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Dos investigaciones están en marcha para saber qué hay detrás del atentado frustrado en el tren Thalys que cubría la ruta Amsterdam- París. Una de las operaciones la dirige la Fiscalía de París y la otra la belga. De momento todas las pistas señalan que el radicalismo islámico está detrás de la acción de Ayoub El Kahzzani, un marroquí de 26 años que subió al convoy armado y fue reducido por dos marines estadounidenese tras abrir fuego contra una pasajero.

La oportuna combinación de suerte y coraje, impidió anoche lo que podía haber sido, según todos los indicios, una masacre. Ayub el Kazani, (así dice llamarse) marroquí, de 26 años, subió en Bruselas al último vagón del tren de alta velocidad, que, con 554 pasajeros y durante 1 hora y 22 minutos, no haría ninguna parada, hasta Paris. Llevaba: 1 kalasnikov, 1 pistola automática, 9 cargadores y 1 cutter. Pero cuando se metió en el baño para preparar sus armas, fue sorprendido por un viajero francés. El primero que le hizo frente. Muy cerca, un grupo de norteamericanos, entre ellos, militares con experiencia en Afganistán, habían escuchado la manipulación del kalashnikov, y lo reconocieron. El presunto terrorista salió con el torso desnudo y disparando.

"En ese instante (cuenta Alex, uno de los militares), vi en la parte trasera a un hombre con un AK47 entrando en la cabina. Entonces, básicamente, dije a mis amigos…Vamos!"

Tres de ellos se abalanzaron sobre él y le inmovilizaron, aunque uno resultó herido por arma blanca, y otro pasajero, por un disparo. La casualidad de que estuvieran tan cerca y la decidida intervención de estos militares, hoy considerados héroes, fueron cruciales. Ahora los investigadores intentan reconstruir los últimos movimientos del presunto terrorista que vivió en España el año pasado, y fue fichado por la policía como islamista radical. En Francia figuraba entre los registrados con la letra S, por su posible pertenencia a grupo terrorista. 

En Afganistán un atentado suicida contra un convoy que trasladaba a personal extranjero, ha dejado este sábado 15 muertos, tres de ellos empleados de la OTAN. Ha ocurrido en la zona redidencial de Macroyan, en Kabul y al final de la jornada laboral. Otras 60 personas resultaron heridas en la explosión.

El ministro del interior francés ha señalado las dos circunstancias que evitaron ayer una tragedia mayor, en el Tren de Alta velocidad que hacía el trayecto Ámsterdam-Paris. La primera, que, cuando iba al baño, un ciudadano francés sorprendió dentro, armado y dispuesto a salir, al presunto terrorista. Él habría sido el primero en intentar detenerle. La segunda circunstancia es que en el vagón más cercano viajaba un grupo de norteamericanos, entre ellos dos militares, que habían creído escuchar la manipulación de un arma. Por eso, cuando el presunto terrorista comenzó a disparar, los militares se abalanzaron sobre él, y lograron  reducirle.

Conmoción en Tailandia, donde llevaban años sin padecer un atentado como el de ayer. Ahora tratan de identificar al sospechoso, y averiguar quién o quiénes están detrás del segundo ataque en Bangkok, grabado por unas cámaras de seguridad. Una granada ha caído en las aguas de un embarcadero, sin que haya habido víctimas. La policía ha rastreado el lugar y los buzos han hallado restos del artefacto en el fondo del canal

Las autoridades tailandesas han elevado a 21 la cifra de muertos en la explosión producida este lunes junto al santuario de Erawan en Bangkok, al tiempo que siguen la pista de un sospechoso de aspecto asiático que fue grabado por cámaras de seguridad poco antes del atentado. En las imágenes, se acerca al lugar con un bulto.

El atentado, que aún no ha sido reivindicado, ha tenido lugar este lunes en el templo hindú Erawan, en la intersección de Ratchaprasong. Se trata de una zona céntrica de la capital tailandesa, muy frecuentada por turistas, Según la embajada española en Bangkok, ningún español se encuentra entre las víctimas mortales.