Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

La reactivación de los combates entre Armenia y Azerbaiyán por el territorio de Nagorno-Karabaj cumplen ya diez días, con centenares de muertos, sin que los llamamientos de la comunidad internacional a un alto el fuego tengan hasta ahora ningún efecto. El ministro de Exteriores de Armenia habla con TVE sobre lo que está pasando. Vuelven los bombardeos sobre Nagorno-Karabaj. Tras unas horas de relativa calma, Azerbaiyán ha reaunudado sus ataques sobre este enclave separatista, que en teoría le pertenece, pero que en la práctica está habitado y gobernado por armenios.

Dos países, Armenia y Azerbayán, están al borde de la guerra por una vieja disputa territorial: el control de la región de Nagorno Karabaj con intereses energéticos de por medio debido al paso estratégico de oleoductos y gasoductos. Las potencias en la zona, Rusia y Turquía, llaman a la calma. También desde España la ministra de Exteriores ha pedido el cese de hostilidades en la frontera.

En 1936, los soviéticos trazaron fronteras para formar tres repúblicas socialistas soviéticas: Georgia, Azerbaiyán y Armenia, pero hubo un territorio, con población mayoritariamente armenia, que quedó dentro de Azerbaiyán. Ese territorio, Nagorno Karabaj, declaró en 1991 su autodeterminación. Estalló entonces una guerra que dejó miles de muertos y un millón de desplazados. Armenia logró hacerse con el control efectivo de Nagorno Karabaj. Desde entonces, Azerbaiyán trata de recuperar el control de la región y 30 años después, este fin de semana, han vuelto los combates. Las dos repúblicas del Cáucaso sur han decretado la ley marcial en todo su territorio. Ambos países se acusan mutuamente de haber retomado las armas. Armenia acusa a Azerbaiyán de haber bombardeado varias poblaciones de la región. Azerbaiyán asegura que se ha limitado a responder a los bombardeos armenios. Rusia, apoya a Armenia, un país mayoritariamente cristiano ortodoxo y exige un alto el fuego. Turquía culpa a Armenia del estallido de violencia y ofrece apoyo total a Azerbaiyán. La comunidad internacional ha pedido un cese total de la violencia.

Intensos combates a lo largo de la linea de control que separa Armenia y Azerbaiyán alrededor de Nagorno Karabaj. Un territorio de apenas 4.000 kilometros cuadrados, la mitad de la extension de Madrid, un área bajo soberanía azerí pero con población armenia. Un conflicto en plenas montañas del Cáucaso sur que no ha podido resolverse en 30 años. Un punto estratégico porque por esta zona discurren oleoductos que transportan petróleo y gas natural desde el Mar Caspio a los mercados mundiales. Un enclave importante también para dos potencias internacionales necesitadas de esos recursos: Turquia, que apoya a Azerbaiyán y Rusia, tradicionalmente favorable a Armenia. En medio de estas disputas territoriales, la población civil de Nagorno Karabaj y la gran pregunta: ¿Quién disparó primero? 

Un informe externo sobre las acusaciones de corrupción en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE) revela "fuertes sospechas" de que el senador valenciano Pedro Agramunt (Partido Popular) "fue parte de actividad de naturaleza corrupta", aunque sin evidencias ni puebas concluyentes.

Agramunt fue presidente de la APCE entre enero de 2016 y octubre de 2017, cuando dimitió tras una polémica visita a Siria con parlamentarios rusos en la que se entrevistó con el presidente Bachar al Asad.

El informe también acusa de infringir el código ético de la organización al diputado Jordi Xuclá (PDeCat) y al actual secretario de Estado de Defensa, Agustín Conde cuando era diputado del PP.

Al menos 24 personas han muerto este viernes en un incendio declarado en un centro médico de rehabilitación de drogas de Bakú, ha informado el Ministerio del Interior de Azerbaiyán.

El siniestro, cuyas causas de momento se desconocen, se produjo a primera hora de la mañana. "Más de 30 personas fueron evacuadas, cuatro de ellas fueron hospitalizadas", dijo a Efe la portavoz del Ministerio de Sanidad, Liya Bairámova.

Según las autoridades, en el momento del incendio, en el centro médico, situado en edificio antiguo de una sola planta, se hallaba un total de 55 personas.

Segundo viaje del papa Francisco al Cáucaso, donde visitará Georgia y Azerbaiyán. Este mediodía, Francisco ha aterrizado en Tiflis, la capital georgiana, con un mensaje de paz y reconciliación, en una región marcada por las tensiones étnicas. El papa se ha reunido en Tiflis con el patriarca de los ortodoxos georgianos, Elías II, a quien animó a dar un impulso a la unidad entre los cristianos y eliminar los obstáculos ante un mundo "sediento de paz". "Frente a un mundo sediento de misericordia, de unidad y de paz, nos pide que se dé un nuevo impulso, un renovado fervor a los lazos que nos unen, signo elocuente de los cuales es el beso de la paz y nuestro abrazo fraternal", invitó Francisco al patriarca ortodoxo.

Francisco permenecerá en Georgia hasta el sábado, para después viajar a Azerbaiyán. Su visita a esta exrepública soviética se enmarca en el ecumenismo y sobre todo en trazar puentes con los ortodoxos más rígidos como el patriarcado de este país, que depende de la Iglesia ortodoxa rusa. Tras su encuentro privado en la sede del patriarcado con Elías II, de 83 años, Francisco dirigió un discurso a los representantes ortodoxos en los que repasó los numerosos encuentros que se han tenido, comenzando con el viaje del papa Juan Pablo II a Georgia en 1999, "en el que vino a reforzar los vínculos profundos y fuertes". "Ahora, la Providencia divina ha querido que nos encontremos de nuevo", agregó. Entonces Francisco instó, como ha hecho siempre en los encuentros con los ortodoxos - como en el histórico celebrado con el patriarca ruso Cirilo I en La Habana en febrero - en su llamamiento a la unidad.