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La Biblioteca Nacional conmemora el centenario del nacimiento del escritor José Saramago con una exposición que reune documentos relacionados con su proceso de creación. El título de la muestra es "El taller de José Saramago" y, como explica su comisario, Carlos Reis, muestra la Premio Nobel como trabajador de la literatura, la forma en la que se documentaba para sus novelas, sus lecturas, las fichas de los libros que sacaba de las bibliotecas, las correcciones que realizada en sus textos mecanografiados antes de mandarlos a imprenta. El propio Saramago estaba convencido de que a los lectores les gusta colarse en los entresijos de la labor de la escritura y eso es, precisamente, lo que podremos realizar en la Biblioteca Nacional hasta principios de enero.

La importancia del fondo que conserva la Biblioteca Nacional en torno a la Guerra Civil es fundamental paa mantener la memoria y recuperar la historia. Su valor se reivindica cada vez que un investigador acomete un trabajo sobre esos años tan complejos de documental. Y eso es lo que ha ocurrido a raíz de la última exposición organizada por el Instituto Cervantes en su sede histórica de Alcalá de Henares. Su título: "La obra maestra de Mauricio Amster y Walter Reuter: la Cartilla Escolar Antifascista". Una muestra que, además de divulgar el contenido de este texto, creado por el gobierno republicano para enseñar a leer a sus soldados, desvela la importancia del fotógrafo Walter Reuter, un alemán que llegó a ser responsable del Archivo del Comisionado de Propaganda y cuya historia puede documentarse en la Biblioteca Nacional.

La Biblioteca Nacional conmemora el centenario del nacimiento de José Hierro con una exposición titulada "Lo que sé de mí" que recorre su vida y su obra a través de las ciudades que le marcaron: Santander, Madrid, Valencia, Nueva York... Manuscritos y mecamanuscritos inéditos, no solo de poesía sino también de novela y teatro de este escritor fundamental de la posguerra y de todos los años posteriores hasta su muerte en 2002. Todo lo expuesto procede de la Fundación José Hierro, en Getafe, y del archivo personal donado por la familia a la Biblioteca Nacional.

En los años noventa, la Hemeroteca Nacional, todo el archivo de periódicos, revistas y publicaciones periódicas del país, quedó incorporada a la Biblioteca Nacional. Es allí donde se conserva ahora ese volumen ingente de páginas, fundamentales para nuestro patrimonio cultural y es allí, a la Biblioteca, donde debemos acudir a consultarlas... al menos en su mayoría. Una parte ya está digitalizada, pero solo es accesible de forma libre y fuera de la sede de la Nacional, todo aquello libre ya de derechos de autor. Lo demás, hay que consultarlo en sala, en la Sala Larra. Allí tenemos a nuestra disposición los ejemplares físicos, lo microfilmado y también las publicaciones digitales que todavía no han cumplido los 80 años.

La Biblioteca Nacional nos ha lanzado una nueva propuesta a los usuarios para que colaboremos en un nuevo poryecto de mejora y ampliación de nuestro patrimonio cultural: Se trata de trascribir entre todos la Égloga Interlocutoria, graciosa y por gentil estilo nuevamente trovada por Diego de Ávila, un interesante ejemplo de poesía dramática de finales de la Edad Media. Es la última propuesta en Comunidad BNE, la plataforma colaborativa de la BNE, orientada a ampliar los conocimientos a partr de los fondos ya digitalizados de la BIblioteca. Para participar en los proyectos aún abiertos, entre la web bne.es o bdh.es y siga las instrucciones. Es muy sencillo.

La sede de la Biblioteca Nacional en el madrileño Paseo de Recoletos se va a beneficiar de una partida de fondos europeos, 35 millones en total, incluidos en el Plan de Modernización y Competitividad turística para la mejora de edificios patrimoniales que reciben un uso turístico. A la Biblioteca Nacional se destinarán concretamente ocho millones de euros que quizá permitan acometer las obras de apertura del recinto al paseo, sorteando la valla de acceso, de las que desde hace tiempo hablan los responsables de la Biblioteca. En todo caso, son muchas otras las necesidades de adaptación y restauración que plantea el edificio histórico del Siglo XIX.

La Biblioteca Nacional ya ha lanzado su particular reto a los lectores este mes de septiembre. Nos proponen leer, como si de un club de lectura virtual se tratara, uno de los dos títulos - Una cristiana de Emilia Pardo Bazán o Amor y Pedagogía de Miguel de Unamuno - que los promotores de este reto han seleccionado entra la colección de casi mil textos digitalizados en formato EPUB que todos podemos descargarnos de forma gratuita a través de su página web bne.es en su Biblioteca Digital Hispánica. Al final de mes, podremos responder a las preguntas que nos planean a través de las redes sociales.

La Biblioteca Nacional nos ha dado este verano la posibilidad de contemplar una de las joyas que conserva en sus colecciones: el llamado Códice Daza, conjunto de manuscritos de Lope de Vega. Nos adentramos en su historia y en su valoración. Lo pueden contemplar en la Biblioteca Digital Hispánica.

La Biblioteca Nacional ha estrenado su nueva página web, más sencilla y atractiva. Un nuevo espacio virtual para navegar por los diferentes entornos digitales de la Biblioteca, por todos esos proyectos que ha desarrollado en los últimos años para fomentar el uso y la reutilización de sus colecciones con todas las posibilidades que ofrecen las redes. La renovación se ha hecho con vistas a la adaptación a dispositivos móviles y a mejorar su accesibilidad. En esta primera fase han migrado en torno a 8000 páginas8000 páginas. Poco a poco se irá dando acceso a través de la web a los cerca de 35 millones de documentos que conserva la institución.

En los últimos meses se han incorporado a la Biblioteca Nacional tres importantes archivos personales: El de la familia Grande-Aguirre, con los documentos de tres nombres esenciales de la poesía contemporánea: Felix GrandePaca Aguirre y Guadalupe Grande; el archivo personal del diseñador gráfico Alberto Corazón y el del músico aragonés Simón Tapia Colman. Los archivos personales son una parte fundamental de nuestro patrimonio cultural, quizá la más íntima, la más estrechamente relacionada con un creador. En el siglo XIX se conocían como "los papeles de" porque realmente son papeles, incluyen no tanto sus obras sino sus documentos más personales: su correspondencia, sus borradores, sus anotaciones o sus pequeños tesoros. Es por eso que ofrecen una información diferente y clave para conocer a fondo la personalidad de un escritor, un artista o un músico.

Clara Campoamor es la protagonista de la nueva exposición abierta en la sede de la Biblioteca Nacional en Madrid. "Clara Campoamor Rodríguez: mujer y ciudadana (1888-1972) es el título de la muestra organizada junto a la Secretaría de Estado de Memoria Democrática y Acción Cultural Española para reivindicar esta figura fundamental para la historia del siglo XX como impulsora del voto femenino. La vida de Clara Campoamor se ambienta en el contexto de la época a través de más de 300 objetos y documentos: desde pinturas de Sorolla o Maruja Mallo, un telégrafo original, numerosas revistas y caricaturas y documentos originales muchos de ellos inéditos. Nada permitía adivinar que en esa época, principios del siglo XX, una modistilla que tuvo que trabajar desde muy joven para ayudar a la economía familiar, acabara convirtíendose en una de las primeras mujeres licenciadas en derecho en nuestro país, diputada a Cortes e impulsora fundamental del artículo de la Constitución de 1931 que r econocía el sufragio universal para todos los mayores de 23 años, incluídas las mujeres. Clara Campoamor se exilió al comenzar la Guerra Civil y murió en Suiza en 1972.

Para conocer los fondos de la Biblioteca Nacional de forma amena, además del españcio Biblioteca Nacional: Más que libros que desde hace ya casi cuatro años dedicamos semanalmente en Radio Cinco y en rtve.es a la institución, pueden entrar en la web bne.es o en Spotify y descargarse los 12 capítulos del podcast oficialpodcast oficial de la Biblioteca. Se titula Memoria Sonora y aborda los contenidos de algunas de las colecciones menos conocidas de la Biblioteca, como Ephemera o su archivo sonoro recurriendo a todas las posibilidades que ofrece el soporte en audio: ficciones sonoras, entrevistas, lecturas dramatizadas. Conocerá al fantasma que habita, o no, la Biblioteca, tendrá acceso a recetas antiguas entresacadas de libros clásicos, podrá escuchar la música registrada en cilindros de cera o cartones perforados. El material se completa con entrevistas a los expertos y la referencia a los recursos documentales utilizados para la elaboración del podcast.

La Biblioteca Nacional ha sido la sede de la primera reunión del Consejo Consultivo del llamado PERTE del Español, del grupo de personas procedentes del ámbito de la cultura, la ciencia y las instituciones que apoyarán con sus opiniones el desarrollo del Plan estratégico de la Nueva Economía de la Lengua. De este Consejo Consultivo forma parte la presidenta del Patronato de la BNE, Elvira Lindo. Y es que la Biblioteca cumplirá un papel fundamental en la ejecución de algunos de los proyectos del plan, que aprobó el Consejo de Ministros en marzo, y que contará con un respaldo de 1.100 millones de euros procedentes de los fondos europeos. De hecho, la Biblioteca lleva ya años esforzándose en la digitalización de sus fondos que ahora, con los datos creados, servirán para alimentar los corpus que permitirán que las máquinas "hablen" bien en español.

La Biblioteca Nacional recopila también para su conservación y difusión aquellas publicaciones digitales que puedan resultar de interés para el patrimonio cultural del país. Una actividad regulada en el decreto sobre el depósito legal digital

Dedicamos un nuevo capítulo a detallar el contenido de la reforma de la ley que regula el depósito legal, indispensable para el funcionamiento de la Biblioteca Nacional. Cada día ingresa en la institución un camión cargado de documentos de todo tipo, solo en soporte físico, en cumplimineto del depósito legal: miles de documentos que llegan por la obligación de depositar varios ejemplares de todo lo que se publica en España para la conservación y la difusión del patrimonio cultural del país.

Seguimos profundizando en los cambios introducidos en la reforma de la Ley que regula el Depósito Legal de 2011, fundamentales para el desarrollo de la labor de la Biblioteca Nacional. La ley alude ahora expresamente a los videojuegos, a las impresiones bajo demanda, a los marcapáginas o a los catálogos de librerías, editoriales y casas de subastas como tipologías sujetas a depósito legal. Por otra parte, elimina de la obligación de depósito a las microfichas o los pasatiembos. También libera a la Biblioteca Nacional de la labor de Alta inspección del cumplimiento del Depósito legal, aunque sí regula su coordinación con los centros de conservación de las Comunidades Autónomas, y reconoce a la Filmoteca Española el papel de centro de conservación de las películas españolas.

Ya está publicada en el Boletín Oficial del Estado la reforma de la Ley de Depósito Legal, clave para el funcionamiento de la Biblioteca Nacional. En un capítulo anterior de esta serie, nos detuvimos en definir el Depósito Legal, la figura jurídica por la que los editores de un territorio están obligados a depositar en la Biblioteca Nacional o en los centros de conservación de las Comunidades Autónomas varios ejemplares de todo aquello que se publica para su recopilación y preservación como patrimonio cultural de un país. Empezamos a detallar los cambios introducidos en la ley para adaptarla a las novedades que la tecnología incorpora a las formas de publicación en todos los soportes, no solo los libros sino también los recursos audiovisuales. Entre los cambios en la redacción de la ley están la incorporación de los videojuegos como creaciones culturales sujetas a depósito legal, lo mismo que las impresiones bajo demanda, los marcapáginas o los catálogos de editoriales, librerías o subastas.

Comunidad BNE es el espacio, la plataforma digital de la Biblioteca, donde todos los usuarios podemos colaborar para enriquecer los datos y la información de los catálogos de la Insititución. Desde su puesta en marcha en 2019 se han planteado una veintena de proyectos en los que han participado cerca de 800 voluntarios para identificar imágines fotográficas, trascribir textos, etc. En el mes de abril se han culminado dos nuevos proyectos colaborativos: los relativos a los autores que entraron en dominio público en 2021 y a las autoras que lo hicieron en los últimos años, fallecidas desde 1900. Ahora, Comunidad BNE lanza un nuevo proyecto vinculado con una de las exposiciones abiertas en su sede en Madrid: Incunabila: 550 años de la Imprenta en España. Se trata de geolocalizar las imprentas de las que salieron los más de 300 incunables españoles que se conservan en la Biblioteca Nacional. Todos podemos participar consultando los ejemplares digitalizados, los fondos bibliográficos de la biblioteca y todas aquellas fuentes externas que creamos convenientes.