se reunió con el jefe del ejército responsable de la campaña contra la minoría rohinyá que la ONU considera una limpieza étnica. Según el Vaticano, Francisco instó a las autoridades birmanas a asumir sus responsabilidades. El papa Francisco viaja este martes a Naipyidó, la nueva capital de de Myanmar, donde el Gobierno le dará oficialmente la bienvenida, será recibido por el presidente del país y se entrevistará con la premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, líder del Gobierno y premio Nobel de la Paz. Antes, Francisco ha mantenido un encuentro interconfesional con líderes religiosos locales en el arzobispado en Rangún, donde se aloja durante su estancia en Birmania. El papa se ha reunido con un grupo de 17 líderes representantes de las diferentes religiones presentes en Birmania y les ha instado a defender su identidad, no tener miedo a las diferencias y "no dejarse colonizar".

Nada más llegar, y adelantando la agenda prevista, el papa Francisco se ha reunido con el jefe del Ejercito birmano, considerado el responsable de la ofensiva militar que ha obligado a huir a los rohinyás. Y mañana lo hará con la presidenta de facto del país,  San Suu Kyi.

El papa Francisco ha llegado este lunes a Myanmar (la antigua Birmania) donde inicia una visita que llevará también a la vecina Bangladés. El papa visita la región hasta el 2 de diciembre en plena crisis de los refugiados rohinyá: más de 620.000 personas se han visto obligados a buscar refugio en Bangladesh por la persecución autoridades birmanas. Para Naciones Unidas es la peor crisis de refugiados desde los 90 y el genocidio de Ruanda.

Francisco ha llegado a Rangún, la antigua capital del país, en la primera visita de un pontífice a este estado asiático. Cientos de fieles le esperaban en las afueras de la terminal aérea, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad. Birmania es un país de mayoría budista y la pequeña comunidad cristiana está integrada por apenas 650.000 personas, el 1,2% de la población.

Francisco se encontrará una Iglesia que le ha recomendado prudencia a la hora de referirse a la persecución de la minoría musulmana rohinyá y que apoya fuertemente a la jefa del Gobierno, Aung San Suu Kyi, pese a las críticas internacionales. Mientras, la Iglesia bangladesí ha anunciado que los preparativos para el encuentro del papa en Dacca con representantes de la minoría rohinyá se hallan en su etapa final, por lo que esperan que el encuentro pueda tener lugar.

El papa Francisco ha llegado este lunes a Myanmar (la antigua Birmania) donde inicia una visita que llevará también a la vecina Bangladesh. El papa visita la región hasta el 2 de diciembre en plena crisis de los refugiados rohinyá: más de 620.000 personas se han visto obligados a buscar refugio en Bangladesh por la persecución autoridades birmanas. Francisco ha llegado a Rangún, la antigua capital del país, en la primera visita de un pontífice a este estado asiático. Cientos de fieles le esperaban en las afueras de la terminal aérea, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad. Birmania es un país de mayoría budista y la pequeña comunidad cristiana está integrada por apenas 650.000 personas, el 1,2% de la población.

El papa Francisco emprende este lunes una visita a Birmania (Myanmar) y Bangladesh, que empezará mañana y concluirá el 2 de diciembre, para llevar su apoyo a las pequeñas comunidades católicas, al diálogo y la reconciliación en pleno drama de los rohinyá. Francisco afronta uno de sus viajes diplomáticamente más difíciles que incluye Birmania, un país acusado incluso por Estados Unidos de estar realizando una "limpieza étnica" contra la minoría musulmana de los rohinyá, a la que discrimina y persigue, lo que ha obligado a cientos de miles de ellos a huir a los países limítrofes.